"Nuestras raíces se pueden conservar con la tecnología"

CIUDAD DE MÉXICO, julio 21 (EL UNIVERSAL).- Gabriela Salas Cabrera es ingeniera en Tecnología de la Información, programadora, científica y maestra en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial. Actualmente cursa la licenciatura en Matemáticas y acaba de implementar la lengua indígena náhuatl de la Huasteca oriental en el traductor de Google. Para ella este es el inicio de muchas acciones a favor de su comunidad: Chapulhuacán, Hidalgo.

"Un día mi mamá me preguntó: '¿nuestras raíces se pueden conservar con la tecnología?' No tenía la respuesta en ese entonces, pero se puso de moda el chat GPT y la inteligencia artificial y me surgió la idea. Después empecé a trabajar en mi propio sistema que ayude a preservar y rescatar las lenguas en peligro de extinción", dice Gabriela Salas en entrevista con EL UNIVERSAL.

Aunque de pequeña quería ser ginecóloga porque su abuela era partera, no contaba con oportunidades para mudarse a la Ciudad de México para estudiar. Por lo que tomó otro camino y poco a poco encontró su verdadera pasión: los datos y la programación.

Gabriela ha sido testigo de cómo la enseñanza del idioma inglés ha desplazado a las lenguas indígenas. Ahora, su prioridad es combinar la tecnología, ciencia y cultura para promover las tradiciones y costumbres de los pueblos originarios.

"Tenemos 68 lenguas indígenas que se están perdiendo, sobre todo en el norte de México, ahí domina el inglés. Al hacer el sistema, consulté a una persona mayor para corroborar, porque yo hablo náhuatl pero no se compara a una persona que habla la lengua de forma pura", dice.

Su amor por la tecnología y su comunidad la han llevado a ser líder en grupos multidisciplinarios, dar talleres, clases y conferencias.

Una mujer indígena brillante

Gabriela se caracteriza por ser una mujer autodidacta, le encanta estudiar y emprender acciones para ayudar a grupos vulnerables. Quiere impulsar a niñas que deseen desempeñarse en matemáticas, ciencia y tecnología; prevenir el suicidio y la depresión en su comunidad y eliminar los matrimonios forzados que aún persisten en Hidalgo.

"Hago análisis para prevenir los casos de suicidio, porque desgraciadamente las cifras son muy elevadas y si nadie quiere ver esta situación, yo tengo que dar una solución porque ocurre en mi municipio".

Uno de sus sueños es que las niñas no abandonen sus estudios por falta de oportunidades.