Marcelo Gallardo en River: las razones que demoran el contrato, ante la impaciencia de los hinchas
“Paciencia”. Ésa es la palabra que más se repite por estas horas en los pasillos del Monumental. Cuando todo era euforia, emoción y adrenalina, el desarrollo del martes puso paños fríos: el desembarco de Marcelo Gallardo en River deberá esperar un poco más. No sólo no hubo una presentación oficial, una firma de contrato ni un regreso a las prácticas, sino que además el club oficializó el mandato interino de Marcelo Escudero, que dirigirá el domingo a River contra Unión en Santa Fe. Con el presidente Jorge Brito como único protagonista en las negociaciones con el entrenador, las conversaciones son asiduas y positivas y todo marcha en buenos términos. Pero nadie quiere apresurar ni siquiera un movimiento ante un acontecimiento de semejante magnitud.
“Va para largo”, aseguraban para LA NACION desde River en las primeras horas del martes, sobre el acuerdo definitivo. Y esa afirmación se confirmó con el correr del día, mientras la ansiedad de los hinchas no dejaba de crecer. Porque más allá de que los pasos más importantes por el acuerdo ya fueron dados y de que todas las partes son más que optimistas para que se concrete el segundo ciclo del Muñeco, el director técnico no quiere apurarse para planificar el trabajo.
Esta demora se oficializó a las 15.46, cuando el club publicó lo que se preveía. “River Plate informa que Marcelo Escudero ha sido designado para dirigir en forma interina al equipo de Primera División. Escudero, actual DT de la División Reserva, estará al frente del plantel tanto para los entrenamientos de esta semana como para el partido del próximo domingo 4 de agosto frente a Unión, en Santa Fe”, expresó el comunicado que compartió el departamento de prensa.
En medio de las especulaciones, los futbolistas de River retomaron este martes la acción, pues fueron citados para las 14 con miras a la práctica de las 15. Al predio acudieron el presidente Brito, el vicepresidente Matías Patanian, los secretarios técnicos Enzo Francescoli y Leonardo Ponzio y el vocal titular Eduardo Barrionuevo. Antes de la acción en el gimnasio y el campo, los dirigentes tuvieron una charla con el plantel en la cual se hizo una pequeña presentación de Escudero y fueron trazados lineamientos de trabajo para el resto de la semana. Finalizada la reunión, los jugadores de campo trabajaron con el DT interino, que estuvo acompañado por los preparadores físicos Diego Mirabela y Ernesto Oriolo, mientras que los arqueros se movieron con Alberto “Tato” Montes. Los tres mencionados formaban parte del cuerpo técnico de Martín Demichelis, pero tienen contrato con el club o son parte de su staff permanente.
¿Qué resta avanzar o definir durante los próximos días para llegar al OK definitivo? Con un acuerdo económico que no sería un problema y un contrato a priori hasta diciembre de 2025, justo para el final de la gestión de Brito, hay diversos temas que transforman la negociación en un proceso más lento que lo esperado: tiempos personales de Gallardo, el debate interno por la estructura y el manejo del fútbol profesional y el formativo, los mercados de pases presente y futuro, el rearmado del cuerpo técnico –por ejemplo, su PF Pablo Dolce debió volver de urgencia en medio de sus vacaciones–, la conformación del plantel y cuestiones vinculadas con el día a día de trabajo, logísticas de calendario y demás.
El Muñeco regresó al país a fines de mayo por el fallecimiento, a los 70 años, de su representante, Juan Berros, amigo de toda la vida que lo acompañó durante sus carreras como futbolista y como entrenador. Hoy son los hijos de Berros quienes están trabajando con los contratos y los papeles, con intervención de Rodrigo Riep, actual agente de Juan Fernando Quintero y amigo de Gallardo desde que se conocieron en las divisiones inferiores de River. Por lo tanto, los pasos no son tan rápidos y hasta el martes por la tarde tampoco se había avanzado con los abogados del DT que se encargan del armado de los contratos.
De acuerdo con lo que se supo para LA NACION, no está previsto que la oficialización se dé entre el miércoles y el jueves. A pesar de todo, el departamento de Comunicación, Medios y Digital ya tiene preparado un emotivo video de presentación, más un paquete de material gráfico y audiovisual para la asunción en los próximos días. Es más: también hay una organización para citar a la prensa en caso de tener que hacerlo de imprevisto durante la semana, por más que de momento haya quedado todo en stand by.
Más allá de la demora, desde la semana pasada en el saben que la intención de Gallardo es volver a dirigir a River. La dirigencia conoció por un intermediario la postura del Muñeco, que no iba a sentarse a charlar en caso de que el club tuviese un entrenador en funciones. En este escenario, desde el sábado el mundo millonario vive revolucionado. Tras la decisión de echar a Demichelis, el domingo se dio la despedida del DT saliente y el lunes aterrizó el entrante en Buenos Aires. Un frenesí impropio de los últimos tiempos en la entidad: desde hacía 12 años no se despedía un entrenador y no se daba un interinato. ¿La última vez? En 2012, durante la presidencia de Daniel Passarella, que eyectó a Matías Almeyda; asumió Gustavo Zapata por un partido (1-0 a Lanús) y fue repatriado Ramón Díaz.
El propio día del arribo se dieron los primeros contactos telefónicos con Brito y se llevó adelante la reunión de la comisión directiva en la que el presidente habló de “hacer un mea culpa por no haber defendido a Demichelis como lo merecía”. Además, Gallardo se reunió con Mariano Barnao, el gerente de fútbol durante su gestión, para diagramar el panorama del nuevo River. Luego, ya el martes, continuaron los contactos entre el directivo y el entrenador, pero sin esa anhelada confirmación, que deberá esperar. Ahora se aguarda que en las próximas horas se confirme una nueva reunión entre ambos, mientras los hinchas se impacientan por el desenlace deseado.