Yahoo Noticias La Barra Brava de Boca, profesora de la del Madrid
Los acontecimientos vividos en la previa de lo que debió ser la revancha de la Final de la Copa Libertadores entre River y Boca reavivó un tema tan viejo como lamentable en el mundo del fútbol: el poder ilimitado, intocable y absoluto de los Barras Bravas.
Que nadie hace nada por acabar con esa lacra ya es una constante. Que nadie se preocupe por el bienestar de quienes deseamos un fútbol en paz, es una realidad.
En Argentina forman parte de un negocio-sociedad-mafia y vaya a saber uno cuantas otras denominaciones que, remitiéndonos a los hechos, parece indestructible debido a la nula voluntad de todos los organismos tanto del estado como de los clubes para erradicarlos.
Tal es la impunidad con la que se manejan que han desarrollado a lo largo de los años (sobre todo a partir de los últimos quince años) distintas “actividades educativas” al margen de la “supuesta” ley.
¿Quiénes son los profesores? Los capos de la 12, la barra brava de Boca, la más temida y organizada.
Montaron un esquema de recaudación millonaria amparados en la vista gorda de todos (ministros, secretarios, jueces, dirigentes, etc…), llevando sus bolsillos de manera tan increíble como inaceptable.
Viendo lo que sucede en la actualidad, lo que hacía Quique “El Carnicero”, famoso jefe de la 12 en los años 70 quien se enorgullecía de sus peleas callejeras a puño limpio (aunque a veces “apoyados” con armas blancas o de fuego) con el resto de las hinchadas, parece un juego de niños.
Luego le siguió el tristemente famoso “El Abuelo”, quien terminó sus días en la cárcel producto de una emboscada a los hinchas de River donde hubo dos muertos luego de un Súper Clásico en La Bombonera.
A José Barrita (el mencionado Abuelo), lo sucedió en el poder Rafa Di Zeo, quien hasta el día de hoy junto a Mauro Martín, manejan los destinos de La 12.
En el libro: “La Doce, la verdadera historia de la barra brava de Boca”, Di Zeo dice, entre otras tantas barbaridades que “Si la violencia es una escuela, el posgrado se hace en La Doce”. Sí, tan absurdo como escalofriante.
Tan es así que entre sus negocios hay dos que son los más lucrativos. Uno es el “Adrenalina Tour”, que consta en llevar a grupos de turistas a pasar un día con la 12 en un partido, “asociados” con algunos hoteles de Buenos Aires que ofrecen el “servicio”. Les cobran miles de dólares.
“Vivir un partido en medio de La Doce es el sueño de todo el mundo. Los gringos no lo pueden creer. Y nosotros les damos el gusto”, sostiene Di Zeo.
Si esto resulta increíble, todavía hay más. La 12 creó la “Escuela de Barras Bravas”. Sí, leyeron bien.
El curso consiste de 15 días en Buenos Aires donde se les explica toda la metodología y logística. Entre los más “célebres” alumnos figuran hinchadas de Colombia, México, Ecuador, Francia y España, entre otros países.
Las materias más importantes son extorsiones, reventas, manejo de negocios alrededor de los estadios (comidas y estacionamiento), venta de banderas, gorros y otros souvenirs, etc, etc, etc…
Uno de los grupos más famosos fueron los Ultra Sur, la ex barra brava del Real Madrid con la que La 12 hizo muy buena relación en 2005 cuando comenzaron las clases.
Di Zeo viajaba frecuentemente a Madrid a controlar cada procedimiento. Poco a poco sus alumnos iban aprendiendo los métodos. Extrosión, venta ilegal, violencia. Todo bajo un minuncioso control.
Fue la revista Interviú la que inició una investigación denunciando sus sucios negocios.
Finalmente en 2013, tras la sorpresa inicial que le causó a ver tantos negocios mafiosos y viendo el poder que iban adquieriendo, Florentino Pérez los echó del club, les quitó sus carnets de socios. Limpió la basura de raíz. No la escondió debajo de la alfombra como suelen hacer sus pares en otros lugares del mundo.
En Argentina todo sigue igual. No sólo con La 12. Los Borrachos del Tablón (River), La Butteler (San Lorenzo), La Guardia Imperial (Racing), entre tantas otras, siguen actuando con total libertad. Nadie hace nada.
“¿Vos te creés que conmigo preso la violencia se va a terminar? ¿Vos te creés que si nos juntan a todos en una plaza y nos matan, la violencia se va a terminar? No, no se va a terminar nunca. ¿Sabés por qué? Porque esto es una escuela. Es herencia, herencia y herencia”, dice con orgullo Di Zeo.
Lamentable, pero real…
También te puede interesar:
Maradona, de las burlas a la idolatría
Chapecoense, a dos años de la tragedia
