El Mundial de Clubes, todo un mes en Disneylandia, la tierra prometida

Gianni Infantino, presidente de la FIFA; el sorteo del Mundial de Clubes será este jueves, en Miami
Gianni Infantino, presidente de la FIFA; el sorteo del Mundial de Clubes será este jueves, en Miami - Créditos: @Sebastián Domenech

En clave argentina, Botafogo, sexto campeón brasileño seguido, ratifica la hegemonía de sus clubes en la Copa Libertadores. Pero, a horas del sorteo del Mundial de Clubes de la FIFA, Botafogo, propiedad del empresario estadounidense John Textor, es algo más que eso: es la confirmación del nuevo gran poder de Estados Unidos en el negocio del fútbol. Ya no solo como país sede (Copa América 2024, Mundial de Clubes 2025 y Mundial de selecciones 2026). Sino también porque, además de “ganar” su primera Copa Libertadores, Estados Unidos, cada vez más presente en Europa, controlará más de la mitad de los clubes de la Premier League, la mayor Liga del fútbol mundial.

Es un fenómeno contradictorio y que Liverpool, el mejor equipo del momento, ayuda a explicarlo. Tras la espantosa gestión de George Gillett Jr. (padre del inversor que tendrá Estudiantes de La Plata), el grupo Fenway (FSG) convirtió a Liverpool en una máquina de negocios y triunfos bajo la conducción carismática del DT alemán Jürgen Klopp.

En 2010 el club costó 300 millones de libras (380 millones de dólares). Hoy vale diez veces más: 4000 millones de libras. Se fue Klopp. Pero sigue ganando con el DT neerlandés Arne Slot y el domingo aplastó a un Manchester City en picada. ¿Por qué la contradicción?: porque Liverpool no logró clasificarse entre los treinta y dos equipos que jugarán el Mundial que se sorteará mañana en Miami.

Alexis Mac Allister celebra el gol que le convirtió a Real Madrid, por la Champions League; su equipo, Liverpool, no estará en el Mundial de Clubes 2025
Alexis Mac Allister celebra el gol que le convirtió a Real Madrid, por la Champions League; su equipo, Liverpool, no estará en el Mundial de Clubes 2025 - Créditos: @Peter Byrne

Aunque suene paradójico, la meritocracia del fútbol choca contra el deporte made in USA. Sus Ligas principales (la NFL del footbal americano, la MLB del béisbol, la NHL del hockey sobre hielo y la NBA) ni siquiera tienen descensos. Porque “desalientan” al inversor (en nuestro fútbol tampoco los tendremos, desalientan la acumulación de poder). Y Liverpool no jugará el Mundial porque los dos cupos de Inglaterra fueron ganados por Manchester City y Chelsea.

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El fútbol, pese a todo, sigue siendo un escenario relativamente democrático e inclusivo para el mundo actual. Al Mundial se ingresa por mérito y por distribución geográfica. La excepción fue Inter Miami (puesto a dedo por Gianni Infantino, presidente de la FIFA, porque allí juega Leo Messi).

Pese a los descensos, capitales de Estados Unidos están sumando la compra de un undécimo club de la Premier. Everton pertenecerá al Grupo Friedkin, propietario de Roma (en la Serie A también Inter y Milan son controlados por capitales yanquis). Manchester United fue el primero de la Premier. Lo compró la familia Glazer en 2005 por 790 millones de libras. Endeudó al club y jamás lo sacó campeón de la Premier, pero en 2023 vendió el 27,7 por ciento de su propiedad a cambio de 1300 millones de libras. El club entero vale hoy 6000 millones. Negocio formidable. Luego siguieron Arsenal, Aston Villa, Liverpool, Chelsea, Fulham, Bournemouth, West Ham, Crystal Palace (propiedad de Textor, el mismo de Botafogo) y el ascendido Ipswich Town (costó 30 millones de libras en 2021 en Tercera división, hoy vale 250 millones).

Sergio Busquets, Luis Suárez, Drake Callender y Lionel Messi celebran el Supporters' Shield, que le dio la clasificación a Inter Miami al Mundial de Clubes; de todos modos, la FIFA quería sí o sí a la Pulga en el certamen de 2025
Sergio Busquets, Luis Suárez, Drake Callender y Lionel Messi celebran el Supporters' Shield, que le dio la clasificación a Inter Miami al Mundial de Clubes; de todos modos, la FIFA quería sí o sí a la Pulga en el certamen de 2025 - Créditos: @David Santiago

Hay inversores estadounidenses, buenos y malos, en todas las categorías del ascenso inglés y casi de una punta a otra del país. Alejada China y sancionada Rusia, Estados Unidos es la meca al menos de otros cuatro clubes de la Premier que precisan más capital. La atracción es mutua. Casi todos los días llegan propuestas a Londres. Fondos privados, inmobiliarios, de capital de riesgo. Hasta al sector público de fondos de pensiones de Estados Unidos se interesó por un club inglés, dijo hace unos días Richard Albert, representante británico en la feria Soccerex, de Fort Lauderdale. La Premier atrae a 40 millones de televidentes anuales en Estados Unidos (la NBC tiene los derechos por 450 millones de dólares). La audiencia global del fútbol inglés es de 1870 millones de personas en 189 países (el volumen de negocios de la Premier creció un 2850 por ciento desde su nacimiento en 1992).

Es la Liga más vista en el deporte mundial, antes que cualquiera de las Ligas de Estados Unidos, cuyos derechos de TV y equipos son sin embargo mucho más caros. La NFL ingresa más de 10 mil millones de dólares al año por TV. La Premier 4.200. Y 29 franquicias de la NFL dominan la lista Forbes de las cincuenta más valiosas del mundo. No hay fútbol en el top ten (Real Madrid está undécimo, cotizado en 6 mil millones, contra los 9 mil de los Cowboys Dallas, de la NFL). El club inglés mejor posicionado es Manchester United (13), seguido de Liverpool (20) y Manchester City (23). Es decir, los clubes de fútbol son relativamente “baratos” para ese gran capital. Un valor medio de una franquicia en la NFL es de 5.100 millones de dólares. Friedkin pagará 400 millones por Everton.

Según la BBC, los clubes de la Premier perdieron mil millones de libras en 2022-23. Pero el negocio no se detiene. Imagina mudar clásicos a otras capitales, cámaras en los vestuarios. Ya hubo proyectos (por ahora sin éxito) de anular descensos y también de Superliga cerrada. La FIFA quiere mantener control en ese fútbol del futuro. Por eso, Infantino desoye quejas de jugadores sin vacaciones y de Ligas nacionales con su calendario dañado y sortea un Mundial de Clubes que pagará oro para sacar un mes de sus países a Real Madrid, Manchester City, Bayern Munich, PSG, Inter. Una caravana a la que se suman Boca y River, ambos más que felices. Será un mes en Disneylandia. En la tierra prometida.