El nobel de la Paz Pérez Esquivel recuerda a Bonafini "como una compañera"

Buenos Aires, 20 nov (EFE).- El activista por los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, recordó "como una compañera" a Hebe de Bonafini, presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, fallecida este domingo.

"La recordamos como una compañera. Hemos caminado juntos desde el inicio de esto, las violaciones (a los derechos humanos) y la recuperación de la democracia. Nos duele su partida, pero nos fortalece su compromiso", indicó a la agencia Télam el artista y escritor argentino que cumplirá 91 años el próximo 26 de noviembre.

Pérez Esquivel comentó que la activista "siempre fue una luchadora, después de la tragedia de su vida y de todo lo que ocurrió en el país", en alusión a la detención y desaparición de sus dos hijos mayores, Jorge Omar (1950) y Raúl Alfredo (1953), en los primeros años de la última dictadura argentina (1976-1983).

"Fue una mujer que siempre buscó verdad, justicia, la reparación del daño hecho al pueblo y, lógicamente, fue una crítica muy severa sobre aquellos que quieren el olvido y no hablar de los derechos humanos", indicó el nobel.

También recordó que se podía "estar de acuerdo o no con sus posiciones", en referencia a muchas de sus polémicas posiciones y a su permanente identificación en los últimos años con las políticas del kirchnerismo, rama del peronismo liderada primero por Néstor Kirchner (2003-2007) y después por Cristina Fernández (2007-2015).

"Pero sí en la defensa acérrima de los derechos humanos junto con la asociación de Madres de Plaza de Mayo", aseveró Pérez Esquivel, quien comentó que, aunque "hubo también desavenencias en muchos momentos", resaltó que ella "mantuvo una firmeza y una claridad frente a las violaciones de los derechos humanos".

Hebe de Bonafini (1928-2022) falleció este domingo a las 9.20 hora local (12.20 GMT) en el Hospital Italiano de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en donde llevaba varios días internada debido al agravamiento de sus enfermedades crónicas.

"Son momentos muy difíciles y de profunda tristeza y comprendemos el amor del pueblo por Hebe, pero en este momento como familia tenemos la necesidad de llorar a la Madre de Plaza de Mayo, a Hebe, en intimidad", afirmó en un comunicado su hija Alejandra (1965), la única de sus tres vástagos que permanece con vida.

La noticia fue dada a conocer por la vicepresidenta de Argentina y exmandataria, Cristina Fernández, y poco después el Ejecutivo de Alberto Fernández decretó tres días de luto nacional por el deceso.

Según informó la asociación que ayudó a fundar, las cenizas de Hebe de Bonafini reposarán para siempre en la Plaza de Mayo, el espacio donde ella y sus compañeras han clamado durante décadas con pañuelos blancos en la cabeza por verdad y justicia sobre los desaparecidos.

(c) Agencia EFE