Representante del cardenismo llega al segundo piso de la 4T

CIUDAD DE MÉXICO, julio 12 (EL UNIVERSAL).- El cardenismo como figura central de la izquierda mexicana ha afianzado su presencia un periodo más, en el llamado segundo piso de la Cuarta Transformación.

A partir del 1 de octubre, Lázaro Cárdenas Batel regresará a Palacio Nacional como jefe de la Oficina de la Presidencia, en el mandato de la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Con Andrés Manuel López Obrador fue coordinador de asesores.

Cárdenas Batel es nieto del presidente Lázaro Cárdenas del Río, quien llevó a cabo la expropiación petrolera en 1938 e hijo del tres veces candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, precursor de la lucha democrática y fundador del ya casi extinto PRD.

A Cárdenas Batel y Sheinbaum los unen años de amistad y 36 años de lucha política, desde el fraude electoral de 1988 contra el ingeniero Cárdenas, cuando "se cayó el sistema" y Carlos Salinas (PRI) "ganó" la Presidencia de la República.

Licenciado en Etnohistoria por la ENAH, donde conoció las culturas indígenas y pueblos de América Latina, aprendiz del quehacer político de figuras como su padre, Heberto Castillo, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, de la llamada Corriente Democrática, Cárdenas Batel fue miembro fundador del PRD.

En 1994, pasada la elección presidencial, con el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, Cárdenas Batel junto a su padre, el entonces presidente del partido del sol azteca Andrés Manuel López Obrador y la activista Rosario Ibarra se reunieron con el subcomandante Marcos para buscar la paz.

De ahí vino una carrera ascendente en cargos de elección popular: diputado federal por el XII Distrito Electoral con cabecera en Apatzingán, en 2000 fue senador y dos años más tarde, igual que su abuelo y su padre, fue electo como gobernador —el primero no emanado del PRI— de su natal Michoacán.

En su mandato como gobernador, solicitó al entonces presidente Felipe Calderón la intervención de la Federación ante el recrudecimiento de la violencia en Michoacán.

Al igual que su abuelo y su padre, Lázaro Cárdenas mantiene buenas relaciones con el gobierno de Cuba, en la actual administración fue clave en el acuerdo que México logró con el presidente Miguel Díaz-Canel para enviar médicos especialistas cubanos a zonas marginadas del país, a falta de personal mexicano.

Así, Cárdenas Batel se ancla como figura del cardenismo en la próxima administración.