Lula descarta una intervención militar ante los ataques al transporte en Río de Janeiro

Brasilia, 24 oct (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, descartó una intervención militar directa en Río de Janeiro, ciudad que el lunes sufrió una serie de ataques contra el transporte público al parecer por grupos paramilitares.

"No queremos pirotecnia con una intervención (militar) que no dio resultados en el pasado", afirmó Lula durante la transmisión en vivo de su programa semanal en redes sociales, que retomó después de tres semanas tras pasar por dos cirugías, una de ellas en la cadera.

El lunes, una docena de sospechosos fueron detenidos por incendiar al menos 35 autobuses en Río de Janeiro, en una acción orquestada al parecer por una banda parapolicial en represalia por la muerte de un importante cabecilla del grupo.

No obstante, a pesar de descartar la intervención militar directa, Lula señaló que ya dialogó con el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, y con los ministros de Justicia, Flávio Dino, y de Defensa, José Múcio, con los que volverá a reunirse este martes.

El líder progresista indicó que la Fuerza Aérea puede aumentar su presencia en los aeropuertos de Río de Janeiro, al igual que la Marina en los puertos y las Policías Federal y de Carreteras en los puestos de control, para reforzar la fiscalización.

"Vamos a ayudar a Río de Janeiro a combatir más el crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de armas y las milicias para que el pueblo de Río de Janeiro vuelva a tener tranquilidad", comentó.

De acuerdo con Lula, "el problema de la violencia en Río de Janeiro termina siendo un problema de todo Brasil, como las inundaciones en Santa Catarina (sur) o la sequía en la Amazonía".

"Nosotros queremos compartir la solución de los problemas que los estados tienen porque es un problema de Brasil y yo soy el presidente de Brasil", apuntó.

Los constantes tiroteos entre bandas rivales de narcotraficantes y entre estas y milicianos con la Policía han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.

(c) Agencia EFE