Los Pumas son semifinalistas en los mundiales cada ocho años: las situaciones que atravesaron hasta llegar a este punto

Julián Montoya dice sus palabras de capitán después de la victoria contra Gales en un cuarto de final, pero los festejos de los compañeros casi pasan por encima del discurso: los Pumas son semifinalistas en el Mundial de Francia.
Julián Montoya dice sus palabras de capitán después de la victoria contra Gales en un cuarto de final, pero los festejos de los compañeros casi pasan por encima del discurso: los Pumas son semifinalistas en el Mundial de Francia. - Créditos: @Dan Mullan

PARÍS, Francia.– Los amantes de las cábalas habrán apostado por los Pumas. Cada ocho años están en semifinales. Francia 2007, Inglaterra 2015, Francia 2023. En los últimos cinco mundiales, tres veces estuvieron entre los cuatro mejores. Más que potencias como Australia (dos), Francia (dos), Gales (una) e Irlanda (cero) e igual que Inglaterra. Sólo Nueva Zelanda y Sudáfrica, con cuatro presencias en semifinales, los superan. Esto no alcanza para convertir al rugby argentino en una potencia, pero sí habla de un crecimiento sostenido.

Cuando los Pumas besaron la medalla de bronce 16 años atrás, se dio algo súbito, inesperado. Esta vez, llegar a las semifinales cabía dentro de la lógica. No obstante, el camino transcurrido desde la victoria sobre Francia en el Parque de los Príncipes que le valió su mejor posición histórica hasta el duelo de este viernes en el Stade France con los All Blacks, es lineal. Muy por el contrario, se trata de un recorrido sinuoso. Si se pudiera graficar con una línea, ésta se parecería mucho a un electrocardiograma. Pero si fuera una sola línea que uniera el punto de partida con el de llegada, claramente sería ascendente.

Backs como forwards: Emiliano Boffelli, Santiago Chocobares y Santiago Carreras son los primeros en llegar al ruck que se forma por el tackle a Juan Cruz Mallía; es una escena del triunfazo argentino contra Gales.
Backs como forwards: Emiliano Boffelli, Santiago Chocobares y Santiago Carreras son los primeros en llegar al ruck que se forma por el tackle a Juan Cruz Mallía; es una escena del triunfazo argentino contra Gales. - Créditos: @ap

El viernes, los Pumas jugarán ante los todopoderosos All Blacks por un lugar en la final de Francia 2023. El encuentro será a las 21 (16 hora argentina) en el Stade de France, de Saint-Denis. Nueva Zelanda llega como amplio favorito, por historia y por presente. Los argentinos tienen la garra y el empuje de la gente. Llegar a la final sería utópico. En 2007, lo mismo se decía de que se quedara entre los cuatro mejores.

Curiosamente, Nueva Zelanda es el único equipo del hemisferio sur con el que les faltaba enfrentarse a los Pumas en una semifinal. La primera fue frente a Sudáfrica; la otra, contra Australia. Si algo cambió desde 2007, es el roce que adquirió la Argentina ante las potencias del sur, gracias al ingreso al Rugby Championship.

Hasta ahora, el tercer puesto de los Pumas en Francia 2007 es el máximo logro del rugby argentino; Ignacio Corleto y Lucas Borges están en el centro del festejo tras el 17-12 inicial sobre el local.
Hasta ahora, el tercer puesto de los Pumas en Francia 2007 es el máximo logro del rugby argentino; Ignacio Corleto y Lucas Borges están en el centro del festejo tras el 17-12 inicial sobre el local. - Créditos: @JACQUES DEMARTHON

Cuando los Pumas fueron terceros en este país confluyeron varios factores. El plantel conducido por Marcelo Loffreda era muy heterogéneo. Reunía, por primera vez, un grupo de jugadores de elite que eran figuras en Francia e Inglaterra: Agustín Pichot, Felipe Contepomi, Juan Martín Hernández, Patricio Albacete, Juan Martín e Ignacio Fernández Lobbe, Martín Scelzo, Mario Ledesma... Al mismo tiempo, el plantel se completaba con amateurs, que a la semana de vencer a Francia estaban jugando en sus clubes de la Argentina: Hernán Senillosa, Horacio Agulla, Gonzalo Longo. Lo que permitió nivelar las fuerzas entre ellos fue una gran preparación, y lo que los elevó a la altura de las potencias fue la convicción y la ejecución clínica del plan de juego, no tan vistoso pero efectivo.

El tercer puesto propulsó al rugby argentino entre los más fuertes de este deporte y le abrió las puertas a jugar con Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica un certamen anual a partir de 2012. La transición fue complicada, y en el Mundial Nueva Zelanda 2011 arañaron los cuartos de final, en los que cayeron frente a los All Blacks. Esto les permitió tener un sorteo favorable para Inglaterra 2015, torneo al que llegaron con cuatro años de experiencia en el Rugby Championship, aunque también con un cortocircuito en medio que derivó en la salida anticipada de Santiago Phelan de la conducción. Sólo debieron vencer a Georgia, Tonga y Namibia para estar en los cuartos. En esa etapa aprovecharon que Irlanda tenía lesionadas a sus principales figuras, y volvieron a meterse en las semifinales.

Diego Maradona en el vestuario de los Pumas tras una de las victorias en el Mundial Inglaterra 2015, con Ramiro Herrera, Horacio Agulla y Tomas Lavanini.
Diego Maradona en el vestuario de los Pumas tras una de las victorias en el Mundial Inglaterra 2015, con Ramiro Herrera, Horacio Agulla y Tomas Lavanini.

En una decisión polémica, Daniel Hourcade dejó al margen a jugadores experimentados, como Albacete, Santiago Fernández, Gonzalo Camacho, Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza y Julio Farías Cabello. En cambio, apostó por jóvenes que hoy son los estandartes: Julián Montoya, Pablo Matera, Tomás Cubelli, Tomás Lavanini, Guido Petti Pagadizábal, Matías Alemanno, Facundo Isa, Matías Moroni y Jerónimo De la Fuente. Un gran desempeño, pero que no alcanzó para hacerles partido a Australia y Sudáfrica. No obstante, la balanza comenzaba a equilibrarse.

Nueva Zelanda resultó invencible para la Argentina en Inglaterra 2015 y será su rival este viernes en Francia 2023; Tomás Cubelli, que integra el plantel en Francia 2023, abre la pelota ante Charlie Faumuina.
Nueva Zelanda resultó invencible para la Argentina en Inglaterra 2015 y será su rival este viernes en Francia 2023; Tomás Cubelli, que integra el plantel en Francia 2023, abre la pelota ante Charlie Faumuina.

En 2016 se produjo un nuevo hito con la incorporación de un equipo (Jaguares) al Súper Rugby, la liga de franquicias de Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. Algo que resultó en una gran posibilidad de crecimiento individual, pero que nunca redundó en una mejora para los Pumas, en parte porque se proscribió a los que siguieron actuando en el exterior. Otra vez, un ciclo truncado a mitad de camino. Ledesma sucedió a Hourcade y, si bien inicialmente logró una mejoría, llegó desarmado a Japón 2019. El equipo quedó eliminado en la primera rueda tras perder a manos de Francia en el debut, adversario que por entonces estaba en transición y era en los papeles inferior.

El coronavirus propició una nueva ruptura: en 2020 se terminó el Súper Rugby y los argentinos tuvieron que volver a emigrar. La realidad los retrotrajo a 2011: deambulaban por distintas partes del mundo y se juntaban sólo para los partidos. Poca preparación en conjunto, poco descanso, calendarios alterados, estilos de juego muy variados entre los clubes y el seleccionado. Todas esas adversidades, además de los encierros por el virus y el affaire de los tuits, afrontaron los Pumas en estos cuatro años.

Santiago Chocobares, Nicolás Sánchez, Rodrigo Bruni: los Pumas son todo alegría luego del 29-17 sobre Gales en Marsella, que los hizo semifinalistas en un mundial por tercera vez en 16 años.
Santiago Chocobares, Nicolás Sánchez, Rodrigo Bruni: los Pumas son todo alegría luego del 29-17 sobre Gales en Marsella, que los hizo semifinalistas en un mundial por tercera vez en 16 años. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON

No es extraño, entonces, que tengan un rendimiento tan volátil. Un día les ganan a los All Blacks, al otro son goleados por Escocia. Lo padecieron en este Mundial, en el que empezaron con el pie izquierdo. Al final, primó la esencia del equipo y todos los años de trabajo dieron sus frutos en el momento indicado.

En 16 años, los Pumas pasaron por todos los estadíos. Cuando retrocedieron, lo hicieron para volver con más fuerza. El camino no terminó. Los Pumas sueñan con dar un paso. Hacerlo representaría el momento más encumbrado en la historia del rugby argentino. Si no, de todas formas, el objetivo está cumplido.