Miguel Layún, el jugador del que todos se burlaban y hoy se marcha como campeón legendario

Miguel Layún festejando el título catorce para el América en el futbol mexicano, tras vencer a Tigres. (Héctor Vivas/Getty Images)
Miguel Layún festejando el título catorce para el América en el futbol mexicano, tras vencer a Tigres. (Héctor Vivas/Getty Images)

Miguel Layún se va del futbol como todos quisieran irse. Campeón en el Estadio Azteca con el América. Los futbolistas han hecho costumbre decir que siempre fueron aficionados del club en el que juegan. Suele ser una mentira populachera para ganarse a la gente. Layún no miente. Hay fotos de él, antes de ser profesional, en las que se le observa ataviado con los colores azulcrema. Era un presagio, una ruta que seguir. La carrera se le terminó ayer. A los 35 años, con muchas historias que contar.

No fue el capitán en estricto sentido (ese es Henry Martín), pero sí fue el capitán moralmente. Criticado, como casi siempre, supo cerrar su carrera de manera impecable. Fue el tercer título de Liga MX con el América a su cuenta personal. El tiempo lo vio evolucionar: pasó de ser el primer jugador mexicano víctima de las redes sociales, hito en su biografía, a ser un referente histórico de Las Águilas. Gradualmente, con paso lento pero firme, Miguel Layún ató su nombre al legado americanista del éxito.

Fue el cobrador del penal definitivo en la final del Clausura 2013 contra Cruz Azul. Entonces todavía florecía aquel hashtag maldito: #TodoEsCulpaDeLayún. Él le cambio el rumbo a la mala fortuna. El título americanista de aquella noche melancólica fue su culpa. Nadie lo hubiera pensado ni siquiera entonces, cuando ya era titular y monarca, pero un año y medio más tarde, Layún se convirtió en el capitán del América y levantó la doce. Pasaron muchas cosas en su carrera tras esos dos títulos. Aventura europea de altos vuelos en Inglaterra, Portugal y España... y regreso a Rayados de Monterrey, club en el que ganó un título a costa de su amado América (el Apertura 2019, y también se hizo de la Concachampions del mismo año).

El divorcio era inevitable, pero Layún quería volver a casa. Lo hizo en 2021 para cerrar el ciclo. Aunque había sido canterano del Veracruz y tuvo una primera aventura europea en el Atalanta (fue el primer mexicano en jugar en la Serie A), su rostro sólo empezó a ser reconocible cuando llegó a Las Águilas. Ahí se hizo de la mala fama de jugador torpe. Rectificó la arquitectura de su prestigio y se convirtió en un jugador querido por el americanismo. A punta de esfuerzo, de insistencia, porque era evidente que no le sobraban cualidades técnicas, pero sí la voluntad de la que tantas veces carecen los magos del balón.

Layún dando la vuelta olímpica en el Estadio Azteca. (Jaime López/Jam Media/Getty Images)
Layún dando la vuelta olímpica en el Estadio Azteca. (Jaime López/Jam Media/Getty Images)

La imagen de Layún previo al partido contra Tigres era un retrato perfecto de la pesadumbre que antecede al retiro. Ese tiempo suspendido, un limbo entre ser futbolista y exfutbolista. Qué amargo decir adiós al futbol. Nunca más el verde césped profesional. Nunca más el vestidor, la exigencia propia de la especialización. Nunca más los vitoreos masivos, las ansías de disputar una final y ganarla. A eso se acostumbró Layún.

Layún en 2014, levantando el trofeo como capitán. (Héctor Vivas/LatinContent via Getty Images)
Layún en 2014, levantando el trofeo como capitán. (Héctor Vivas/LatinContent via Getty Images)

Incluso cuando parecía que su capacidad de revertir las críticas había terminado, Layún hizo en su último torneo lo mismo que tantas veces durante su carrera: convertir la adversidad en bonanza. Jugó una Liguilla de lujo, como en sus mejores días. Al estilo del Layún total. Fue como si en esta despedida decidiera sintetizar lo mejor de su carrera, sus versiones estelares. Y a la afición, que llegó a perder la paciencia con él, le pasó lo que sucede en los cumpleaños, en Navidad, en la graduación: todo lo malo se olvida y sólo queda lo bueno. A nadie le importan ya las inconsistencias técnicas de Layún ni su historial lejos del América. Volvió y ganó. Volvió y se fue para siempre como un campeón legendario.

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