Gran Premio Carlos Pellegrini: El Encinal fabricó el camino justo a tiempo para ganarle por la cabeza a No Fear en San Isidro

El Encinal, con Eduardo Ortega Pavón, dejó atrás en el final a No Fear en el Gran Premio Carlos Pellegrini, en San Isidro.
El Encinal, con Eduardo Ortega Pavón, dejó atrás en el final a No Fear en el Gran Premio Carlos Pellegrini, en San Isidro.

Por una cabeza. Así fue la emocionante definición del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1-2400m), este sábado en San Isidro. Apenas unos centímetros separaron a El Encinal, el potrillo vencedor, de la potranca brasileña No Fear, la escolta. Hubo suspenso hasta el disco en la carrera más célebre de Sudamérica, luego de que la única yegua del lote dominara casi toda la recta y apareciera para sorprenderla el caballo de Doña Pancha.

“Hasta faltando 300 metros sufrí”, confesó Eduardo Ortega Pavón apenas se bajó del ganador. Casi un déjà vu para el jockey paraguayo, que hace tres años también debió encontrar espacio en su avance para imponerse en este clásico con Cool Day. “Había un callejón entre los de adelante, pero no podía pasar. Hasta que se abrió un poco el de careta (Treasure Island, el tercero). Después, mi potrillo luchó”, describió, ya en medio de la algarabía.

Eduardo Ortega Pavón levanta la copa, tras ganar el Carlos Pellegrini con El Encinal, en San Isidro; festeja el equipo de Doña Pancha.
Eduardo Ortega Pavón levanta la copa, tras ganar el Carlos Pellegrini con El Encinal, en San Isidro; festeja el equipo de Doña Pancha. - Créditos: @Alvarez Julian

Ortega Pavón no lo había montado nunca en carrera. Descubrió un diamante. “Cuando me lo ofrecieron vi los videos y lo conocí en los trabajos”, llegó a decir antes de subir a recibir la copa. La misma a la que se abrazaron Juan Carlos Echeverz y sus socios, que pueden comenzar a soñar con otra excursión a Estados Unidos. El Encinal se clasificó para la Breeders’ Cup, la serie mundial en la que la versión Marathon de 2012 ganó Calidoscopio, otro del mismo stud.

Happy Happy Day fue el puntero que marcó el ritmo a su gusto, pero igual se quedó sin energías para el desenlace. Justo para el momento en el que El Encinal, otra estrella surgida del haras El Paraíso, encontró el camino que lo llevó a la gloria eterna.

El GP Carlos Pellegrini

El Pellegrini de las hembras regaló el otro gran final de la tarde. En la Copa de Plata (G1-2000m), Edict salió a mostrar el camino y reaccionó a pasos de la meta por los palos para superar por medio pescuezo a Hawaiian Love, que había logrado sacarle una pequeña diferencia frente a las tribunas en su avance. En el duelo entre una potranca en plena evolución y una yegua que llegaba con una seguidilla de éxitos en recorridos inferiores, la más joven de esas se quedó con una segunda victoria de primer nivel en fila. Y Juan Cruz Villagra, el jinete que volvió a montarla tras ocho meses, llegó a la foto entre lágrimas, con la voz quebrada, abrazado a su hijo Simón. Ganó la carrera y la emoción le ganó a él.

El GP Copa de Plata

La potranca, hija de Il Campione como El Encinal, conserva la propiedad de su criador, Triple Alliance, pero cambió de preparador a mitad del río. En julio, ya como ganadora de una, pasó a manos de Eduardo Acossano, que con la zaina obtuvo dos de los cuatro trofeos grandes de su larga trayectoria en la profesión. La otra cara de la prueba fue Nanda Dea, la gran favorita, que se mostró más a tono con los rumores de que llegaba con poca furia y lejos de la superioridad que venía exhibiendo, incluso ante los machos. Arribó sexta, en la única derrota de su vida en la pista de césped.

Entre velocistas, el Félix de Álzaga Unzué (G1-1000m) fue la primera experiencia en el césped del potrillo Arellano y respondió como si toda la vida hubiera competido en esa superficie. Tras salir algo cruzado de una de las gateras más externas en el fondo de la recta, enseguida ofreció una gran recuperación para ir a la punta y conservar el liderazgo ante el asedio de Ansia Clara, la única potranca del lote. Detrás de ellos quedaron dos gladiadores de la especialidad, Labrado y Comopudosucederme, separados por ventaja mínima.

La historia de Arellano es una de las más repetidas en el turf, la de un propietario que apuesta por un caballo al que le dan una segunda oportunidad competitiva tras un comienzo de campaña lejos de mostrarse como una estrella. Pero con sus cualidades de ligero, que ya habían quedado en evidencia en el debut triunfal hace 13 meses en La Plata, relanzó su campaña al encontrar nuevo dueño este semestre. Afincado en la localidad bonaerense de 9 de Julio a las órdenes de la familia Baglietto, hoy acumula tres éxitos seguidos, coincidiendo con las únicas tres veces que lo corrió Brian Enrique.

El GP Álzaga Unzué

En el Joaquín S. de Anchorena (G1-1600m) hubo 22 caballos en los tres cuerpos de partidores que se necesitaron para cubrir las expectativas de participantes. Allí, el primero en cruzar el disco fue uno de los más veteranos, Huapango Torero, que es fruto de otro tipo de inversión. El caballo del stud haras Pozo de Luna, que involucra capitales chilenos y mexicanos, fue reservado por sus criadores y confiaron incluso en su rehabilitación cuando se lesionó el año pasado. Pasaron 14 meses hasta volver a competir.

El equipo del entrenador Nicolás Martín Ferro se encargó del trabajo de volver a darle salud y ritmo para su regreso a fines de agosto pasado. En la carrera de su vida, a los 6 años, este sábado aceleró en la recta final para pasar de largo al valiente puntero El Patio, que quedó como escolta a dos cuerpos y medio, y darle la razón a Francisco Gonçalves, que optó por ese caballo entre las buenas opciones que tenía.

El GP Joaquín S. de Anchorena

Con El Encinal como figura principal, fueron el póker de figuras del día más esperado de la temporada.