Racing y Boca, por la Copa Libertadores: una noche caliente en Avellaneda, una semifinal en juego, cartas ocultas y los morbos que rodean el duelo

Cuando siquiera terminó agosto, y septiembre apenas asoma en el horizonte, Racing y Boca saldrán este miércoles desde las 21:30 al césped del Cilindro de Avellaneda a definir en 90 minutos buena parte del destino de su año. Lo que está en juego es el pase a la semifinal de la Copa Libertadores, una competición que se volvió una obsesión en los últimos años tanto para la Academia como para los xeneizes.

Boca, seis veces campeón, persigue con obstinación la séptima conquista desde 2007: en estos 16 años disputó dos veces la final, pero no pudo ganarla. Racing, en tanto, no logra llevar al plano internacional el protagonismo que consiguió en el fútbol argentino en la última década, en la que logró dos campeonatos y tres copas locales; la última vez que cruzó la frontera de los cuartos de final de la Libertadores fue en 1997.

Si el 0 a 0 del partido de ida, disputado el miércoles pasado, en La Bombonera, había dejado un escenario abierto y sensaciones encontradas en ambos equipos, la fecha del fin de semana por la Copa de la Liga trajo una de cal y una de arena de cada lado del Riachuelo. El equipo de Fernando Gago consiguió un buen triunfo como visitante ante Tigre, con una formación plagada de juveniles que tuvo como figura, asistente y goleador a Juan Fernando Quintero, quien parece haberse ganado un lugar para aparecer desde el arranque en Avellaneda, en su primera vez como jugador académico en condición de local. La presencia del exRiver es uno de los condimentos especiales de este cruce. Para Jorge Almirón, en cambio, la excursión a Junín dejó malas sensaciones por la derrota y por el bajo rendimiento individual de algunos posibles recambios, en especial el de Darío Benedetto, que falló un penal en el último tramo del partido.

Si Gago y Almirón ya jugaron al suspenso con las alineaciones en el partido de ida, la historia se repetirá en este encuentro de vuelta. ¿Boca volverá a jugar con tres centrales en el fondo? ¿Aparecerá finalmente Quintero desde el inicio como atacante por derecha en Racing? Preguntas que encontrarán respuesta recién una hora antes del arranque. Además de esconder el mazo, ambos entrenadores saben que tienen a algunas de sus cartas más bravas marcadas. Por el lado local, Roger Martínez reaparece entre los concentrados: a cuatro semanas de su desgarro lo más probable es que comience sentado en el banco de suplentes para saltar a la cancha la última media hora de juego. En el visitante, Valentín Barco, que sufrió una lesión muscular el miércoles pasado, también podría correr una suerte parecida a la del colombiano. Gago concentró 29 futbolistas mientras que Almirón también presentó una lista XXL, con 27.

Más allá de lo que ocurra con los refuerzos estrella Quintero/Cavani, o con los lesionados Roger Martínez/Barco, otro foco de atención estará puesto en los arcos. El 0 a 0 de la ida deja abierta la chance para los penales, una situación en la que ambos equipos tienen especialistas como Gabriel Arias y Sergio Romero, con el agregado del morbo que se desprende del arquero xeneize. Romero, surgido de Racing, identificado con el club al punto que una de las canchas del Predio Tita lleva su nombre, por primera vez en su vida será visitante en el Cilindro de Avellaneda. “Soy hincha de Racing, pero ahora voy a morir por la camiseta de Boca”, dijo el arquero en la previa de estos cuartos de final. En 2004, como arquero de la Sexta, Chiquito ya vivió una definición por penales entre la Academia y el conjunto xeneize: tapó tres penales y fue la figura de la consagración racinguista en la Villa Olímpica de Vélez, en lo que resultó una presentación en sociedad de la gran carrera que protagonizó luego.

Cómo recibirán los hinchas de Racing a Romero es otra de las preguntas que se empezará a responder pasadas las 21. Lo que sí se sabe es que se espera un Cilindro de Avellaneda repleto, con localidades agotadas. En la Copa Libertadores, la Academia suma tres victorias y un empate como local; Boca, en tanto, acumula un triunfo, dos empates y una derrota en condición de visitante. En sus 102 partidos como entrenador académico, Gago supo construir una auténtica fortaleza en el estadio Presidente Perón, aunque también allí recibió dos de los golpes más fuertes del ciclo, como las derrotas ante River de Uruguay, por Copa Sudamericana, y River, en el desenlace de la Liga Profesional 2022.

Todos los antecedentes de los cinco cruces decisivos que se dieron en los últimos tres años -cuartos de final de la Copa Libertadores 2020, las semifinales de la Copa de la Liga 2021 y 2022, el Trofeo de Campeones 2022 y la Supercopa Internacional 2023, disputada en Abu Dhabi- y los morbos por las historias cruzadas que esconde esta llave entre Boca y Racing, quedarán reducidos a la mínima expresión cuando el árbitro uruguayo Andres Matonte pite el final del encuentro. Nada es más importante que la presencia en la semifinal de la Copa Libertadores, que estar entre los cuatro mejores equipos del continente. Eso es lo que estará en juego en esta noche caliente en Avellaneda. Nada menos.