Lionel Scaloni reveló los secretos para manejar el plantel campeón del mundo
En la antesala de una nueva doble fecha de eliminatorias sudamericanas, Lionel Scaloni brindó una conferencia de prensa en la Universidad Internacional de Florida, donde abordó diferentes temas relacionados con el manejo de su grupo de jugadores, la toma de decisiones y su cercanía con los futbolistas, en particular con los más jóvenes. El técnico campeón del mundo con la selección argentina, de 46 años años, dejó varios conceptos que permiten entender su filosofía de trabajo y el enfoque que sostuvo desde que asumió el cargo hace seis temporadas.
Scaloni fue claro al referirse al manejo de las decisiones dentro del grupo, y destacó la importancia de que los jugadores comprendan que las determinaciones que se toman siempre son en beneficio del equipo. “En nuestro caso, cada decisión que tomamos es pensando en el bien del equipo. Lógicamente, siempre hay, y es bienvenido, que el jugador no lo reciba bien cuando sale del equipo. Porque eso es señal de que quiere jugar, quiere estar disponible, le jode salir. Es un momento de entrenar, es un momento de demostrar. Y eso demuestra lo comprometido que está el equipo”, ponderó.
En su charla, moderada por el periodista argentino Bruno Vain, otro de los aspectos que Scaloni abordó fue la importancia de la comunicación entre el cuerpo técnico y los jugadores. Según el entrenador, mantener un diálogo constante y fluido con los integrantes del plantel es fundamental para crear un ambiente de confianza y comprensión mutua. Scaloni, que fue futbolista profesional entre 1995 y 2005, explicó que siempre valoró la cercanía con los entrenadores, algo que trasladó a su propio estilo de liderazgo.
En ese sentido, compartió: “Yo creo que siempre es mejor hablar que no hablar. A mí, cuando era jugador, siempre me gustaba que el entrenador sea cercano. Sí creo que es importante hablar con el jugador, explicarle la situación de por qué hemos tomado esa decisión, o por qué no juega. Siempre somos partidarios de hablar, aunque hay momentos. Yo creo que eso es básico, olfatear y ver cómo está la situación. A lo mejor en ese momento no es válido hablar, se espera, se habla al otro día cuando las cosas están un poco más tranquilas”.
Scaloni también profundizó en la importancia de conocer a cada jugador a nivel personal. Para el técnico, no todos los futbolistas responden de la misma manera a las instrucciones o motivaciones, y por eso es esencial entender cómo funciona cada uno para poder sacar lo mejor de ellos: “Básico, conocerlos, saber cómo piensa uno, otro. A uno a lo mejor una caricia le viene bien y a otro le viene bien hablar un poco más fuerte. Yo creo que eso te lo da un poco el haber jugado tanto tiempo, el tener un cuerpo técnico que también te facilita las cosas, que ellos también son gente que miran mucho y que se dan cuenta y que están continuamente hablando. Al final, va todo por ese lado”.
En referencia a los jugadores más jóvenes, el DT albiceleste ofreció una reflexión importante sobre cómo deben percibirlo tanto a él como a los referentes del plantel. El oriundo de Pujato destacó la importancia de no ponerse por encima de los demás, a pesar de haber conseguido un logro tan grande como el campeonato mundial, y animó a los nuevos talentos a trabajar con humildad y convicción.
“Nosotros intentamos decirle a los jugadores y a nuestro grupo que al final nosotros somos solo entrenador y jugador del fútbol. No somos más que eso. No por ser campeón del mundo yo me voy a sentir superior a otro o que el otro me vea como que soy un extraterrestre”, afirmó. Y agregó: “Creo que eso forma parte de lo que nosotros creemos y pensamos. Que nos vean lo que somos. Y que cualquiera de los que están ahí pueden llegar a ser entrenadores o jugadores de alto rendimiento. Esa es la idea”.
Por último, Scaloni reflexionó sobre los cambios que experimentó desde que ganó la Copa del Mundo y cómo mantuvo su equilibrio personal y profesional a pesar de la mayor visibilidad y atención que ahora recibe: “Lógico, la gente me conoce más por la calle, me para. Pero mi pensamiento sigue siendo el mismo porque mantengo un equilibrio y creo que, por otra parte, es fundamental y básico para poder seguir desarrollando la profesión que tengo. Pero no ha cambiado y me pone contento que la gente sí sea feliz, pero a mí no me va a cambiar”.