Marcos Rojo y una tremenda confesión sobre su relación con Maguire en Manchester United

Marcos Rojo fue contundente en una entrevista en la que contó varias anécdotas. Una de ellas estuvo vinculada a su paso por Manchester United, donde no era muy tenido en cuenta. Y reveló: “Yo en 2019 jugaba por la Europa League, pero estaba recaliente con el técnico del Manchester porque ponía a [Harry] Maguire, que gracias a Dios hoy lo sacaron por Licha Martínez. Fui a la oficina de Solskjaer a decirle que me deje ir a otro club o que me ponga. Y Solskjaer me dijo que Maguire tenía que jugar sí o sí, por lo que lo pagaron. Se mandaba cagadones desde ese tiempo. Yo le decía: ‘Hijo de p…, poneme, si este todos los domingos se manda alguna”.

En una nota para el programa Líbero, de TyC Sports, el defensor de Boca, que actualmente se recupera de una grave lesión ligamentaria, también contó su vínculo con el sueco Zlatan Ibrahimovic: “Es un ganador, un animal como él dice, un león. Se presentó un viernes en el grupo, se entrenó un día y viajamos. Arrancó el partido e hizo un gol de chilena increíble. Nos empatan y nos estaban cagando a pelotazos. Entró recaliente al vestuario: ‘Así no se juega al fútbol, esto es un club grande...’ Este chabón llegó hace 10 minutos y ya está gritando, pensé. Estaban Rooney, Schweinsteiger... nadie le dijo nada. Y yo: ‘Fua, este es repicante’. Conmigo tenía la mejor, era recontra amigo del Pocho (Lavezzi, excompañero en PSG) y me decía ‘Vos sos amigo del Pocho, es un maestro’. Pero a los demás los arruinaba, les bajaba la moral por el piso”.

Y amplió: “En un partido se calentó y le contesté. Lo empecé a putear. Los dos nos empezamos a bardear, terminó el primer tiempo y fuimos al vestuario. Yo dije: ‘No, ahora tengo que entrar y qué hace este’. Yo estaba preparado, ya fue, donde entra lo tengo que dormir... Le digo: ‘Vos dejá de gritarme’, él me dijo ‘No, vos pasame la pelota, jugá para adelante’. Él se venía y todos se pararon, yo me paré también, pero estaba diciendo: ‘A este que lo agarren...’. Ahí entró Mourinho recaliente, empezó a patear todo”. Al otro día estaba desayunando, él vino y me agarró de atrás del cuello y nos empezamos a cagar de risa”.

Además, Rojo habló sobre Enzo Pérez, con el que tienen un largo camino recorrido juntos. Compartieron el plantel de Estudiantes durante cuatro temporadas, incluida la gloriosa campaña de 2009 que terminó con la Copa Libertadores de la mano de Alejandro Sabella. Los trayectos luego se separaron, ambos recorrieron ligas europeas. El defensor anduvo por Rusia y Portugal, hasta recalar con éxito durante siete años en Manchester United; el mediocampista mendocino jugó en Benfica y Valencia hasta que volvió a River y se convirtió en un símbolo del ciclo de Marcelo Gallardo. Y con una gran amistad forjada a través de vestuarios compartidos, el destino les ponía nuevamente enfrente la oportunidad de estar juntos en un equipo. Pero todo no fue como se esperaba y el vínculo se resquebrajó. Todas estas vicisitudes salieron a la luz de boca de Rojo, en una divertida entrevista que brindó al programa Líbero, de TyC Sports.

Ocurrió en 2021, cuando el defensor decidió volver a jugar en Argentina. Con la puerta de Estudiantes siempre abierta, Rojo recibió una propuesta muy seductora: vestir la camiseta de Boca Juniors. Él tenía claro que quería jugar en el club de la Ribera, pero fue entonces cuando recibió el llamado de Marcelo Gallardo que le daba la oportunidad de sumarse al exitoso andar del millonario y volver a compartir sus días con su amigo. Pero Rojo ya tenía decidido firmar con el equipo xeneize. Y entonces entró en escena Enzo Pérez. “Cuando me llamó Gallardo no le dije a nadie. Estaba a punto de firmar con Boca y Enzo Pérez me dijo que él me quería hablar, así que me llamó y charlamos de fútbol. No sé cómo se enteró de que estaba cerrando contrato en Boca, pero yo ya tenía todo arreglado, estaba convencido”, cuenta Rojo.

Ese fue el momento exacto en el que la relación entre ambos tuvo un quiebre. “Enzo se enojó, estuvo enojado, peleado. Él quería que yo fuera a River, me dijo que ‘íbamos a ganar todo’. Yo le decía: ‘¿Enzo, sos boludo?’. En la cancha nos matábamos, yo le pegaba a propósito. Me cagaba de risa, pero él estaba enojado en serio”, contó Rojo entre risas.

La tensión duró algún tiempo hasta que un encuentro fortuito destrabó todo, según cuenta el defensor de Boca, que hoy se recupera de una lesión. “Hasta que un día con mi familia nos fuimos cinco días a Bariloche. Cuando llego al hotel, me registro y me dicen: ‘Está Enzo Pérez acá’. Ni sabía y ni él sabía que yo iba a ir. Voy a cenar a la noche ahí en el hotel y, efectivamente, estaba. Cenamos juntos, charlamos toda la noche, nos dijimos lo que nos teníamos que decir y la amistad volvió. A mí me dolía, yo le había mandado un mensaje terrible y ni me respondió. Me dijo que estaba re caliente”.

Para el final de la anécdota, Rojo recordó cómo eran los enfrentamientos en los superclásicos mientras duró el enojo de Enzo. “Si vos mirás los clásicos, hay una jugada en la que la pelota dividida pica y ya se había ido afuera y yo fui y le metí cuerpo. Me re puteó. Vino el réferi, creo que era Loustau, y entre los dos lo empezamos a bardear a él. ‘Vos no te metas’, le decíamos”, contó el defensor con una sonrisa.

Además, contó que aún sigue en un grupo de WhatsApp de la selección que se llama “La vieja guardia”: “Estamos en el grupo de los viejos, ja. Está el Kun, Leo, Nico... Hay mensajes en el momento felicitándolo [por la conquista del Mundial de Qatar]. Él mandó fotos en el vestuario. Sentimos mucha alegría por él. Me acuerdo que lloramos. Es una mezcla, una sensación rara. Alegría por muchos, por Leo, Fideo, Nico. Pasaron miles y yo estuve con ellos. Perdimos las finales que perdimos y nos dolía. Ver que ellos lo lograron es una locura. Le decía a mi mujer, pensar que nosotros estuvimos a esto, a nada. No tuvimos suerte. Lo cagamos a pelotazos a Alemania [en 2014] y no quiso entrar”.

Y, en el mismo contexto, valorizó que Messi haya recordado siempre a los subcampeones de Brasil 2014, como sucedió durante los festejos de la Albiceleste en el amistoso con Panamá. “Se acordó de nosotros. Un proceso... tuvo que perder para llegar a este momento. Les agradecía a todos los que habían estado con él. Es un gran capitán, siempre pensando en el grupo. Siempre se puso a la par de todos. Es lo que más me sorprendía. Yo llegué a la selección en 2011. Fui, entrené con Messi, una locura. Y después estábamos tomando mate, charlando, como cualquier persona”.

Y reveló que el momento más triste fue la derrota por penales en la final de la Copa América Centenario 2016, frente a Chile. “Nunca vi tanta tristeza junta como en ese día. Ya era la tercera final que perdimos. El Mundial dolió, pero era la final del Mundial, puede pasar. En Chile habíamos jugado muy bien y otra vez perdimos”, expresó. Esa Copa volamos, la rompimos. Cagamos a goles a todos los equipos y no se nos dio, otra vez”.