Salvini espera una coalición de derechas en Bruselas pese a su batacazo electoral
Roma, 10 jun (EFE).- El ultraderechista italiano Matteo Salvini, líder de la Liga y actual vicepresidente del Gobierno, expresó su deseo de que una coalición derechista pueda gobernar la Unión Europea pese a su batacazo electoral, relegado a quinta fuerza nacional.
"Espero que pueda cambiar la política europea. Espero una alianza de derechas también en Europa y en esto trabajaré. El miércoles estaré en Bruselas", dijo en una rueda de prensa en la sede de su partido en Milán (norte) tras la noche electoral.
Además reveló que ese mismo día se verá con su aliada francesa Marine Le Pen, gran triunfadora de los comicios europeos con su Agrupación Nacional y con la que comparte el Grupo de extrema derecha Identidad y Democracia (ID) en el Parlamento Europeo.
Salvini, ganador de las elecciones europeas de 2019 con el 34,26 % y protagonista incontestable de la derecha italiana hasta entonces, acumula en los últimos derrotas electorales y en estos comicios ha quedado en quinta posición con el 9,1 % de los votos.
De hecho ha sufrido el pronóstico más calamitoso: ser adelantado por la conservadora Forza Italia (9,7 %) de Antonio Tajani, su otro socio de la coalición a un año de la muerte del fundador del partido, Silvio Berlusconi.
La coalición de Gobierno italiana se ha visto reforzada sobre todo por el buen resultado de los Hermanos de Italia de la primera ministra, Giorgia Meloni, que ganan votos hasta el 28,8 %, manteniéndose como primera fuerza del país casi dos años después de su llegada al poder.
"El Gobierno sale reforzado y los equilibrios en su seno no cambian", afirmó Salvini, defendiendo su posición pese al adelanto de sus socios de Forza Italia.
El político ultraderechista se volcó en la campaña electoral agitándola con la candidatura de un controvertido general expedientado por el Ejército, Roberto Vannacci, por un libro repleto de opiniones homófobas y racistas.
El soldado finalmente ha logrado su escaño en el Parlamento Europeo, a pesar de las polémicas de la campaña, como cuando pidió marcar su voto con "una Décima" (una cruz), en referencia al nombre de una flota de ataque de tiempos del fascismo.
Salvini tomó la riendas de la Liga Norte en 2013 y poco después renegó de sus históricas pretensiones independentistas norteñas para convertirla en un partido ultranacionalista y antiinmigración.
Esto suscitó ciertos recelos en la vieja guardia, aunque Salvini siempre ha mantenido las riendas de la formación.
Sin embargo en la campaña electoral, el histórico fundador de la Liga norte, Umberto Bossi, de 82 años, dijo que no votaría a Salvini sino a Forza Italia, lo que ha sido entendido como un desafío al actual líder del partido.
"Yo no deseo el mal a nadie y a Bossi le he dedicado incluso mi libro. Pero seguramente deberá consultar a los militantes", avanzó Salvini, dejando entender eventuales medidas contra el veterano político.
"Nuestro partido crece a pesar de que su fundador haya votado a otros, algo curioso. No falta al respeto al secretario, sino a toda una comunidad", lamentó.
(c) Agencia EFE