Magnus Carlsen fue contundente ante a Hans Niemann y a Alireza Firouzja

Magnus Carlsen fue implacable
Magnus Carlsen fue implacable - Créditos: @X

Hace un par de años, el joven estadounidense Hans Niemann daba la sorpresa al ganarle a Magnus Carlsen con piezas negras en el torneo de Saint Louis, Estados Unidos. Pero el hecho se magnificó cuando el noruego acusó a su rival de hacer trampa y, acto seguido, abandonó el torneo en señal de protesta. Esto generó polémica y escándalo.

Se supo que, en el pasado, Niemann había hecho trampa varias veces jugando por internet, ayudándose con computadoras. Él fue pronto en admitirlo, pero alegó que nunca lo había hecho en partidas presenciales, y que ya había corregido su conducta. Por cierto, que esto no lo favoreció ante el juicio general. Sin embargo, es difícil probar que un jugador recibe información mediante algún sofisticado sistema. Son más bien presunciones, y ante la falta de pruebas del delito, las opiniones de los maestros se dividieron: algunos señalaron que la partida en cuestión no revelaba ningún aspecto que pudiera señalarse como trampa, y que Niemann era un jugador suficientemente fuerte como para poder ganar a Carlsen una partida. Otros se abonaban a la acusación del campeón.

Hans Niemann, el estadounidense que volvió a enfrentarse con Carlsen
Hans Niemann, el estadounidense que volvió a enfrentarse con Carlsen - Créditos: @hans_niemann

Lo que siguió fue que Carlsen se negó a volver a jugar con Niemann, en tanto que este inició una demanda contra el noruego por perjuicios. El tiempo, curador de heridas, y los melifluos organizadores de torneos, consiguieron que ambos aceptaran enfrentarse en un torneo rápido de la plataforma Chess.com. Se trató de una semifinal pactada a una serie de partidas a tres ritmos rápidos diferentes: 5 minutos +1 segundo por jugada; 3 + 1; y 1 + 1.

Se jugó así: cada uno en su pantalla con su ordenador, pero ambos en la misma habitación, a la vista del rival, y con árbitros observando. La otra semifinal era entre otros dos ases, Hikaru Nakamura, y Alireza Firouzja. Carlsen ganó, pero no por tanto como cabría esperar: 17 ½ a 12 ½. La diferencia la obtuvo en las partidas a cinco minutos (las más “lentas”), ya que en las partidas a tres y a un minuto, salieron empatados.

Alireza Firouzja
Alireza Firouzja

En la otra semifinal se impuso Firouzja, lo que disparó el interés por la final, ya que, como dijimos en una nota anterior, el jugador francoiraní viene teniendo buenos desempeños, volviendo a insinuarse como una amenaza para Carlsen. Antes, se enfrentaron por el tercer puesto Nakamura y Niemann, en un duelo tenso porque Nakamura, en su momento había apoyado a Carlsen en su acusación a Niemann. “Naka” es muy fuerte en los ritmos ultrarrápidos, y despachó a Niemann por un lapidario 21 a 9.

La gran final resultó una decepción. Ya sea porque Carlsen se sintió liberado, una vez resuelto el incómodo encuentro con Niemann, o porque a Alireza Firouzja le volvieron a fallar los nervios ante una cita mayor, o porque simplemente Carlsen es muy superior; lo que pasó es que el noruego aplastó a su rival por un brutal 23 ½ a 7 ½.

Niemann y Firouzja tienen 21 años cada uno, y margen de progreso por delante. Pero, aunque el estadounidense ha mejorado, todavía le queda trabajo para afirmarse en la élite, y sus bravuconadas no lo ayudan. El francoiraní tendrá que superar su nerviosismo si alguna vez quiere enfrentarse a Carlsen con alguna posibilidad de ganar. Mientras, Nakamura es muy exitoso en los streamings, y Carlsen se mantiene inamovible en la cima.