POSADAS–. “Por todos los indicadores que nos están llegando las vacaciones de invierno van a ser de un gran movimiento turístico en todo el país”, dijo, ayer, el secretario nacional del área, Daniel Scioli, en la estación de tren Garganta del Diablo, el punto de partida para una larga pasarela de 1,2 kilómetros que lleva hasta el mayor atractivo de las Cataratas del Iguazú.

Scioli, el gobernador Hugo Passalacqua y el presidente de Parques Nacionales, Cristian Larsen, presentaron el paseo a la Garganta del Diablo que fue arrasado por el río a finales de octubre y necesitó de varios meses de reconstrucción de barandas, pasarelas, y también sectores gastronómicos y sanitarios que quedaron totalmente tapados por la crecida histórica del Iguazú, y que reabrirá apenas aflojen las fuertes lluvias que se registran en Brasil. Inicialmente, se preveía que el público podría visitar el área a partir de mañana, pero esta tarde Parques Nacionales decidió posponer la reapertura.

“Las intensas lluvias de las últimas horas en el sur de Brasil obligaron a las represas de la zona liberar el caudal de los embalses, acción que impacta de manera significativa en el nivel río Iguazú”, informó esta tarde el Parque Nacional al anticipar que en las próximas horas se anunciará cuándo se podrá habilitar el Circuito Garganta del Diablo.

“Como medida preventiva, de acuerdo a lo que indican los protocolos de acción habituales para estos eventos naturales, las barandas en el balcón y las pasarelas ya fueron rebatidas; y se están realizando monitoreos constantes para determinar el nivel de crecida”, se explicó oficialmente.

Setenta y nueve tramos de la pasarela, conformada senderos de hierro y barandas rebatibles de una longitud de 1100 metros hasta la Garganta del Diablo, habían sido prácticamente arrancados por la fuerza del río.

Reacondicionar este paseo demandó varios meses de intenso trabajo. De hecho, la empresa Iguazú Argentina SA, concesionaria del parque nacional, debió comprar material y construir pasarelas nuevas que ya no se podían recuperar o estaban inutilizables luego de ser rescatadas del lecho del río.

La reconstrucción de las pasarelas, arrasadas en un 90% por la fuerza del cauce del río Iguazú que creció hasta un nivel de 24.000 metros cúbicos por segundo (cuando su caudal normal es de entre 1.500 y 1.800 metros cúbicos/segundo) fue una tarea “titánica”, según el titular de la concesionaria Iguazú Argentina SA, Roberto Enríquez.

“Fue la reconstrucción más importante de la historia del Parque Nacional Iguazú”, explicó Enríquez, a cargo de la concesión desde finales de los 90.

El empresario misionero, un ingeniero que también dirige una de las empresas constructoras más importantes de esta provincia, explicó que la reconstrucción fue posible en tiempo récord, por el sistema que se implementó en el último cuarto de siglo: instalar grandes pilotes de hormigón y pasarelas de hierro rebatibles, que puedan ser arrastradas por la fuerza del cauce y luego recuperadas.

“En los 90 se puso en marcha este sistema de pasarelas que tiene pilotes de hormigón anclados en el lecho del río con una estructura metálica compuesta por barandas, pisos y bastidores, y las barandas rebatibles hace que en este tipo de eventos toda la estructura caiga al río y pueda ser recuperada una vez superada la crecida. En los 80, por ejemplo, cada caída de pasarelas implicaba 10 años para restablecer este paseo, hoy se hizo en tiempo récord de cuatro meses”, detalló el empresario.

“Fue la reconstrucción más grande de la historia, prácticamente los 1200 metros que tiene la pasarela que accede al balcón Garganta fue reconstruida, fue una tarea titánica”, definió Enríquez.

Uno de los destinos más visitados

Iguazú es uno de los cuatro puntos más visitados de la Argentina, junto a San Carlos de Bariloche, Salta y Buenos Aires. Y la Garganta del Diablo es, sin dudas, el punto más atractivo de las Cataratas, por eso la importancia de recuperar el espacio y las tareas que se encararon para que la reapertura coincidiera con esta época del año crucial para la actividad.

Con su salto de agua de 82 metros, 150 de ancho y 700 de largo, conforma una de las fotos más compartidas por visitantes de todo el mundo.

Iguazú, como otros centros turísticos, está esperando repuntar en el segundo semestre tras una caída de 20% en la afluencia de visitantes entre enero-junio, comparados con el mismo período del año anterior. Se trata de la mayor caída al menos desde 2011 y excluyendo al período en el que estuvo cerrado por el Covid-19.

Scioli también defendió la desregulación del sector aéreo que dictó el Gobierno Nacional esta semana y explicó que impactará positivamente en el turismo. “Federico Sturzenegger anunció esta desregulación maravillosa en cuanto a la conectividad, porque sabemos que dadas las características de nuestro territorio, la conectividad aérea es fundamental”, afirmó Scioli, refiriéndose al acto de lanzamiento del plan “Argentina Emerge” para promover el turismo, donde estuvo también el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.

Entradas y tarifas

Las tarifas del Parque Nacional Iguazú siguen dependiendo del origen del visitante. Residentes argentinos pagan $10.000. No pagan los menores de 5 años, jubilados y personas con discapacidades, con sus acompañantes. Los misioneros pagan $4000 y es gratis para los vecinos de Iguazú y Andresito, la localidad que también linda con el Parque Nacional. En tanto, los extranjeros pagan $35.000 (salvo menores y niños de menos de 5 años).

El Parque Nacional Iguazú es el que mayor afluencia de visitantes tiene en toda la Argentina y el que más recauda. Las autoridades de la concesionaria destacan que tiene una infraestructura que supera, con creces, a la del parque brasileño del otro lado del río, con quien comparte la Maravilla Natural del Mundo. “El nuestro tiene un tren con cuatro estaciones, espacios gastronómicos, sanitarios y muchas más pasarelas”, explican en Iguazú Argentina.

Los visitantes que no van a las Cataratas hace mucho tiempo suelen sorprenderse con la infraestructura y el cambio que implica las nuevas obras en este parque que tiene cierta reminiscencia al de la película Jurassic Park, por la combinación del espectacular marco natural con las modernas instalaciones.

“Este parque tiene una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo, eso nos llena de orgullo como argentinos. Pero además, tiene un valor histórico: junto al Parque Nacional Nahuel Huapi, el Parque Nacional Iguazú allá a comienzos del siglo pasado convirtieron a la Argentina en el primer país en tener un sistema de áreas protegidas”, señaló Cristian Larsen, el titular de Parques Nacionales.

Larsen aprovechó también para poner en funciones al nuevo intendente del Parque Nacional Iguazú, José María Hervas. Se trata de un guardaparque de carrera, que antes estuvo a cargo del Parque Nacional Talampaya (Catamarca), Parque Nacional Mburucuya de Corrientes y El Palmar (Entre Ríos).

A Larsen le toca manejar Parques Nacionales en medio de tensiones que generó, como en otras dependencias del Estado, la llegada del gobierno de Javier Milei y sus promesas de recortes y “motosierra”. Los guardaparques venían con otra dinámica de trabajo con el anterior gobierno kirchnerista e incluso estuvieron a punto de realizar una medida inédita el 2 de noviembre pasado: un paro que obligaba al cierre de las Cataratas, perjudicando a los visitantes. Sin embargo, las fuerzas de la naturaleza al final determinaron que su cierre no fuera por motivos gremiales sino por una cuestión de seguridad ante la crecida extraordinaria del Iguazú.

“Tenemos dos grandes desafíos, cuidar las áreas protegidas, pero entablar acciones que mejoren la experiencia de todas las personas que día a día nos visitan, no solo en Iguazú sino en las 55 áreas protegidas, por eso creemos que tenemos que hacer un círculo virtuoso entre la conservación y el turismo. Hay viejas teorías que decían que el turismo iba en contra de la conservación, nosotros creemos que hay una sinergia”, explicó Larsen.