Mundial Qatar 2022, Países Bajos-Senegal: con la fórmula de siempre, Van Gaal espera romper la roca de una vez

Cody Gakpo llegó una milésima antes que Mendy; así se definió el partido
Cody Gakpo llegó una milésima antes que Mendy; así se definió el partido - Créditos: @ALBERTO PIZZOLI

DOHA (Enviado especial).- No importa el torneo que se juegue. Países Bajos siempre dará la idea de representar el juego moderno. Incluso cuando Louis Van Gaal ya tiene 71 años y desde hace 31, cuando decidió dedicar su vida a la planificación de estrategias en el fútbol, hace exactamente lo mismo. Una y otra vez. Hasta el hartazgo. Como aquel proverbio que menciona al picapedrero que golpea la roca siempre en el mismo punto sin que aparezca una grieta. Tras cien golpes sin lograr nada, en el 101 se parte en dos . Al parecer, la moraleja es que no fue el último martillazo el que la quebró, sino todos los anteriores. Se puede decir que así venció en su debut mundialista a Senegal por 2 a 0 en el estadio Al Thumama.

El único cambio es que hasta el Mundial pasado, en nuestra lengua, se le decía Holanda. Ahora es Países Bajos. Antes eran holandeses, ahora neerlandeses. Pero ellos son los mismos. Tres zagueros corpulentos, preferentemente por encima del 1,85 metro, y dos laterales que se proyectan cuando los rivales se distraen. La intención de desarrollar el avance por los costados y tirar centros. Mediocampistas que rotan, buscan ofrecer calles de pase. Distribución lineal y ataques directos. Esto ya se ha visto. Eso sí, a veces fue más divertido. Hoy no tanto. Los intérpretes también cuentan, claro.

Louis van Gaal, director técnico de Países Bajos y un hombre muy persistente
Louis van Gaal, director técnico de Países Bajos y un hombre muy persistente - Créditos: @Luca Bruno

Por ejemplo: Frenkie de Jong es el que rompe el automatismo. El mejor. Él traslada, a diferencia de sus compañeros que sólo reciben y pasan. Por ende, es el único que aparece en jugadas diferentes. Lo curioso es que esta vez fue el protagonista de las dos más importantes del primer tiempo y en ambas tomó pésimas decisiones, aunque generalmente elige de las otras. En la primera oportunidad, rompió líneas, recibió un pase de Steven Berghuis; mano a mano con Mendy esperó tres segundos hasta que le sacaron la pelota y se lo perdió Países Bajos. En la segunda, quiso salir jugando desde el área chica; trasladó tanto que cuando quiso pasarle la pelota a Van Dijk, se la quitó Idrissa Gana Gueye. El excompañero de Messi en PSG (hoy en Everton), que directamente no suele tener entre sus virtudes tomar buenas decisiones, lo desaprovechó; se lo perdió Senegal.

Tampoco cambian los senegaleses. No se habla por lo que ocurre dentro de la cancha, sino de lo que ofrecen sus hinchas. Son el color de la Copa. Cada vez que logran clasificarse. Y sus tambores repican en una base con compases de golpes de cuatro por dos idénticos durante los 90 minutos. Antes de empezar el partido también. Hasta plantearse un insólito duelo con los sonidistas del estadio que, como veían que la percusión africana no permitía escuchar a sus animadores, subían el volumen cada vez más. Ese duelo lo ganaron los tambores. Los aturdieron. Fue por demolición.

Los hinchas de Senegal fueron los protagonistas principales en el estadio Al Thumama, en Doha
Los hinchas de Senegal fueron los protagonistas principales en el estadio Al Thumama, en Doha - Créditos: @Petr David Josek

Aún en un partido bastante malo, el equipo de Senegal resultó más gentil para el espectáculo que sus simpáticos y bulliciosos fanáticos. El equipo de Aliou Cissé no juega bien. La sentencia no debería ser definitiva. Aunque casi. Pero al menos cuenta con el loable ejercicio de la determinación. No son, hace mucho tiempo, de esos que se amilanan por la supuesta superioridad rival. Hasta puede decirse que, actualmente, tiene más y mejores futbolistas en los grandes equipos de las principales ligas europeas. Sus atacantes (Ismaila Sarr y Boulaye Dia) son tan insistentes que recuperan muchas pelotas en las salidas del rival y así, atosigando a Van Dijk y a De Ligt, consiguieron situaciones más claras que cuando en el origen la pelota la tenían ellos.

Además, son algo menos ingenuos que en otros tiempos. Pasan muchas menos penurias por imprudencias (aunque todavía son muchas). Pero falta aquello de la constancia, de la conducta para atarse al sistema.

Lo mejor del partido

Llegaron hasta el minuto 84, cuando Países bajo abrió el marcador. Un poco antes, Van Gaal mandó a la cancha a Davy Klaassen, Teun Koopmeiners y Memphis Depay. Los órdenes tienen que haber sido muy claras, porque hicieron lo mismo que los que estaban antes. Golpearon la piedra en el mismo lugar. Hasta que un centro de De Jong –el mejor-, puso a Mendy y a Cody Gakpo en una carrera de similares distancias. El arquero, con el puño, llegó tarde; el mediocampista de PSV, con la cabeza, llegó antes: 1-0.

Después Senegal buscó empatar sin saber cómo y, de contraataque, Klaassen hizo el 2-0. En el comienzo del Mundial, Países Bajos se fue con un importante triunfo en el que parecía ser su encuentro más exigente de este Grupo A. La roca más pequeña, la de este primer día, al final, cedió. Hay una mucho más grande, la Copa del Mundo, la que requiere de siete partidos. Hace años que la golpea en períodos de cuatro años. En el mismo lugar. Del mismo modo. Siempre con el método Van Gaal. Algún día la grieta se abrirá. ¿Será en Qatar?