Repartía biblias sólo a delanteros

Édgar Luna

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 16 (EL UNIVERSAL).- Muy peculiar la carrera de Toninho, que por un acto divino llegó a México, justo cuando empezó a regalar biblias a sus rivales.

"Me dispensaron en el Luis Ángel Firpo, no andaba, me fui a Costa Rica, anoté goles y el Firpo me volvió a contratar", recuerda.

"Abracé la religión para salir de esto", confiesa.

Un amigo argentino trajo sus videos a México. No lo quisieron en Tecos, Cruz Azul, UdeG, y el América le dio la oportunidad.

Y por cierto, nunca le regaló una biblia a un defensa: "Muchos podrían pensar que eso podría condicionar a quien me marcara. Las biblias con dedicatoria se las daba a los delanteros".