Raisí califica como un “golpe” a los oponentes la participación en las elecciones iraníes

Teherán, 2 mar (EFE).- El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este sábado que la asistencia a las urnas de los iraníes en las elecciones parlamentarias de ayer supuso “un golpe a los obstinados oponentes” del país, en una participación que los datos iniciales sitúan en torno al 41 %, la más baja en la República Islámica.

“Esta presencia, llena de pasión y comprensión, fue otro golpe para los obstinados oponentes de Irán después del golpe histórico que recibieron en los disturbios del año pasado”, afirmó Raisí en un comunicado difundido por la agencia estatal IRNA.

El presidente iraní hacía así referencia a las protesta desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022, en las que se pidió el fin de la República Islámica, y de las que Teherán acusó a Estados Unidos y otros países occidentales de fomentar.

Ahora Raisí afirmó que “los detractores de Irán usaron todo su poder para que las elecciones del 1 de marzo fueran infructuosas” y aseguró que gastaron “miles de millones de dólares” en ello.

La agencia estatal IRNA situó la participación en un 41 % citando datos preliminares, en comparación con las legislativas de 2020 en las que votó un 42 %, el nivel más bajo en la historia de la República Islámica, que ha dado siempre gran importancia al alto número de votos como prueba de su legitimidad y respaldo popular.

Irán celebró el viernes elecciones al Parlamento y a la Asamblea de Expertos en las que estaban llamados a las urnas 61 millones de personas, en los primeros comicios después de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022.

Su muerte provocó unas fuertes protestas de marcado tono feminista en las que se pidió el fin de la República Islámica y desaparecieron tras una represión policial que causó 500 muertos, la detención de 22.000 personas y por las que se ejecutaron a ocho manifestantes, uno de ellos en público.

Descontento

Las elecciones llegaron dominadas por los conservadores y en medio de un descontento popular que amenaza con una baja participación, además de por las protestas, por la mala situación económica y la descalificación de políticos reformistas.

Las autoridades multiplicaron las llamadas a votar, mientras que los opositores e incluso políticos reformistas pidieron boicotear las elecciones.

Unos 15.200 candidatos -1.713 de ellos mujeres- compiten por los 290 escaños del Parlamento, mientras que 144 clérigos se presentan a los 88 puestos de la Asamblea de Expertos, órgano que elige al líder supremo de la República Islámica en caso de vacante.

Este organismo se elige cada ocho años y podría ejercer un papel determinante en este mandato, dado que el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ya tiene 84 años.

(c) Agencia EFE