Omar Alderete debió irse expulsado a los 36 minutos del primer tiempo. Sin embargo, al minuto de la segunda etapa marcó, de cabeza, el gol de 2 a 1 de Paraguay sobre Argentina, en Asunción, por la fecha 11 de la eliminatoria sudamericana rumbo al Mundial de 2026. El número 3 del seleccionado local recibió una amonestación a los 33 minutos por una dura infracción contra Lionel Messi en el mediocampo, que dejó dolorido al crack rosarino. Apenas tres minutos más tarde, cuando Leo estaba en contraataque por la banda derecha, cometió otra falta contra el capitán argentino, acción que cortó el claro contragolpe del conjunto albiceleste.

El plantel argentino pidió la segunda tarjeta amarilla y la consecuente expulsión. Sin embargo, el juez Anderson Daronco desestimó los reclamos. Las quejas fueron airadas. Incluso, Lionel Scaloni perdió por un momento su habitual serenidad y le gritó “¡caradura!” al árbitro brasileño.

La cuestión es que Alderete siguió jugando y, llamativamente, tampoco fue reemplazado por el entrenador Gustavo Alfaro, por lo cual quedó expuesto a la posibilidad de que un nuevo foul suyo dejara con un hombre menos al equipo paraguayo.

Y al minuto del segundo período, llegó el gol decisivo: un tiro libre desde la izquierda fue centro al segundo palo y, de los tres atacantes que llegaron en condiciones de cabecear, el que impactó la pelota fue Alderete. Su frentazo con salto, casi una pirueta, entró junto al poste derecho del arco de Emiliano “Dibu” Martínez, a quien la pelota le quedó lejos.

Lejos de cuidarse, el zaguero volvió a cargar contra un futbolista argentino un instante más tarde. Leonardo Balerdi fue a despejar una pelota y el defensor paraguayo levantó una pierna por demás. Si bien no llegó a haber contacto, la jugada pudo lastimar al ex futbolista de Boca, actual de Olympique Marseille.

El zaguero que quería ser delantero

Omar Alderete nació el 26 de diciembre de 1996 y en sus primeros pasos en el fútbol quería jugar como delantero. Sin embargo, su fortaleza física, su estilo aguerrido y su capacidad de mando no le dieron opción: terminó siendo zaguero.

Se formó en las divisiones inferiores Olimpia, uno de los clubes más populares y ganadores de Paraguay. Sin embargo, su carrera dio un vuelco imprevisto cuando fue traspasado al eterno rival, Cerro Porteño, en el que debutó en la primera división.

Tuvo un pequeño paso por el fútbol argentino. Daniel Angelici quiso llevarlo a Boca, pero las negociaciones no prosperaron. Y en agosto de 2017 Alderete se incorporó a Gimnasia y Esgrima La Plata, club en el que debutó en un electrizante 4 a 4 contra Defensa y Justicia. En el Lobo Alderete consolidó su estilo de juego, mostrando una combinación de intensidad y destreza defensiva que pronto llamó la atención fuera de Sudamérica.

En ese contexto no sorprendió que desde Europa lo siguieran de cerca. Y en 2019 emigró al fútbol suizo, para sumarse a FC Basilea. Un año después fue adquirido por Hertha Berlin, de Alemania, y en julio de 2021 se incorporó a Valencia. Recién en Getafe pareció encontrar su lugar en el fútbol profesional de clubes. Es, hasta el momento, el equipo en el que más tiempo permaneció (empezó su tercera temporada).

Curiosamente, en Getafe consiguió cumplir aquel sueño de juvenil. Durante un amistoso que protagonizó en julio pasado ante Real Oviedo, de la segunda categoría del fútbol español, el DT José Bordalás poner como delanteros a los dos zagueros del equipo y uno de ellos fue Alderete, que realizó una buena tarea y tuvo algunas ocasiones para convertir.

De presencia frecuente en la selección albirroja, el zaguero afrontó dos partidos en la Copa América disputada en Estados Unidos en este año. Marcó un gol en la derrota por 4 a 1 a manos de Brasil en la etapa de grupos.