Scottie Scheffler ganó la FedEx Cup y cerró un año increíble, con siete títulos y la medalla dorada en París
Es de esa clase de jugadores que aparecen una vez cada varias décadas. Uno de esos golfistas bendecidos que, lejos de verse intimidados, imponen su presencia, acumulan títulos y mandan en el circuito con mano de hierro. A esta altura, a nadie le sorprende la exhibición de Scottie Scheffler, que en el campo de East Lake, Atlanta, se llevó la FedEx Cup al imponerse en The Tour Championship con una vuelta final de 67 golpes (-4) y un total de 264 (-30). Un triunfo que le reporta como valor agregado la suculenta cifra de 25 millones de dólares, dentro de un total de 100 millones que repartió la bolsa de premios.
El nivel superlativo del N° 1 del mundo –sólido en todas las áreas del juego, en total control de las distancias y granítico en lo mental- volvió aburrido al certamen final de la temporada. Los organizadores buscaban emoción, pero la regularidad, la solidez y la extrema focalización del campeón quitaron dosis de suspenso. De esta manera, el texano puede irse a descansar con objetivos sobrecumplidos: en 2024 ganó siete títulos en el PGA Tour –incluido el Masters- y le agregó un octavo muy especial, fuera de la órbita de la gira norteamericana: el oro en los Juegos Olímpicos París 2024, uno de esos logros que los golfistas valoran especialmente por lo que representa para el deporte universal.
“Me pone orgulloso el trabajo que hicimos con mi equipo. Fue una temporada muy emocional, han pasado muchas cosas fuera de la cancha. Estoy cansado en lo mental, es una temporada larga. Y aquí intentaron atraparme, pero terminó siendo una semana muy buena”, sonrió Scheffler que en el green del hoyo 18 festejó con su mujer, Meredith, y alzó a su bebé Bennett.
Se suponía que Xander Schauffele iba a a ser su principal contendiente, pero el campeón de dos majors este año solo quedó en el cuarto lugar y a 11 golpes. En cambio, el único que intentó hacerle sombra fue Collin Morikawa, aunque no pudo ejercer una presión definitiva y finalizó a cuatro. Así, la tercera fue la vencida para Scheffler, que había arrancado como líder de la FedEx Cup en los dos años anteriores y no había podido cerrar la faena. Ahora sí: tachó otro ítem de su formidable carrera y va por más.
An unforgettable season for Scottie Scheffler! 🏆
He is the only player to win @THEPLAYERS, @TheMasters and the @TOURChamp in the same season. pic.twitter.com/q8bH1vdKmp— PGA TOUR (@PGATOUR) September 1, 2024
Conviene repasar el increíble 2024 de Scheffler, que lo terminó de consolidar como el gran monarca del golf mundial. Dio el primer impacto con su consagración a principios de marzo en el Arnold Palmer Invitational, uno de los torneos insignia del PGA Tour, que se disputa en Bay Hill y que Tiger Woods obtuvo en ocho ocasiones. Apenas una semana más tarde defendió con éxito su corona en The Players, considerado el “quinto major” por la calidad del field de jugadores y la dificultad del trazado. Pero su voracidad estaría lejos de apagarse, ya que en la tradicional semana de abril se impuso por segunda vez en el Masters de Augusta, lo que equivalió a su segundo major y un paso gigante hacia el Salón de la Fama.
One happy family 🥹 pic.twitter.com/QqukVxB43J
— PGA TOUR (@PGATOUR) September 1, 2024
Usualmente, a un ganador de un título de Grand Slam le llega de inmediato un momento de relax o un bajón inconsciente de rendimiento. Los músculos y la mente aflojan. Pero apenas siete días más tarde, el texano se consagró en el RBC Heritage, en Hilton Head. Hasta allí, cuatro títulos en dos meses. Pero todavía faltarían otros cuatro: a principios de junio se quedó con otro de los torneos “signature”, el Memorial Tournament, en la casa de Jack Nicklaus. Y justo después de la victoria de Bryson DeChambeau en el US Open, Scheffler atrapó el Travelers Championship, en Cromwell.
Para dar una muestra cabal de que es un golfista que se adapta a todo, en agosto se probó como atleta olímpico y ganó tras el primer intento: en Le Golf National y después de una remontada increíble en la última vuelta, se colgó la medalla dorada de París 2024 y experimentó emociones en el podio que quizás no imaginó cuando comenzó su carrera. Hasta que este domingo terminó redondeando su inolvidable gesta al imponerse en la FedEx Cup, su 8° lauro del año y su 13° título en el PGA Tour.
Desde la época de Tiger Woods –que en 2007 también había ganado siete títulos del PGA Tour-, no había aparecido un jugador tan dominante: ni Rory Mc Ilroy, ni Dustin Johnson, ni Justin Thomas ni Brooks Koepka, por citar algunos encumbrados en el ranking. Semejante racha de triunfos le permitió a Scheffler agregar otro momento de gloria. Cabe aclarar que arrancó la última escala de la FedEx Cup con un score de -10, según el formato que impera desde hace seis años para el último torneo de la temporada, en el que los jugadores reciben puntuaciones iniciales en función de su posición en la clasificación de la FedEx. En escala descendente, Schauffele había empezado con -8, mientras que el japonés Hideki Matsuyama y Keegan Bradley comenzaron con -7. Pero ninguno de los tres pudo presentarle real batalla al texano, sino que Morikawa (-4 inicial) fue quien más empujó.
Después de las sólidas rondas de 65-66-66 en las tres primeras jornadas, que le permitieron comenzar el domingo como firme puntero, Scheffler padeció el tramo más irregular del torneo en los primeros nueve hoyos de la última vuelta, en donde alternó tres birdies con tres bogeys. Llegó a tener a Morikawa a solo dos golpes de distancia cuando concluía el hoyo 8. Pero tomó envión en el trayecto de vuelta (birdies en los hoyos 10 y 11) y marcó el gran punto de quiebre con el águila en el par 5 del 14, con lo que Scheffler pasó a sacarle cinco golpes de ventaja (-30 contra -25). Al perseguidor del N° 1 solo le quedaba encadenar una impresionante serie de aciertos y esperar el derrumbe del puntero, situación que nunca llegó. Incluso, el texano empezó a jugar con piloto automático, inconmovible hacia su conquista de East Lake.
En medio de innumerables éxitos, si hubo algo discordante en el año de Scheffler fue lo que ocurrió el 17 de mayo, día en que arrancó con traje de preso y las manos esposadas y lo cerró con otra obra maestra sobre el campo de golf. En la mañana del viernes del PGA Championship vivió una jornada que nunca olvidará, en ocasión de un incidente vial con la policía en Louisville, que levantó cuatro cargos en su contra. Pero después de su fugaz paso por la cárcel llegó a tiempo a la cancha de Valhalla Golf Club para jugar la segunda rueda en el horario pactado. Así y todo, su foto apareció en los registros públicos de la página de internet de la Policía Metropolitana de Louisville: el golfista vestido con el tradicional traje naranja que utilizan los reclusos. Quedará como una anécdota.
¿Qué le resta a Scheffler para lo que sigue en su carrera? Ganó mucho, pero todavía tiene por delante la conquista de los otros tres majors: el US Open, el Open Británico y el PGA Championship. Y de esta forma, completar el denominado “Grand Slam”, lo que solo consiguieron en la historia el propio Woods, Nicklaus, Gene Sarazen, Ben Hogan y Gary Player. Si algo tiene el jugador oriundo de Ridgewood, New Jersey, es tiempo: con apenas 28 años, cuenta con margen de sobra para seguir amasando títulos y agigantar su leyenda.