Serhou Guirassy, el goleador impensado que asombra a Europa y le da la razón a Lothar Matthaus

Guirassy celebra uno de los 14 goles que marcó en el inicio de la temporada
Guirassy celebra uno de los 14 goles que marcó en el inicio de la temporada

Apenas se llevaba jugada media hora el sábado pasado en el Alten Förterei, el estadio del Union Berlín, cuando Serhou Guirassy se tomó la parte posterior del muslo izquierdo, hizo un gesto de fastidio y tuvo que dejar la cancha. Un cuarto de hora antes y con un certero cabezazo había extendido a 14 el número de veces que sacudió las redes rivales en los 8 partidos disputados en la actual Bundesliga, una cifra récord que batió la marca que poseía Robert Lewandowski y le permite liderar la carrera del Balón de Oro europeo, por delante de nombres tan consagrados como Lautaro Martínez, Erling Haaland o Kylian Mbappé.

Horas más tarde se conoció el diagnóstico: una pequeña rotura muscular que mantendrá alejado de los campos a Guirassy en los próximos dos o tres partidos del campeonato alemán. Nada, si se compara con lo sucedido en 2020, cuando la pandemia de Covid-19 interrumpió la liga francesa diez partidos antes del final y cortó de raíz la progresión de un jugador que desde el modesto Amiens empezaba a llamar la atención de los grandes por su facilidad rematadora.

Guirassy es el típico caso de jugador de madurez tardía. Nacido el 12 de marzo de 1996 en la histórica ciudad de Arlés, en la Provenza francesa, aunque criado en el pequeño pueblo de Montargis, en el centro del país, ya había conocido con anterioridad el viaje de Francia a Alemania con boleto de regreso. Tras sus experiencias iniciales en el Laval, de Segunda División, el Lille y el Auxerre, fue fichado por el Colonia en enero de 2019 en un intento por salvar la categoría que no llegó a prosperar. El conjunto de las orillas del río Rin descendió y el 9 que no terminaba de hacer valer sus 187 centímetros de altura ni de explotar su potencial retornó a su país de origen, en ese caso al Amiens.

Serhou Guirassy celebra con el público de Stuttgart
Serhou Guirassy celebra con el público de Stuttgart

Sin embargo, su historia de idas y venidas había comenzado mucho antes. “Mi primer club fue el USM Montargis, cuando era junior. Después me fui a jugar con los vecinos del Amilly, hasta la sub12, regresé a Montargis por una temporada, y otra vez volví a Amilly en la categoría sub15″, enumera Guirassy cuando le piden que cuente su carrera.

Fue en esa última temporada cuando el pibe que destacaba por su aspecto físico -ya superaba los 1,80 metros- marcó más de 40 tantos y logró que el Laval le ofreciera hacer una prueba. “Le dimos la bienvenida en julio de 2011 y rápidamente supimos que era el tipo de jugador con todo a su favor para triunfar. Tenía un perfil atlético y poderoso, y una envergadura física muy notable para su edad. Era una torre alta, imponente y silenciosa a la que sólo le faltaba la madurez social y emocional de cualquier adolescente”, recuerda Alexis Brouard, preparador físico del centro de entrenamiento del club en aquel tiempo, en una entrevista con medios franceses.

Dos años después, el técnico Philippe Hinschberger lo hizo debutar en Primera. Guirassy apenas había cumplido los 17: “Era un niño muy simpático, un gran osito de peluche. En el centro de formación, cuando discutía con algún educador le decíamos que íbamos a llamar a su madre. Y él respondía: “No, por favor no, a mi mamá no la llames”, rememora entre risas.

Su madre y su padre se cuentan entre los millones de africanos que conviven con los problemas cotidianos de los inmigrantes en tierras galas. Originarios de Touba, una pequeña y colorida población con carácter de “santa” ubicada en la región de Boké, al noroeste del país que era conocido como Guinea Conackry y hoy se llama simplemente Guinea, cruzaron el Mediterráneo para probar fortuna en Francia. Allí nacieron y crecieron sus hijos, entre ellos Serhou, el delantero que tiene fascinada a la Bundesliga.

“Yo habría elegido a Guirassy. Tiene todo lo que necesita un delantero de primer nivel”, le dijo Lothar Matthäus al diario Bild el día que el Bayern Munich cerró la contratación del inglés Harry Kane. En ese momento, la prensa deportiva y los hinchas se burlaron de él.

El jugador franco-guineano venía de firmar una temporada interesante, pero no especialmente notable: 14 goles y 3 asistencias en 28 encuentros en el Stuttgart, coronado con una conquista en la promoción para salvar la categoría que su equipo debió disputar ante el Hamburgo. Pero además cargaba sobre su espalda un paso sin demasiada gloria por el Rennes francés, dos años que sólo dejaron en el recuerdo el haber sido autor del primer gol del en la Champions League en la historia del club. Torpe, indolente, ineficaz, fueron algunos de los adjetivos que le dedicó el periodismo francés en esos años.

21 October 2023, Berlin: Stuttgart's Serhou Guirassy scores his side's first goal during the German Bundesliga soccer match between 1. FC Union Berlin and VfB Stuttgart at An der Alten Foersterei. Photo: Andreas Gora/dpa - WICHTIGER HINWEIS: Gemäß den Vorgaben der DFL Deutsche Fußball Liga bzw. des DFB Deutscher Fußball-Bund ist es untersagt, in dem Stadion und/oder vom Spiel angefertigte Fotoaufnahmen in Form von Sequenzbildern und/oder videoähnlichen Fotostrecken zu verwerten bzw. verwerten zu lassen.

Rennes se había dejado llevar por las buenas impresiones que Guirassy dejó en aquella temporada que frustró el covid-19 y pagó 15 millones de euros al Amiens por su pase en agosto de 2020, lo cedió a préstamo al Stuttgart en septiembre de 2022, y el club alemán acabó comprándolo en 9 millones en el último mercado de pases. Todo hace suponer que terminará haciendo un negocio perfecto.

Con 14 tantos marcados en 8 partidos los adjetivos, por supuesto, giraron 180 grados y ya nadie se ríe de lo dicho por Matthaus. En dos meses de temporada Guirassy ha hecho goles de todos los colores: rompiendo el arco rival con derechazos violentos al mejor estilo Gabriel Batistuta, gambetas al arquero en los mano a mano tal como ejecutaba Ronaldo Nazario, toques sutiles que firmaría su ídolo Karim Benzema o cabezazos siempre inalcanzables. Deniz Undav, quien será su reemplazante en estas semanas de ausencia lo llena de elogios: “Sus números son una locura. Y los logra casi con indiferencia. Tiene una compostura increíble en el momento de definir y se nota que se divierte”.

Para Kaba Diawara, el técnico de la selección de Guinea, el modo en apariencia displicente con el que Guirassy se desplaza por la cancha encaja a la perfección con su personalidad. “Es un hombre y un jugador que no habla mucho. Para algunos puede ser una cualidad, para otros un defecto. Lo concreto es que se trata de un buen chico y maneja todos los recursos de un delantero moderno, es capaz de asociarse con los compañeros y también de jugar solo en ataque”. Integrante en su día de las selecciones juveniles francesas sub16, sub19 y sub20 (11 goles en 24 partidos), el año pasado decidió defender los colores del país de sus padres. Debutó en marzo de 2022, ha marcado 3 tantos en 10 encuentros y en enero será la referencia ofensiva del equipo en la próxima Copa Africana de Naciones.

“La metamorfosis que ha tenido desde su llegada es espectacular. Ha madurado y hace todo bien. La cuestión ahora es saber hasta dónde llegará”, señala Sebastian Hoeness, entrenador del sorprendente Stuttgart que marcha segundo en la Bundesliga. La lista de clubes europeos interesados en hacerle un hueco al goleador guineano se alarga cada día más. Tottenham, West Ham, Brentford, Crystal Palace y Bournemouth en Inglaterra; Betis y Villarreal en España; Milan en Italia; Olympique de Lyon en Francia y Ajax en Países Bajos tienen subrayado el nombre de Serhou Guirassy para la próxima ventana de mercado y la cotización promete estar por encima de los 20 millones de euros. Si ninguna otra lesión lo impide, parece faltar poco tiempo para que su nombre y apellido abandonen el segundo plano de la gran vidriera del fútbol mundial.