El desesperado mensaje del alcalde mexicano de Chilpancingo días antes de ser decapitado: “Ayúdenme a luchar”

Alejandro Arcos tenía 42 años cuando fue asesinado
Alejandro Arcos tenía 42 años cuando fue asesinado

CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandro Arcos Catalán, el recién electo alcalde de Chilpancingo, en el estado mexicano de Guerrero, no llegó a dar muchos discursos desde su asunción el lunes pasado. En uno de esos mensajes, hizo un fuerte llamado por la paz en medio de una terrible ola de violencia. Días después, apareció decapitado.

La semana pasada, en su primer discurso como alcalde Arcos expresó su deseo de que todos los sectores de la sociedad se unieran en la lucha contra la inseguridad: “La seguridad requiere el compromiso de todas y todos, hago un llamado a los tres niveles de gobierno, empresarios, sociedad civil y familias de Chilpancingo, les pido, con el corazón en mi mano: ayúdenme a luchar y construir la paz, la paz que todos necesitamos”.

El video -que muestra al alcalde decir esto con la mano en el pecho- se hizo viral en las redes tras su asesinato el domingo.

Seis días después de asumir, Arcos fue brutalmente asesinado. Su cabeza apareció en el techo de una camioneta en la colonia Villas del Roble, mientras que el resto de su cuerpo yacía dentro del vehículo. El crimen ocurrió tres días después de que su secretario general, Francisco Tapia, también fuera asesinado en una calle del centro de Chilpancingo.

Incluso dos días antes de ser asesinado, Arcos declaró en una entrevista radial con Pascal Beltrán del Río que, a pesar de que el homicidio de su secretario general podría interpretarse como una advertencia, él no había recibido amenazas directas.

“No, hasta ahora no he recibido ninguna llamada, mensaje o cualquier intento de presión”, había dicho.

Los primeros reportes indican que Arcos, quien había asumido el cargo el 30 de septiembre, fue una de las últimas víctimas de una creciente ola de violencia en el estado de Guerrero.

El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, confirmó el asesinato a través de redes sociales y exigió que la Fiscalía General de la República atrajera el caso para investigar el doble homicidio de Arcos y Tapia.

“¡Basta ya de violencia e impunidad! Las y los guerrerenses no merecen vivir con miedo”, dijo el PRI en la red social X.

Evelyn Salgado, la gobernadora del estado de Guerrero, cuya capital es Chilpancingo, condenó el asesinato de Arcos. ”Su pérdida enluta a toda la sociedad guerrerense y nos llena de indignación”, escribió en X, sin dar detalles de las circunstancias de su muerte.

Arcos ganó las elecciones impulsado por la coalición formada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Guerrero, y especialmente Chilpancingo, ha sido escenario de una guerra implacable entre grupos criminales locales que buscan controlar el tráfico de drogas y las actividades como el secuestro, la extorsión y el comercio informal. La región se ha convertido en un territorio disputado por facciones como Los Tlacos y Los Ardillos, quienes, según investigaciones, estarían detrás de una larga serie de crímenes y amenazas que mantienen a la población en constante temor.

Más de 450.000 personas han sido asesinadas y decenas de miles han desaparecido en México desde que el gobierno desplegó al ejército para combatir el narcotráfico en 2006. Los políticos, particularmente a nivel local, con frecuencia son víctimas de la violencia relacionada con la corrupción y el tráfico multimillonario de drogas.

Agencias AP y AFP

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