La revancha de Lucas Boyé, de Elche a Granada en una cifra millonaria y lejos de las cuentas pendientes en River

Lucas Boyé, grito de gol de Elche... rumbo a Granada
Lucas Boyé, grito de gol de Elche... rumbo a Granada - Créditos: @Twitter @elchecf

Lucas Ariel Boyé nunca tuvo continuidad en River. Era joven, fallaba en el área y se confundía metros más atrás. Tenía talento: se notaba a la distancia. Pero los tiempos en el gigante lo fueron desgastando, al mismo tiempo que Marcelo Gallardo acrecentaba su figura como entrenador. No hubo sintonía. Marcó dos goles en 37 partidos entre 2014 y 2015, cuando el Muñeco empezó su obra fundacional en el campo internacional. Uno de los tantos jóvenes de la casa (sigue ocurriendo hoy) que debieron emigrar.

Marzo de 2021. Boyé daba vueltas por el mundo y admitía, a la distancia, su irregularidad. “Me gustaría que River me venga a buscar en un futuro”, reconocía el atacante en una charla periodística. “En River me quedó la espina de no poder demostrar como jugador. En algún futuro me gustaría volver a la Argentina y a River. Hoy estoy cómodo acá”. Y fue más allá: “Marcelo (Gallardo) genera algo muy fuerte. En ese año y medio que estuve en River, que me tocó vivirlo de cerca, ya se notaba que era un entrenador distinto para el fútbol argentino. Era chico, no supe soportar, como sí hay chicos que lo hacen. Así es el fútbol, uno va creciendo y formando experiencia”. El análisis fue crudo, directo a las presiones que no todos están dispuestos a sostener. Algunos, solo necesitan tiempo.

Una vida de trotamundos. Newell’s, Torino (Italia), Celta (España), AEK Atenas (Grecia), Reading (del ascenso de Inglaterra): 13 goles repartidos en cinco temporadas no ofrecían un cartel luminoso, cuando se presentó en Elche, un conjunto de capitales argentinos, tres temporadas atrás. En España, al fin, encontró su lugar en el mundo, con 23 tantos en 100 partidos, más allá de que el grito de gol nunca fue su fuerte estelar. En ese lapso, hasta dejó en el banco de suplentes a Pipa Benedetto, uno de los aportantes financieros al desarrollo de Elche. En nuestro medio, el recuerdo fresco de la clase del delantero de Boca en comparación con el ex hombre de River ofrecía ciertas resistencias. Sin embargo, el delantero santafesino, de 27 años, siempre estuvo delante. Titular y referente, con la dificultad adicional desde el juego de estar en un equipo que siempre pelea por no descender.

Pipa es socio del empresario Christian Bragarnik. “Tener acciones en el Elche me genera mucho compromiso, pero sigo siendo jugador. Pienso en el equipo y en cumplir los objetivos que se fijó el plantel”, decía Benedetto, que se sumó a préstamo por un año y con opción de compra definitiva procedente del Olympique de Marsella en agosto de 2021. “No me considero una estrella, sino igual que todo el grupo. Sé que las expectativas conmigo son grandes y espero estar a la altura”, expresaba. Sin embargo, casi siempre estuvo a la sombra de Boyé. Tiempo después, volvió a Boca. Y el joven que se fue en silencio del fútbol argentino crecía a pasos cortos y firmes.

Simeone, Boyé y Driussi escuchan a Gallardo: otros tiempos
Simeone, Boyé y Driussi escuchan a Gallardo: otros tiempos

Ahora, su crecimiento lo proyecta hacia otra dimensión. Granada lo va a comprar por unos 8 millones de euros, con variables a futuro . Según se supo, se trata de la transferencia más alta de la historia de la pequeña entidad, que se encuentra en la posición 15° en la segunda división. Granada ocupa la misma ubicación, pero en primera.

Boyé no participó en el entrenamiento celebrado este lunes en el campo Díez Iborra de la Ciudad Deportiva, aunque estuvo en el estadio, en donde otro grupo de jugadores se ejercitó en el gimnasio. El delantero había disputado los últimos 30 minutos del partido de la pasada jornada ante el filial de Villarreal (1-0), ya que arrastraba un dolor físico.

“Quédate Boyé”, fue el grito de un reducido grupo de hinchas. Ante este panorama, el técnico Sebastián Beccacece se mostró convencido de que Elche hará un esfuerzo en los próximos días para incorporar delanteros que garanticen un buen promedio goleador ante la salida de Boyé.

Lucas Boyé, un goleador, de frente y de espaldas
Lucas Boyé, un goleador, de frente y de espaldas

El entrenador argentino afirmó estar agradecido a Boyé por el compromiso que mostró con el equipo español a pesar de las ofertas y rumores de su posible marcha a otro club durante los últimos días. “No controlo el mercado y sé que tiene muchísimas opciones. Yo agradezco su compromiso. Si se va, voy a estar agradecido por tener una persona maravillosa que lo dio todo. Y si se queda, lo vamos a disfrutar”, comentó.

“Lucas, quédate” fue el mensaje que se repitió en la última jornada. “No sé si puede influir porque son decisiones personales. Ya dio muestras de lo que dice su corazón, a pesar de haber recibido un bombardeo constante de llamadas. Él está feliz porque no se guarda nada”, explicó el entrenador rosarino.

“Si sale la gente lo va a comprender y a disfrutar. No es un tema de corazón, sino también de objetivos. Están las ofertas de primera y está la selección. Hay otros aspectos que tienen que ver más allá”, argumentó el DT.

Enero de 2022. “En varios equipos tuve continuidad, pero nunca esta continuidad. Nunca tuve tres partidos seguidos. Son todos factores que a la larga ayudan, pero la confianza es lo que más sirve a la hora de cambiar. La confianza cuesta mucho conseguirla y se va muy rápido”, manifestaba. Y sostenía a la distancia: “Obviamente me encantaría volver a jugar en Argentina en algún momento porque siento que no lo disfruté como debía. Me encanta estar allá, cerca de los míos. Obviamente que en algún momento me gustaría volver”.

Ahora, dio otro salto de calidad, entre tanto cabezazo goleador. Y en España, en donde descubrió su zona de confort.