Omar Mendoza y su bochornosa expulsión en la Liga MX: por manosear el trasero del rival

Omar Mendoza en un partido con Querétaro, en la Leagues Cup, el 7 de agosto pasado. (Andrew Katsampes/ISI Photos/Getty Images)
Omar Mendoza en un partido con Querétaro, en la Leagues Cup, el 7 de agosto pasado. (Andrew Katsampes/ISI Photos/Getty Images)

Omar Mendoza ha protagonizado la expulsión más sorprendente en la historia de la Liga MX. En un partido de rutina, jornada 6, entre Querétaro y Atlas, se presenció un penoso momento que tiene nulos antecedentes en el futbol mexicano y muy pocos a nivel internacional. Mendoza ahora cargará con este recuerdo para toda su carrera. Se trató de la clase de episodios que perduran en la memoria de los aficionados al grado de que olvidan todo lo demás que haya hecho determinado jugador.

Al partido no le pasaba mucho. Atlas ganaba 1-0 a los 60 minutos cuando una jugada por la banda se robó todos los reflectores. El partido se detuvo y Fernando Hernández, árbitro del encuentro (el mismo que propinó un rodillazo a Lucas Romero en abril pasado), fue advertido de que algo había sucedido en la disputa del balón entre Omar Mendoza, de Querétaro, y Juan Zapata de los rojinegros. Un reclamo llamó la atención de todos, porque el entrenador de Atlas, Benjamín Mora, gritaba airadamente al silbante. Su tono parecía raro, pues no había indicios de que hubiera existido una falta violenta.

Hasta ese momento. En la revisión del VAR, Hernández notó que Mendoza, mientras marcaba a Zapata, le tocó el trasero de manera reiterada, grotesca y constante (no lo hizo una, sino dos veces y con total desfachatez). Como suele pasar con los futbolistas, Mendoza reclamó al árbitro la decisión, como si no hubiera estado consciente de lo que hizo y, además, de que todo fue cotejado en la revisión. Finalmente la expulsión sí pesó para Gallos Blancos, pues aunque consiguieron el empate a los 81 minutos, Atlas aprovechó su ventaja numérica para obtener una victoria agónica precisamente con gol del propio Zapata.

La jugada le dio la vuelta a las redes sociales. Vaya que existen muchos modos de hacerse expulsar de manera absurda: doble amarilla por quitarse la camiseta (como le pasó a Yeferson Soteldo, el año pasado, con Tigres), reclamos incesantes al árbitro, entradas violentas y sin sentido (como la de Álvaro Fidalgo a Fernando Beltrán en la pasada Liguilla). Pero esto sobrepasa todos los límites. Ni siquiera los comentaristas del partido supieron cómo reaccionar ante la incómoda forma que Mendoza eligió para dejar a su equipo con diez jugadores.

Eso sí, a nivel internacional hay algunos episodios, que desde luego no han sido constantes. El más recordado, y referencia inmediata en cuanto a cercanía temporal, es el de Gonzalo Jara, que hizo lo mismo que Mendoza, aplicado a Edinson Cavani en la Copa América Chile 2015 —Cavani reaccionó con un ligero golpe, que le valió la segunda amarilla e irse expulsado—. El defensor andino no fue expulsado del partido, porque el árbitro no notó la acción, pero sí fue suspendido por el resto del torneo cuando la jugada se dio a conocer (los uruguayos reclamaron indignados al final del partido esa acción tan antideportiva).

El otro caso recordado se dio también en Sudamérica, en Argentina. Fue en 2002 en un partido entre Boca Juniors y Banfield. En dicho cotejo, Juan Román Riquelme, figura de Los Xeneizes, fue víctima del manoseo de Fabián Santa Cruz en un forcejeo por el balón.

La reacción fue inmediata: le propinó un puñetazo que le costó la tarjeta roja. A pesar de los reclamos al árbitro, la decisión se mantuvo firme, pues el silbante no tuvo conocimiento de la acción previa. En caso de haber existido el VAR, Santa Cruz se habría ido expulsado sin dudas. Pero también Riquelme, pues una reacción así, en el reglamento del futbol, sigue siendo motivo de roja. La historia ahora tendrá en Omar Mendoza a un protagonista insólito. Por los motivos menos deseados, pero su nombre ya no podrá ser olvidado.

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