"Muro de la vergüenza" que separa a ricos y pobres comienza a ser derribado en Perú

FOTO DE ARCHIVO: Un muro separa el acomodado barrio de La Molina de Pamplona Alta, un barrio de bajos ingresos en las afueras de Lima

LIMA, 1 sep (Reuters) - Tras cuatro décadas separando a ricos y pobres un cerro en la capital de Perú, una columna de piedras y cemento conocida como el "muro de la vergüenza" comenzó a ser derribada, aunque la divisiones continúan siendo fuertes.

La pirca, de 4,5 kilómetros con tramos de alambres de púas, divide a los vecinos con viviendas precarias y sin servicios básicos de algunos habitantes con casas de lujo y piscina en un privilegiado vecindario de pistas asfaltadas, como señal de las grandes desigualdades que sufre el país sudamericano.

El "muro de la vergüenza", denominado así por sus críticos porque representa un trato discriminatorio, comenzó ésta semana a ser demolido gracias a un fallo del Tribunal Constitucional tras cuatro años de batalla legal entre ambas partes.

"Afecta el libre tránsito, pero además lesiona la dignidad de los vecinos, tomando en cuenta que se trata de una división de límites que separa a dos grupos o sectores sociales que no debiera existir", dijo Gustavo Gutiérrez, un magistrado de Tribunal Constitucional que supervisaba el derribo del muro.

La construcción del muro se inició en la década de 1980 por parte de vecinos del distrito residencial de La Molina, alegando temas de seguridad por una ola de invasión de terrenos y atentados en esos años por parte del maoísta Sendero Luminoso.

El grupo rebelde buscaba derrocar al gobierno en medio de una guerra que dejó 69.000 muertos y desaparecidos.

Fue a inicios de la década pasada cuando el muro avanzó a 4,5 kilómetros para separar a vecinos pobres del distrito Villa María del Triunfo, con tramos de hasta tres metros de altura.

Julio César Carrión, presidente del Asentamiento Humano La Florida y vecino del barrio pobre, dijo que desde su construcción ya era discriminatorio. "Al dividir con un muro era como si estaríamos en otro país, ni en otro país pasa esto".

Algunos habitantes del distrito de la Molina, donde una vivienda puede costar millones de dólares, dicen que no le preocupan sus vecinos del cerro, sino las posibles invasiones.

"Es el único temor del vecindario, aparte de eso yo no veo ningún problema mientras se cuide y se respete los predios", manifestó un vecino que se identifico como Rafael y dijo ser estudiante.

Algunas viviendas del barrio marginal han trepado hasta la cima del cerro donde vecinos usan bastones o bajan "corriendo" por la pendiente. Imágenes muestran por un lado casas humildes y calles de tierras; y por otro residencias con amplios jardines.

El gerente de la municipalidad de La Molina, Francisco Dumler, dijo que el trabajo de demolición de todo el muro podría tomar su tiempo, debido al costo no previsto para la obra. Sin embargo descartó que se construya un acceso entre ambos lados.

"Debe quedar claro además de que no existe hoy la posibilidad de hacer acceso vial o alguna trocha carrozable (trocha para autos), que te permita cruzar La Molina directamente hacia Villa Maria del Triunfo", afirmó.

(Reportes de Anthony Marina, Carlos Valdez de Reuters TV y Marco Aquino.)