La Selección argentina de la gente: la fiesta interminable de los campeones del mundo, desde Luque hasta Santiago del Estero

Lionel Messi baja del micro; la llegada de la selección a Santiago del Estero se desbordó con las muestras de afecto al plantel
Lionel Messi baja del micro; la llegada de la selección a Santiago del Estero se desbordó con las muestras de afecto al plantel - Créditos: @Aníbal Greco

SANTIAGO DEL ESTERO.- La calma se mezcla y se rompe con el ruido de caños rechinando. El desembarco de los campeones del mundo es un acontecimiento tan determinante para la provincia que una tarde en la que usualmente no hay un alma en las calles, se convirtió en un hormiguero de empleados de la gobernación colocando vallas desde el aeropuerto local hasta el hotel Hilton, el búnker del seleccionado argentino en esta ciudad. Son casi 8 kilómetros celosamente custodiados, con más de 1500 efectivos policiales y una expectativa que desborda cualquier lógica. Y para entender un poco mejor la locura, sólo hace falta ir a los archivos para descubrir que el interior del país no recibe a una selección argentina como campeón del mundo desde hace casi 41 años, ya que fue el equipo de César Luis Menotti, el 12 de mayo de 1982, el último que disputó un amistoso en Rosario, ante Rumania con una victoria por 1-0, y desde entonces, no salió de Buenos Aires el conjunto nacional como portador del preciado trofeo dorado.

“Es una locura”, dice Miguel, taxista y casualidades del destino, el padre del cantante Rusherking, que como hombre que recorre diariamente las calles de esta ciudad, conoce cada detalle de ellas. Incluso, contó que nunca hay tanta seguridad y que cuando viene el presidente Alberto Fernández, apenas se vallan cinco cuadras, pero nunca el recorrido completo como en esta oportunidad. Incluso, el jefe del operativo, Jorge Vitalevi, reconoció que es un trabajo intenso el que tienen desde hacer varios días y que este miércoles se le sumarán efectivos de la policía federal, por lo tanto serán casi 3500 efectivos los afectados al operativo.

Esta visita, más allá de los compromisos políticos y económicos de la AFA, no es más que un nuevo paso de identificación de este equipo de Lionel Scaloni con la gente. Porque cuando el entrenador dijo en varias oportunidades que jugaron por y para los hinchas de la selección argentina, bien podría validarse con este desembarco aquí, que movilizó prácticamente a casi toda la provincia.

Apenas parecen un detalle los 1000 o 1500 pesos que se cobra una bandera con la imagen de los campeones del mundo, y tampoco representa un problema para el vendedor de cartulinas con las figuritas del plantel completo del seleccionado argentino cobrar $1000 por ellas. Si para los hinchas que no viven en Buenos Aires, tener a jugadores como Lionel Messi o Dibu Martínez no es una moneda corriente. Entonces, cómo no tener un recuerdo de un día histórico para todos aquí.

Enzo Fernández, otra de las figuras del seleccionado, ya instalado en Santiago del Estero
Enzo Fernández, otra de las figuras del seleccionado, ya instalado en Santiago del Estero - Créditos: @Aníbal Greco

Es que tener a campeones del mundo jugando en el interior del país es un tesoro invaluable. Porque, por ejemplo, la selección de Carlos Bilardo, con Diego Maradona como estandarte, nunca jugó partidos fuera de la Capital Federal tras la consagración en México 86. Apenas disputó 6 encuentros en la Argentina: 5 de ellos los disputó en River, por la Copa América, y un amistoso en Vélez, ante Alemania.

Entonces, es lógico que se hayan vendido 42.000 entradas en menos de cinco minutos para el partido de este martes, ante Curazao, en el estadio Madre de Ciudades. Y en ese contexto no suena descabellado que la gente se apostó desde las 8 de la mañana de este lunes a la espera del equipo que primero iba a llegar aquí pasadas las 21 y finalmente llegó después de las 22.30.

El saludo de Dibu Martínez a los hinchas que esperaron a los jugadores durante varias horas
El saludo de Dibu Martínez a los hinchas que esperaron a los jugadores durante varias horas - Créditos: @Aníbal Greco

Para encontrar una participación activa de una selección argentina tras consagrarse en la Copa del Mundo hay que remontarse a la de 1978. Si bien los primeros encuentros no los disputó en el interior, el conjunto nacional, de la mano de César Luis Menotti, visitó Mendoza, el 18 de septiembre de 1980, para disputar un amistoso ante Chile (2-2), más tarde fue a Mar del Plata, el 4 de diciembre de ese año, para jugar ante Unión Soviética (1-1) y también pasó por Córdoba, doce días después, cuando goleó 5-0 a Suiza.

Para que el equipo volviera a jugar en el interior pasaron dos años. En 1982 disputó dos partidos más, los últimos de un campeón del mundo afuera de la Capital Federal: el 9 de marzo, un empate 0-0 con Checoslovaquia, en Mar del Plata y el 12 de mayo, en Rosario, en el éxito 1-0 ante Rumania.

Miles de seguidores esperaron desde temprano el paso del micro que llevó a la selección a Santiago del Estero
Miles de seguidores esperaron desde temprano el paso del micro que llevó a la selección a Santiago del Estero - Créditos: @Aníbal Greco

Para esta provincia es todo un privilegio haber sido elegida para recibir a los campeones, más allá de las cuestiones de poder que se jugaron una pulseada con Córdoba y Rosario, ya que no es la primera vez que tiene al equipo de Lionel Scaloni jugando en el Madre de Ciudades. Es que aquí se disputó, el 4 de junio de 2021, el choque ante Chile (1-1) por las eliminatorias para Qatar 2022, recordado porque fue el primer encuentro de Dibu Martínez en el arco del seleccionado argentino.

Para la selección son días de fiesta y homenajes. Aquí todos están pendientes de cada movimiento: desde los balcones de las casas que lindan con el hotel Hilton y hasta desde algunas ventanas del edificio de la gobernación, la gente intentó retratar la llegada de los héroes de Qatar. Y mientras esperaron siguieron desde sus celulares los homenajes a los jugadores argentinos en Paraguay. Es que el equipo de Scaloni, antes de desembarcar aquí, hizo escala en Luque para recibir otro tributo.

Aquí, allá y en todas partes: Santiago del Estero también se rindió a los campeones del Mundo
Aquí, allá y en todas partes: Santiago del Estero también se rindió a los campeones del Mundo - Créditos: @Aníbal Greco

En el homenaje que realizó la Conmebol también quedó claro que este equipo es de la gente, que no hay demagogia en eso. Porque fueron los hinchas los que les entregaron premios a los futbolistas e hicieron emocionar a Scaloni, a Enzo Fernández y a Messi. Lo mismo sucedió cuando Soledad tomó de la mano al capitán y le cantó la canción Brindis, que el propio rosarino usó en su cuenta de Instagram cuando logró la Copa del Mundo en Qatar.

Todo muy sentido, una ceremonia cálida, hasta con hologramas de Pelé y Maradona hablándole a Messi por la corona lograda. Una estatua para el rosarino, con una réplica suya en tamaño real, y hasta una chicana de Alejandro Domínguez, el presidente de la Comnebol, para el capitán del seleccionado argentino: “Lo único que te falta es la Copa Libertadores”. Así, todo a flor de piel, emotivo por donde se lo mire, sin acartonamiento, con el calor de un equipo que luce cercano, y los hinchas lo sienten así.

Doble vallado: así se preparó el dispositivo para recibir a los campeones del mundo
Doble vallado: así se preparó el dispositivo para recibir a los campeones del mundo - Créditos: @Aníbal Greco

Por eso aquí a nadie le importó estar más de 10 horas detrás de una valla esperando a los campeones del mundo. No hubo ni la más mínima queja, aunque apenas los vieron pasar por un puñado de segundos. Hubo algún ligero desborde en la llegada, cómo no. Imposible contener tantas ganas de agradecer a un plantel que hizo historia; no hay valla que resista el entusiasmo y el fervor que genera este equipo. La selección decidió vivir su aventura con la gente y simplemente se disfrutan. Aquí las lágrimas de los nenes por ver desde lejos y a través de un vidrio a Messi, Dibu Martínez, Rodrigo De Paul, Nicolás Otamendi, Julián Álvarez o Enzo Fernández, resultaron impagables e imposibles de dimensionar. Una comunión perfecta, una de esas conexiones que hacen convencer que la magia existe.