Nazarena “Capricho” Romero buscará hacer justicia con sus puños y por mérito propio
La catamarqueña Nazarena Romero tendrá este sábado la oportunidad de hacer justicia con sus propios puños en el ring del Casino Buenos Aires. En el mismo cuadrilátero en donde hace más de un año fue privada –injusta e inconcebiblemente- de la reconquista del título mundial Supergallo (AMB), en 55.338 kg.
Apodada “Capricho”, de 30 años, sobrevivió a un sinfín de adversidades y malos tratos en su niñez, adolescencia y hasta en su adultez -difundidos en sus reportajes pasados en modo reiterativo- que culminaron forjando a “sangre y fuego” su físico y su fuerza interior.
Creció y se hizo boxeadora profesional en 2018 y pretenderá esta noche recuperar los logros pugilísticos que nunca debió resignar.
Su pelea por el título vacante, de diez rounds, ante la mexicana Paulete Valenzuela Cuesta, de 17 victorias (4 KO) y tres derrotas, constituye el evento pugilístico más importante de esta velada. No sólo será televisada por TyC Sports, a partir de las 23 hs, sino contará también con la difusión –por primera vez desde Argentina- del streaming pago DAZN, uno de los líderes en transmisiones deportivas, que difundirá a todo el mundo este evento: “K.O a las drogas”, organizado por la Asociación Mundial de Boxeo.
¿Quién es “Capricho”?
Nacida en Recreo y radicada en Córdoba gestó un récord de 13 victorias (4 K.O) y dos empates. Ganó el cetro interino Supergallo (AMB) en 2020 y al poco tiempo renunció al mismo tras anunciar su segundo embarazo.
Volvió al boxeo con todas las fuerzas -superando además un nuevo quebranto amoroso- debiendo enfrentar a dos de las diez mejores boxeadoras del mundo. En ese nivel y en esa exigencia. Primero, fue privada de una clara victoria ante la venezolana Mayerlín Rivas, “la niña mimada” de la AMB y de una de las pugilistas de mayor oficio en latinoamérica, a la que dominó con claridad y derribó siendo víctima de un cabezazo artero que originó un empate técnico diagramado en el ring side por aquellos que intentaron salvar el “reinado” de la atleta caribeña, el 10 de junio de 2023. Entre ellos, Gilberto Mendoza (h), presidente de la AMB, que hoy volverá a estar presente.
Obstinada, siguió buscando los desafíos más difíciles y logró desafiar a la mexicana Erika Cruz, en su tierra: Aguas Calientes. Cruz, poseedora del cetro Supergallo –había destronado a Rivas- ya exhibía dos grandes combates: su victoria sobre la canadiense Jelena Mrdjenovich y su derrota sangrienta ante la gran Amanda Serrano. Sin embargo, Romero la dominó pero volvió a ser víctima de la ley de “local y visitante”. El fallo fue empate; se quedó sin nada, pero Cruz no aprobó los controles antidoping finales y fue despojada de su corona. Y hoy Romero fue escogida por la AMB para dirimir esta vacancia.
Un panorama interesante
El match con la mexicana Valenzuela será atractivo. En las variantes de Romero, su velocidad y movilidad en el ring, sobre todo con golpes ascendentes, puede encontrar las mejores variantes para frenar a una oponente dura y con recorrido internacional. Para esta ocasión sus posibilidades son las mejores.
Desde aquel match grandioso entre Amanda Serrano y Katie Taylor, en el Madison Square Garden, en 2022, el pugilismo femenino ingresó -paulatinamente- en carteleras de relieve de las distintas compañías y diferentes medios de difusión. En modo creciente, en lo deportivo y material.
Y hoy, además de la potencial reconquista de la corona mundial, Nazarena Romero intentará crecer en su reconocimiento local. Quizás pujando con otra campeona: Gabriela “Chucky” Alaníz, para tratar de ser la escolta principal de la mejor del pugilista nacional del momento: la santafecina Evelyn Bermúdez, campeona minimosca (FIB–OMB). Ese será su otro desafío: secundario pero valioso e imprescindible en el mérito y el celo del boxeo de guantes rosas.