TEL AVIV.- Tras la difusión de las imágenes de los primeros días del secuestro de los Bibas, la familia argentina- israelí que sigue cautiva con un niño de 4 años y un bebé, allegados a estos publicaron un comunicado de prensa en el que piden nuevamente por la liberación de los rehenes e instan a las autoridades que participan en las negociaciones a apresurar la vuelta de los cautivos a casa.

Liat Bell Sommer, Jefe de Medios Internacionales, Sede del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, fue la encargada de transmitir los dichos de los allegados a la familia Bibas.

“Estos videos desgarran nuestros corazones. Presenciar a Shiri, Yarden, Ariel y Kfir, arrancados de su hogar en Nir Oz en este paisaje infernal, se siente insoportable e inhumano”, comienza el comunicado.

“Secuestrar niños es un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra. Ariel y Kfir son víctimas de un mal monstruoso. Toda nuestra familia se ha convertido en rehenes junto con todos los otros cautivos”, denuncian los familiares.

A continuación, le exigen a los políticos israelíes y otros agentes del mundo que aceleren la negociación por la liberación de los rehenes: “instamos desesperadamente a todos los encargados de adoptar decisiones en Israel y en todo el mundo que participan en las negociaciones, a que los traigan de inmediato a casa. Déjenle claro a Hamas que secuestrar niños es cruzar todos límites”.

También piden que los niños tengan prioridad a la hora de elegir quien es liberado primero: “denle prioridad al regreso de estos niños en primer lugar en cualquier acuerdo”.

“Queremos agradecer al público en Israel y en todo el mundo que nos apoya, y les pedimos que continúen la lucha por su regreso a casa”, finaliza el comunicado.

Qué se sabe de Kfir y Ariel Bibas

Nada se sabe de los siete argentinos que siguen cautivos, tomados como rehenes el pasado 7 de octubre durante el sangriento asalto de Hamas en Israel, que terminó con al menos 1200 personas asesinadas.

Shiri Silberman, una docente de 35 años. trabajaba en educación cerca de la frontera de Gaza, hasta que fue secuestrada en el kibutz Nir Oz, con sus dos hijos: Ariel, de cinco años y Kfir, de nueve meses en ese momento.

La imagen de Kfir, el rehén más joven, recorrió el mundo y se convirtió en el símbolo de la bestialidad terrorista. En un video difundido por Hamas del momento exacto en el que fueron secuestrados, se ve el pánico de esa madre. Al día de la fecha, el niño tendría más de un año. “¿Habrá empezado a caminar por los túneles de Gaza? ¿Balbuceará alguna palabra o mantendrá la sonrisa? ¿Le cambiarán los pañales?”, se preguntó Sandra Miasnik, la tía argentina de Kfir, en una marcha realizada en Buenos Aires el mes pasado.

En el último registro que hay sobre el pequeño Ariel, se lo ve en el pecho de su madre, Shiri Silberman, envuelto en una manta blanca pegado a su hermano de meses, antes de ser llevados por la fuerza desde el kibutz donde vivían hacia Gaza. No estuvo entre los menores liberados en los días que lleva la tregua.

En enero, Hamas afirmó que Shiri y sus pequeños hijos habían muerto en cautiverio por un bombardeo israelí. Esta versión aún no fue confirmada por el gobierno de Netanyahu, por lo que sus familiares no pierden las esperanzas.