La lucha libre ucraniana toma impulso tras dos parones obligados por el covid y la guerra

Kiev, 28 jul (EFE).- Tras dos parones obligados por la pandemia de covid y el comienzo de la guerra, la lucha libre ucraniana toma impulso gracias al entusiasmo desinteresado de los luchadores amateurs y de los aficionados y ha celebrado este mes en Kiev uno de los eventos más multitudinarios de su incipiente historia.

Una tarde calurosa de julio en el mítico pub Porter cerca de la estación de trenes de la capital, un grupo de jóvenes descamisados con pantalones estrambóticos o las caras pintadas ensayaban sus mejores llaves sobre el escenario de la gran nave industrial aún vacía que alberga el acontecimiento.

“Mucha gente no entiende que nos guste el ‘wrestling’ porque los golpes no son de verdad, pero el dolor de las caídas y la emoción de la gente en los espectáculos sí son de verdad”, dice a EFE Volodímir Dubin, uno de los pioneros ucranianos en la organización de eventos de esta mezcla de deporte y espectáculo especialmente popular en México y Estados Unidos.

Combates con guión

A diferencia de lo que ocurre en las competiciones deportivas normales, los luchadores de ‘wrestling’ o ‘pressing catch’ salen al ring con un guión en el que está predeterminado quién y cómo ganará y cuáles serán los elementos de mayor espectacularidad del combate.

“Es como una película. Todos sabemos que las películas son mentira, pero nadie sabe qué pasará al final excepto el director y los actores”, explica este informático de 25 años.

La gran estrella de la velada de julio, a la que asistieron alrededor de trescientos espectadores, era Main Character Hantry, o Personaje Principal Hantry. “Hantry sonaba aburrido, así que le añadí lo de personaje principal”, explica a EFE en uno de los descansos Pavló Himonidi, el ucraniano de origen griego de 28 años que ha creado y da vida sobre el ring a este personaje.

La dualidad entre el bien y el mal es uno de los principales ingredientes del ‘pressing catch’. Main Character Hantry era cuando empezó un personaje positivo, una especie de Quijote musculado defensor de la justicia y el honor de las damas. Pero el sabor embriagador de la gloria lo han transformado en un personaje arrogante y odioso que despierta la ira del público con sus victorias.

“Empecé a convertirme en malo al final del último espectáculo, cuando después de derrotar a mi rival le di un golpe bajo y empecé a golpearle en la espalda y el estómago con una silla”, cuenta antes de empezar su primer combate en el que salta al ring con el papel de malo Himonidi, que trabaja en un almacén de cosméticos y actúa a veces en espectáculos para niños representando a superhéroes.

Referentes de EEUU

Como ocurrió en España en las décadas de 1990 y 2000, los aficionados ucranianos al ‘wrestling’ descubrieron este espectáculo con las retransmisiones en su idioma de clásicos estadounidenses como El Enterrador, Rey Misterio o John Cena.

Los luchadores ucranianos se inspiran en su mismo estilo bravucón, hiperbólico y autoparódico para moldear el carácter de sus personajes y desarrollar las llaves, los golpes y los gritos de guerra que les hacen reconocibles sobre el escenario.

El ‘catch’ en Ucrania está muy lejos de tener las audiencias y los recursos del original norteamericano, pero los aficionados aprecian la oportunidad de ver lucha libre en directo.

"Obvio, es muy distinto. Aquí en vivo es más interesante porque veo las emociones de los wrestlers, lo veo más cerquita y disfruto más de esto que en la tele", dice en perfecto español a EFE Serguí Didenko, un ucraniano natural de una zona cercana a la central nuclear de Chernóbil que pasó muchas vacaciones en España acogido por una familia de Bilbao.

Hantry derrota a Kenny Rivera

Con un público abrumadoramente joven y adulto totalmente entregado, Hantry derrota a su rival Kenny Rivera entre abucheos y una lluvia de sillas y botellas en protesta por su prepotencia.

Hantry levanta el cinturón que le acredita como vencedor y se pasea por el ring micrófono en mano haciéndose el chulo.

“Es una descarga única de adrenalina”, dice cinturón en ristre al término del combate sobre una sensación que le hace olvidar el dolor de las caídas y de algún falso golpe mal ejecutados.

Marcel Gascón

(c) Agencia EFE