Lourdes Carlé: la mejor argentina en el ranking de la WTA, protagonista de un ascenso a puro esfuerzo

María Lourdes Carlé atraviesa el mejor momento de su carrera
María Lourdes Carlé atraviesa el mejor momento de su carrera - Créditos: @SLLAMERA / Argentina Open

Desde este lunes, y por primera vez en su carrera, María Lourdes Carlé está entre las 150 mejores del mundo. La muy buena actuación que tuvo en el WTA Argentina Open, en el que trepó hasta las semifinales, le permitió a la jugadora bonaerense escalar 13 posiciones y ubicarse en el puesto 147º, la más alta de su carrera. Es la tenista argentina mejor ubicada en el ranking ya desde hace varias semanas, y consolidó esa posición en una temporada de altísima actividad. Su foja de 2022 incluye 86 partidos en singles (51 triunfos y 35 derrotas), una cifra que asciende a un total de 126 si se agregan los 40 encuentros que disputó en dobles (22-18). De enero a noviembre, Carlé jugó y jugó, sumó experiencia y puntos… y todavía resta sumar lo que consiga esta semana, en el WTA125 que se celebra en Montevideo, última estación de su calendario.

“Fue un año parejo, viajando mucho. Y son muchos partidos, es increíble. Ha sido un año bastante positivo, muy regular, con un nivel que me tiene que dejar contenta, jugando otro tipo de competencias, contra otra clase de jugadoras, en ese sentido ha sido un año bueno”, le comenta Carlé a LA NACION en el comienzo de una charla para explicar su ascenso, después de un tiempo marcado por las dudas. Tiene solamente 22 años la jugadora nacida en Daireaux, que supo practicar de pequeña en la escuela de Tandil con Marcelo ‘Negro’ Gómez y Mario Bravo. Fue campeona Sub 16 en el Orange Bowl, uno de los torneos más tradicionales del tour juvenil, y semifinalista del US Open juvenil en 2017, y formó parte de varios equipos nacionales de menores.

Carlé alcanzó la semana pasada las semifinales en el Argentina Open femenino
Carlé alcanzó la semana pasada las semifinales en el Argentina Open femenino - Créditos: @SERGIO LLAMERA

-¿Te habías planteado lograr algo así cuando empezaste el año?

-No, la verdad es que empecé complicada. Me estaba entrenando bien, pero no competía bien. Estaba viajando sola, se complicó un poco… pero desde hace unos meses empecé a viajar con Cristian Kordasz (su entrenador). Creo que él le dio un gran soporte a mi juego, a mi tenis. Más allá de que venía entrenándome muy bien con Franco (Davin), por ahí en los partidos me faltaba una guía, un poco de apoyo. Después me fui sintiendo mejor cuando jugaba. También me decidí a hacer algunos cambios. Yo solía ser una jugadora muy defensiva, y esos cambios me llevaron a ser mejor jugadora, a convertirme en lo que soy hoy. Me tuve que decidir a pegarle a la pelota, a ir para adelante. No fue fácil, pero sentía que algo distinto tenía que hacer y eso le hizo bien a mi juego.

-¿Cómo está conformado tu cuerpo técnico?

- Con Cristian [Kordasz], Franco [Davin] y Carlos Cobos. Con Cristian he viajado todo el año, hemos creado una buena relación, y con Davin hablamos todo el tiempo. Aunque Franco no viaja mucho, él me ayuda mucho con los aspectos de mi juego; Cristian me dio más orden, y es como que ahí se acomodó todo. Puedo decir que tengo un gran equipo, cuando me va bien y cuando las cosas por ahí no salen; yo estoy muy a gusto con ellos.

Lourdes Carlé, con la camiseta argentina; desde pequeña la deroense acompañó a los equipos de nuestro país
Lourdes Carlé, con la camiseta argentina; desde pequeña la deroense acompañó a los equipos de nuestro país - Créditos: @Prensa AAT

-Fue un año en el que jugaste varios tipos de competencias, desde los ITF más modestos a qualies y partidos de WTA. ¿Cómo te fue con esos cambios de categoría?

-Es todo distinto, pero es también para lo que me prepararon mis entrenadores, para apuntar al máximo nivel, por ahí cuando jugaba en un WTA sentía que las tenía a todas ahí, pero perdía en un tercer set. Había cosas para ajustar, y eso mismo me lo dio la experiencia de los partidos. Hoy me siento más asentada, ya nos conocemos más con las otras jugadoras y eso ya es importante. Por ahí el desgaste es mayor, pero ya me siento más adaptada, más tranquila a la hora de entrar a la cancha. Lo que tienen las Top 100 es que todas las semanas tienen la posibilidad de jugar un torneo; con mi ranking, a veces entro, a veces tengo que jugar la qualy, entonces cuando tengo la posibilidad de entrar a un main draw lo quiero aprovechar. Lo que yo veo que hacen las grandes es jugar bien en los momentos clave. Son todas profesionales, las observo mucho, pero al llevar ellas más tiempo compitiendo en ese nivel también es como que están más adaptadas, más seguras.

-Hace unos días se perdió con Brasil en Tucumán una chance de ascender en la Billie Jean King Cup. ¿Dolió esa derrota?

-Sí, muchísimo. Porque creo que teníamos un equipazo, y ninguna pensó que eso se iba a dar así. Pero el deporte es así. No dudo de que vamos a tener revancha, y de que vamos a volver al Grupo Mundial. Creo que todas somos parejas, todas tenemos el nivel. A mí me gusta jugar por Argentina, siento mucho la camiseta. El domingo siguiente, cuando llegué a Buenos Aires, tomé la dimensión de la derrota y fue muy duro. Pero, al mismo tiempo, busqué enfocarme en una semana tan linda como era la de jugar en Buenos Aires, en un torneo muy importante.

Carlé no tiene un sponsor particular que aporte con los gastos de viajes y entrenamientos, y sí tiene la ayuda de su familia, que le dio el sustento a sus ilusiones desde chica. A pulmón, con mucho esfuerzo. “Mis papás me ayudaron, y ya pasé la peor etapa, la de junior, que era más difícil. Ahora es con lo que voy generando. También tengo un equipo de trabajo que confía en mí y yo confío en ellos”. Estuvo también en la Universidad de Georgia, y recuerda: “Fue una experiencia linda, la pasé bien, aprendí mucho, más allá de que perdí un año en lo tenístico, pero me dio muchas cosas en la vida, un equipo increíble, amistades, aprendí a jugar en equipo y esos son valores que aprendí en la Universidad”. Hace mucho se acostumbró a vivir lejos de la Argentina: en Atlanta, en Georgia, en Miami: “Antes quizá me influía más, por ahí extrañaba un poco, pero después entendí que mi vida es viajar y jugar. Siempre busco la manera de estar conectada y relacionada, y cuando estoy acá lo disfruto al máximo”.

En algún momento, la situación de Carlé como jugadora no fue tan sencilla. Encontró apoyo en Franco Davin, que tiene su academia en Miami. “Yo soy de Pehuajó, ella de Daireaux. Carlitos González, que era mi profe, siempre me habló de ella. Y siempre la seguí. Nos encontramos en Miami, y ahí empezamos a entrenar. A los argentinos trato de ayudarlos, ella tiene una familia hermosa, y ahí empezamos. Lourdes le pone muchas ganas, tratando de hacer las cosas bien. Te dan ganas de ayudarla porque le pone mucha garra, ella se lo merece porque es divina”, cuenta el exentrenador de Juan Martín del Potro y excapitán de Copa Davis.

Quedarán unos días de vacaciones, y de inmediato la pretemporada, porque 2023 lo comenzará esta vez en suelo oceánico, donde jugará la United Cup, el nuevo torneo mixto del circuito, y la clasificación del Abierto de Australia, al que regresará desde que lo disputó como junior, en 2017. ¿Objetivos? Por ahora, a corto plazo. “Quiero terminar el año bien. Antes solía pensar mucho para adelante, ahora mi prioridad es otra. Sé que empiezo el año en Australia, pero no miré el resto del calendario. Por ahí las metas son más personales: mejorar mi tenis, mejorar la cabeza, sentirme bien adentro de la cancha, apoyarme en mi equipo, estar contenta. A partir de eso, los resultados vienen solos”, asegura. Con todo por delante, Carlé quiere seguir por un camino que le trajo muchas alegrías.