Rubén Botta, el crack a los 34 años: el 10 que quería Riquelme y estuvo cerca de Boca que ahora es una bandera de Talleres en la Copa Libertadores

Rubén Botta, una de las figuras de Talleres de Córdoba que pisa fuerte en la Copa Libertadores 2024
Rubén Botta, una de las figuras de Talleres de Córdoba que pisa fuerte en la Copa Libertadores 2024 - Créditos: @Nicolas Aguilera

¿Puede un jugador que viene de irse al descenso en diciembre de 2023 ser un “10 sensación” en la Copa Libertadores 2024? Sí. Rubén Botta logró algo que no suele ser común. Si un futbolista le toca irse a la B y encima superó la barrera de los 30, por ahí le cueste más trabajo volver a sentirse importante. El habilidoso zurdo lo hizo, llamó la atención de Juan Román Riquelme para ser refuerzo de Boca y terminó siendo la bandera de fútbol de un Talleres que quiere dar el batacazo en el certamen más importante de América y también afirmarse como candidato en la Liga Profesional que está por comenzar.

Este miércoles confirmó su buen momento en la victoria de la “T” ante Barcelona de Guayaquil por 3-1 en el estadio Kempes. Anotó un golazo con un remate cruzado. Justamente los latigazos que saca (sus disparos fuertes y desde lejos) son muy difíciles de defender para los arqueros. Ante el conjunto ecuatoriano, triunfo que le posibilitó al conjunto cordobés mantener el primer puesto del Grupo B que también comparten con San Pablo y Cobresal, Botta tocó 46 pelotas, dio 27 pases (según estadísticas de Opta), remató 4 veces (2 de ellas en dirección al arco), generó 5 chances de gol y cometió más faltas (3) de las que recibió (1), sinónimo de que no le quita la pierna a la marca y que muchas veces es el primer eslabón de la presión cuando se pierde la pelota en ataque: así generó dos quites con posesión.

Rubén Botta disfruta su presente y el de Talleres
Rubén Botta disfruta su presente y el de Talleres - Créditos: @Diego Lima / AFP

Fue el cuarto jugador con más pases realizados, detrás de Ulises Ortegoza (35), Gastón Benavídez (32) y Marcos Portillo (30). No tuvo un porcentaje alto en el acierto de las entregas (55,6%), pero aun así fabrica peligro, aunque varias veces no acierte cuando levanta la cabeza.

En el esquema táctico de Walter Ribonetto, que puede oscilar entre un 4-3-3 y un 4-2-3-1, Botta suele arrancar desde la derecha para luego tirarse al medio. En los viejos “pizarrones”, tiene movimientos de 8 a 10. Como el entrenador suele jugar con dos delanteros veloces por afuera y un centrodelantero definido, también puede arrancar más adelantado, como falso wing derecho –a perfil invertido- para enganchar, aprovechar el recurso de la gambeta –unos de los que mejor maneja- y quedar de frente al arco. En Talleres suma 3 goles y 4 asistencias en 14 partidos.

Rubén Botta acelera ante River y Villagra no lo puede frenar
Rubén Botta acelera ante River y Villagra no lo puede frenar - Créditos: @Prensa Talleres

Pocas veces un club da información sobre la contratación de un futbolista. En el caso de Talleres hasta comentaron desde cuándo lo venían siguiendo: “El Departamento de Scouting de la institución sigue la evolución del jugador desde 2015, destacando en Botta su liderazgo trasladado al juego, siendo una opción permanente de generación de peligro para todos los equipos en los que ha jugado. Por su posicionamiento y entendimiento táctico, el futbolista siempre encuentra lugares por dónde lastimar al rival”. A la “T” el pase le costó 300.000 dólares más la cesión a préstamo de dos jugadores para Colón, Ignacio Lago y Bruno Juncos. Llegó para reemplazar el talento de otro zurdo: Rodrigo Garro, que se fue a Corinthians.

“Rubén cuenta con una gran pegada, siendo responsable de las acciones de balón parado. Presenta además una gran virtud en el manejo de los tiempos, interpretando los momentos para atacar y cuándo conservar la pelota. Por su carrera, personalidad y cualidades técnico-tácticas, Rubén Botta es un jugador fundamental para el armado del equipo en esta Temporada en la que Talleres tendrá además de los torneos locales, dos competencias internacionales”, completó la explicación por su ficha la entidad cordobesa.

El fútbol de Botta ante Barcelona (E)

Ya en un Colón que le costaba ganar, primero con Néstor Gorosito y luego con Israel Damonte, había sido uno de los pocos futbolistas en generar aplausos. Y eso que tampoco había sido una maravilla: marcó 3 goles en 17 partidos, tuvo altibajos, se mostró bastante irregular con sus rendimientos de un partido al otro, pero se destacó muchísimo en un partido ante River (2-2), en Santa Fe, donde hizo dos goles. Dicen que Riquelme ya lo venía observando desde antes.

“No llegué a hablar con Riquelme, pero estuve cerca de jugar en Boca. Es como todo, uno pone en la balanza y toma decisiones. A mi edad uno elige estar cómodo y tranquilo, que sea más fácil la adaptación. Sé que Andrés (Fassi) es ganador y uno eligió la tranquilidad. Talleres hace muchos años demuestra que pelea arriba y que tiene un proyecto”, reconoció Botta en marzo de este año. Y agregó: “Fueron las negociaciones, por temas que uno prefiere evitar. No me fueron llevando como yo pienso, como quería llevar mi carrera. Ya no soy un pibe. Creo que tomé una decisión justa. Estoy muy feliz de estar acá. Disfruto del día a día”.

Rubén Botta, en un partido entre Colón y Gimnasia
Rubén Botta, en un partido entre Colón y Gimnasia - Créditos: @Captura TNT Sports

No era el primer 10 zurdo al que el presidente xeneize le había puesto el ojo: antes fue Oscar Romero (de paso irregular por el Xeneize); más cerca en el tiempo, Matías Rojas, que hace poco recaló en el Inter Miami de Messi, y Benjamín Rollheiser, en su etapa en Estudiantes (finalizó en Portugal). Se dio el gusto con Kevin Zenón, que respondió positivamente desde el primer momento y está a la altura del desafío, pero Riquelme siempre tuvo debilidad por los jugadores como Botta.

¿Puede Botta ahora despertar admiración y aplausos si en 2019 había tenido la chance de jugar en un grande pero no la aprovechó? Sí. El zurdo parece haber encontrado el punto justo de su rendimiento ahora. En febrero de 2020, no bien se dio su traspaso a Defensa y Justicia, se había quejado contra Juan Antonio Pizzi, DT que lo tuvo en San Lorenzo, en declaraciones a TyC Sports: “Los últimos seis meses en San Lorenzo no me tocó jugar y no la pasé bien. Siempre intenté y siempre entrené, por eso hoy tengo esta revancha. En San Lorenzo, cuando llegamos a la pretemporada, Pizzi habló con los que no iba a tener en cuenta y a mí nunca me dijo nada. Es más, la primera fecha me tocó jugar. Se portó muy mal, pero nunca dije nada y siempre respeté al club y a mis compañeros. Muchas veces me dio bronca, pero ahora doy vuelta la página”. En el Ciclón jugó 78 partidos, anotó 6 goles y aportó 5 asistencias, pero en el Halcón tampoco pudo despegar: apenas 9 partidos y un gol.

Botta, con la camiseta de San Lorenzo, ante Nacional de Uruguay
Botta, con la camiseta de San Lorenzo, ante Nacional de Uruguay

Para entender un poco el presente, de por qué rinde como wing derecho o 10 en Talleres, vale la explicación que había dado Botta en el Ciclón: “Cuando llegué, me tocó jugar de wing izquierdo, algo que nunca hice y que quizás se me hizo difícil. Tuve partidos malos jugando ahí, lo reconozco. Pero cuando me tocó jugar en una posición que era la mía, por derecha, muchas veces lo hice muy bien. No es una excusa, pero uno a veces se siente más cómodo en otros sectores de la cancha”. Ahora se mueve a sus anchas en la “T”, con libertades y dentro de un equipo muy ofensivo.

El descenso de Colón lo marcó negativamente: “Fue durísimo, me tocó tocar finales... Lo hablé con muchos amigos y no se lo deseo a nadie. No puedo explicar lo que sentís, es durísimo, la entrada en calor, el día que llegás. Cuando mirás a la gente, los nervios... No me tocó jugar un partido así, es uno de los momentos más duros que me tocó en mi carrera”, había reconocido en ESPN. Pero el fútbol le hizo recuperar la sonrisa.

Tras aparecer en Tigre en la temporada 2008/09, apenas jugó 12 partidos en Inter de Milán “Para mí será un honor vestir la camiseta del Inter y poder jugar junto a Javier Zanetti, Esteban Cambiasso, Diego Milito y a otros campeones”, había revelado Botta en una entrevista al diario Corriere dello Sport); 21 en Chievo Verona, 31 en Sambenedettese y 57 en Bari, donde logró el ascenso a la Serie B. Estuvo en México, donde fue campeón con Pachuca. Pensar que Botta estuvo en las inferiores de Boca. En 2013 reconoció: “Me echaron porque no hacía las cosas bien. Estaba como en un cumpleaños, en otra”. Ahora estuvo cerca de volver, pero el destino le puso la escala en Talleres. En Córdoba es determinante y está feliz, aportando goles y asistencias. A puras gambetas, no se fija en el calendario y se entusiasma con llegar lejos la Copa Libertadores.