Luciano Acosta, el Jugador del Año en la MLS que brilla sin marketing, a punta de golazos

Luciano Acosta junto a Lionel Messi, tras las Semifinales de la US Open Cup, en agosto pasado. (Michael Miller/ISI Photos/Getty Images)
Luciano Acosta junto a Lionel Messi, tras las Semifinales de la US Open Cup, en agosto pasado. (Michael Miller/ISI Photos/Getty Images)

El cierre de año en la Major League Soccer (MLS) ha sido frenético, fiel a su estilo. Y con el final de la campaña, que en dos semanas definirá a su campeón, llega también el anuncio del Jugador Más Valioso Landon Donovan de la Temporada 2023. Luciano Acosta, volante del FC Cincinnati, ha sido galardonado con el anhelado premio. La distinción no podría llegar en mejor momento. Su equipo, líder de la Conferencia Este en la campaña regular, se alista para afrontar la final de Conferencia ante Columbus Crew. El partido será el próximo sábado y promete entregar un dramático desenlace.

Del otro lado, en la Conferencia Oeste, esperan LAFC y Houston Dynamo. El paso arrollador del club de Ohio encontró algún contratiempo en los playoffs, pero su condición de favorito no ha mermado. A Philadelphia Union le ganaron de manera dramática, con gol en tiempo añadido. Previamente, echaron al New York Red Bull, tras ganarle cómodamente en el primer partido (3-0) y luego superarles en penales en el segundo encuentro (1-1 tiempo regular, 8-7 en la tanda).

Están a dos pasos de conseguir el primer título en la historia de la joven institución (debutaron en la MLS en 2019). El camino recorrido ya es ejemplo del trabajo paciente y metódico que han hecho de la mano del entrenador Pat Noonan. La gran temporada que hicieron este año no se entendería sin Luciano Acosta, el estandarte del equipo en todo sentido: capitán y mejor jugador del año en toda la Liga. A sus 29 años, el oriundo de Buenos Aires, Argentina, ha encontrado en Cincinnati el equipo ideal para llevar al límite sus cualidades. Es una estrella discreta, pero más que efectiva.

Lucho Acosta fue formado en Boca Juniors, mítico semillero de talentos. Sin embargo, hubo un aspecto personal que le dificultaba vincularse al futbol. Su estatura: siempre fue de talla baja. Y parecía una condena. "Una vez fui a una doctora y me dijo que no iba a crecer más así que dejé de medirme, de pensar en eso y me dediqué a lo mío. Trato de aprovechar otras cosas y voy al gimnasio para ponerme bien físicamente", recordó en 2014 para el sitio de Boca Juniors.

Sin embargo, Acosta no se dejó vencer por ese condicionante. Lo volvió una fortaleza vigente hasta hoy. Con su 1.61 metros de estatura, es normal verlo escurrirse entre los titánicos defensas de la MLS, que le superan en tamaño y fuerza, pero no en astucia. Acosta ha sabido sacar el mejor provecho de su juego. Suelta el balón a tiempo, regatea, juega con la desesperación de los impávidos rivales que no saben cómo sacarle el esférico; sabe cuándo poner un pase exacto de gol y tiene una impresionante intuición para aparecer en el área y finalizar él mismo las jugadas. Todo aderezado por una técnica individual de museo.

Los números le respaldan más que nunca. 17 goles y 10 asistencias durante el certamen anual. Y en playoffs suma un tanto y dos asistencias. Es un jugador bravo, claro. Formado en la cantera de Boca Juniors, sabe muy bien el valor de pelear cada balón a fuego. No son casualidad sus siete tarjetas amarillas en el año. Tiene que hacerse notar. Es un líder con pelota y sin pelota. Y que nadie se deje llevar por la impresión, porque ha anotado goles de cabeza insólitos. Que se lo pregunten a Wayne Rooney, leyenda inglesa, que lo asistió en 2018, cuando ambos jugaban en DC United, tras hacer una recordada jugada de recuperación (carrera agónica, barrida de lujo y trazo perfecto para Acosta).

Acosta ya brillaba en Washington. Por algo llamó la atención del poderoso PSG en 2019. Según contó Acosta a ESPN en 2022, su representante le habló para que viajara a París (también recibió llamado de su amigo Leandro Paredes, seleccionado argentino que acababa de fichar por los parisinos). Hasta allá fue, pero no pudo ser. El DC United no quiso venderlo. Cuando iba rumbo a la revisión médica, se enteró de que el Parque de los Príncipes no iba a ser su destino.

"Cuando estamos yendo veo que le llega una llamada al chofer. Empieza a hablar en francés y se empieza a desviar el auto. Ahí me llama mi representante y me dice: "Lucho, tenés que volver al hotel que se cayó todo. El DC United no quiso aceptar la oferta'. Se me vino el mundo abajo en ese momento. Me tuve que volver. En el hotel llorando mal, hablando con mi esposa, con mis viejos. Me destruyó mucho psicológicamente", relató a ESPN. Aquello lo destrozó anímicamente, pero volvió sobre sus pasos para seguir escribiendo una historia insólita.

Acosta fichó al año siguiente con el Atlas de México. Su desempeño en la Liga MX no fue el mejor, aunado a un club que vivía una crisis previa a su etapa de bonanza. Volvió adonde mejor le había sonreído la pelota. A la MLS con el soñador Cincinnati. Recuperó confianza y mostró una versión incluso mejor a la de DC United que enamoró al PSG, a punta de golazos y una sociedad perfecta con Brandon Vázquez. Hoy Acosta es ídolo de un club que anhela la gloria y es el Más Valioso del Año, por encima de luminarias mundiales, como su paisano Lionel Messi. Lo mejor todavía no llega.

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