Mirco Cuello: las presiones de una gran promesa del boxeo argentino, que procura dar otro paso en Panamá

Mirco Cuello, una esperanza para el boxeo argentino
Mirco Cuello, una esperanza para el boxeo argentino

Mirco Cuello tiene 22 años y está clasificado como décimo retador del campeón mundial pluma de AMB, Leigh Wood, un inglés rústico y fuerte que sacó del ring al irlandés Michael Conlan en su pelea consagratoria en marzo último. Cuello es, para todos, “el pibe de Arroyo Seco”, Santa Fe, aunque nació en Villa Constitución. Su gentilicio adoptivo es una identidad, tan sentida como popular. Su carrera es corta pero genera esperanza: nueve peleas profesionales, todas ganadas, ocho de ellas antes del límite. Es una promesa atractiva y creíble del pugilismo argentino; distante –aún– de la madurez y experiencia necesarias que lo conviertan en una realidad boxística sólida para intentar todos los desafíos posibles. Para eso hace falta tiempo, vivencias pugilísticas y experiencias en un nivel competitivo que aún no protagonizó.

Cuello tiene una particularidad destacable y positiva. En cada pelea muestra algo nuevo y algún atributo distinto. Esto significa crecer. Hoy volverá a combatir. Debutará en Panamá, en condición de favorito, ante el dominicano Leivy Frías, de 28 años y 12 victorias (10 por KO), en un combate de 10 rounds con televisación de TyC Sports, alrededor de la medianoche.

Con un KO técnico, Mirco Cuello se quedó con el título sudamericano de los plumas
Con un KO técnico, Mirco Cuello se quedó con el título sudamericano de los plumas - Créditos: @Boxeo de Primera

¿Cuál fue la cualidad formativa decisiva en su ascenso en el pugilismo rentado? La presión. Pocos boxeadores nacionales tuvieron picos de exigencias tan prematuros como los asumidos por Cuello. Debió pelear en distintas eliminatorias juveniles en el exterior para poder competir y ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018. Y ese fue su gran impacto.

Posteriormente, asumió una nueva carga: los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 con la misión de obtener la tan ansiada 25a. medalla para el boxeo nacional en esta puja. Estuvo cerca de lograrlo: tras vencer al alemán Hamsai Shadalov, perdió en decisión dividida y polémica con el tailandés Chatchai-Decha Butdee. Y allí culminó su sueño.

Pocos como él fueron codiciados por inversores y managers extranjeros para orientar su carrera. El estadounidense Gardner Payne no dudó en pagar su patente de manager internacional para aliarse a su equipo y el promotor uruguayo Sampson Lewkowicz –radicado en Las Vegas– se convirtió en su agente. El entrenador Mariano Carrera renunció a su cargo de preparador de la selección amateur para abocarse a su entrenamiento –personal y minucioso– en el pomposo Funes Boxing Club del barrio de Núñez. Además, el Casino Buenos Aires, convertido en el principal escenario pugilístico porteño, patrocinó su mejor victoria sobre el venezolano Leonardo Padilla, que lo eyectó hacia el ranking mundial. Muchos intereses para una campaña tan escueta.

Siempre tuvo respuestas físicas en cada uno de sus cotejos desde su debut en 2020 en Estados Unidos. Hoy compartirá el “vedettismo de la velada” con el cubano Pablo Vicente, protagonista del otro match de fondo. Y probablemente se tienda un paralelo comparativo entre ambos: ¿quién es mejor?

Mirco Cuello ganó el título sudamericano pluma tras vencer al brasileño Michel da Silva
Mirco Cuello ganó el título sudamericano pluma tras vencer al brasileño Michel da Silva - Créditos: @Boxeo de Primera

Cuello ambiciona, también, pelear en los próximos Juegos Panamericanos de Chile 2023 –aprovechando las reglas híbridas del boxeo olímpico– y alcanzar un lugar en los Juegos de París 2024, que despedirían a ese deporte de sus citas. Deberá, entonces, lidiar consigo mismo para no bloquear sus objetivos: ser un gran retador mundialista o un buscador de logros amateurs y espirituales.

Hoy peleará en Panamá ante los ojos del continente y del presidente de esa nación: Laurentino Cortizo, que habría reservado su ring side en el legendario hotel de la capital canalera. Mas presiones, como para no perder esas costumbres.