CARACAS.– “El país nos necesita firmes, organizados y movilizados. Rindamos tributo a cada uno de los héroes que hicieron valer y defender la victoria del domingo. Muchos de ellos son perseguidos, pero los defenderemos”. María Corina Machado se dirigió este jueves al país para convocarlo a grandes manifestaciones el sábado en todas las ciudades de Venezuela, después de un día de alta tensión en el que reconoció estar resguardada ante la persecución gubernamental.

La líder opositora también propuso que la bandera tricolor de Venezuela presida las casas como símbolo de libertad. “¡Ganó Venezuela! Y ahora vamos a cobrar”, sentenció.

La convocatoria formal a marchas nacionales llegó tras hacerse público un artículo de opinión en The Wall Street Journal en el que Machado reconocía estar bajo resguardo. “Escribo esto temiendo por mi vida, mi libertad y la de mis compatriotas. Podría ser capturada mientras escribo estas palabras”, aseguró.

Un grupo de dirigentes de primera línea también buscó refugio tras la detención de Freddy Superlano, uno de los grandes aliados de Machado, desaparecido desde que hace tres días un comando de agentes enmascarados se lo llevara a la fuerza junto a su primo y a un colaborador. “Hago un llamado a quienes rechazan el autoritarismo y apoyan la democracia para unirnos al pueblo venezolano en nuestra noble causa. No descansaremos hasta que seamos libres”, prosiguió Machado.

Tras el fracaso de la resolución en la OEA durante una sesión que tuvo lugar el miércoles en Washington, se esperaba con expectación el resultado de la “cumbre” entre el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Gustavo Petro. Muchas expectativas que se quedaron en casi nada, al menos en su comunicado final luego de tres días de “altas negociaciones” y de la conversación telefónica a tres bandas mantenida este jueves.

“Seguimos con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos y hacemos un llamado a las autoridades electorales para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”, subrayó el comunicado conjunto cuatro días después de que se cerraran las urnas y de que el gobierno emitiera un primer boletín con las cifras del mayor fraude electoral de la historia de América Latina.

“Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados”, prosiguió el escrito, que se dio a conocer minutos antes de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aceptara el recurso de amparo solicitado por Nicolás Maduro. Los jueces del Tribunal Supremo, elegidos a conciencia por el chavismo, han convocado para el viernes a los diez candidatos.

Laberintos judiciales

La estrategia de Maduro es que el fraude perpetrado contra la voluntad popular quede encallado en los laberintos judiciales del chavismo. Poco importará a los mismos jueces que confirmaron la inhabilitación de Machado como candidata a la presidencia e intervinieran una docena de partidos políticos que el primer boletín electoral proporcionase a Maduro 600.000 votos de ventaja, cuando los datos obtenidos de las actas de votación (que la oposición subió a Internet para que todo el mundo lo corrobore) confirman la victoria de Edmundo González Urrutia por cuatro millones de votos sobre el “hijo de Chávez”.

Brasil, México y Colombia añaden un llamado a los actores políticos a ejercer la máxima cautela sin una sola crítica o advertencia a la represión del régimen bolivariano, que se ha cobrado la vida de 20 jóvenes de los barrios populares, asesinados en su mayoría por paramilitares chavistas, y que ha llevado a la cárcel a más de 1200 personas. Los clásicos llamados al respeto a la soberanía y al diálogo cierran el comunicado.

Maduro, atornillado en el poder gracias a la represión, reaccionó de inmediato: “Hemos derrotado la primera fase del golpe fascista criminal. Vamos por ellos y el fascismo en Venezuela no pasará, se lo garantizó. Háganme la denuncia de los delincuentes fascistas para irlos a buscar. Voy a proteger al pueblo, calle por calle, barrio por barrio”, bramó el “presidente pueblo”.

Desde la noche del domingo, cuando cientos de miles de ciudadanos defendieron los votos en los colegios electorales, el chavismo desencadenó una feroz represión. Son precisamente los famosos comanditos electorales de la oposición, compuestos por ciudadanos que defendieron el voto durante la jornada de los comicios, los que están en el ojo del huracán.

“Los mercenarios nazi fascistas, integrantes de los mal llamados comanditos, entrenados y utilizados por la ultraderecha racista, serán capturados y sometidos a la Justicia uno por uno”, amenazó el general Domingo Hernández, jefe del Comando Estratégico Operacional.

Todo ello en un país donde las detenciones son tan arbitrarias como abusivas, tan parecidas a las ejecutadas por los escuadrones de la muerte durante las dictaduras latinoamericanas del siglo XX. Los detenidos no cuentan con sus abogados y además buena parte de ellos son trasladados a cárceles con delincuentes comunes. Maduro amenazó incluso con castigarlos a trabajos forzados para construir nuevas carreteras.