Lionel Messi, con rasgos de animal feroz: en camino a ser el goleador histórico de Inter Miami
La edad y la nueva geolocalización futbolística engañan. La Leagues Cup está a años luz de la Champions League; Inter Miami y los rivales de la Major League Soccer están varios escalones debajo de lo que resultó la trayectoria de Lionel Messi en las 19 temporadas que desanduvo entre Barcelona y Paris Saint-Germain. El astro futbolístico, sin embargo, no declina en su ambición. Lo manifestó en su presentación, el 16 de julio pasado: un discurso de pocas palabras, fiel a su estilo, pero con el que expuso el deseo de mantenerse competitivo.
Y lo cumple: en los cuatro partidos desbordó clase y marcó el camino para que su equipo se descubra como un potencial candidato, cuando una decena de juegos antes de su llegada solo se contabilizan los empates como resultados positivos. Siete goles, un ritmo devorador con el que posiblemente en un pestañear derrumbe la cifra que impuso Gonzalo Higuaín, el artillero histórico de Inter Miami; la repetición de festejos también lo devuelven a la carrera para pulsear con su rival de época y también quien es un combustible para los desafíos: Messi y Cristiano Ronaldo se reflejan en el espejo del otro para alimentar sus números y sus carreras.
De zurda, de derecha, de tiro libre al palo derecho o al izquierdo, de jugada, en los primeros minutos del partido, en los finales y también en el descuento… Messi encuentra siempre el espacio y el momento para dejar su sello. En el estreno lo sufrió Cruz Azul: 45 minutos de juego y un festejo, como si entrara en calor. Ya como titular, con dobletes rubricó las clasificaciones de Inter Miami frente a Atlanta United, Orlando City y FC Dallas. No mentía cuando señaló “tengo ganas de entrenarme, de competir, de querer ganar y ayudar al club para que siga creciendo (…) Vamos a disfrutar mucho y vamos a vivir cosas muy lindas.” Un relato como si se tratara de la lectura de un libreto, aunque es Messi el que le da giros a la obra.
El partido de Messi frente a FC Dallas
Man-of-the-Match awards come standard for Leo Messi.
Rewind on another brilliant display. ⏪#InterMiamiCF // #LeaguesCup2023 pic.twitter.com/1JfYr1a9Te— Major League Soccer (@MLS) August 7, 2023
En cuatro partidos se convirtió en el cuarto goleador histórico de la franquicia. Emparejó el número del venezolano Josef Martínez, que acumula 32 juegos en el club; Robert Taylor suma 8 conquistas –también en 32 encuentros– y el ecuatoriano Leonardo Campana se apunta con 16, en 26 partidos. El listón lo dejó Pipita Higuaín, con la marca de 29 celebraciones en 70 cotejos. Para sumar siete dianas, el artillero precisó de 20 encuentros. Con este ritmo frenético, Messi quebraría la estadística antes de alcanzar las 20 presentaciones. “Es un animal competitivo, feroz. Ayuda a los que están alrededor a ser mejores. Odia perder, juega como cuando era pequeño”, lo definió hace cinco años Pep Guardiola, el entrenador que más tiempo lo entrenó y disfrutó.
No pasó de moda la frase del ahora DT de Manchester City. Messi se molesta como un niño golpeándose las manos contra las piernas cuando Inter Miami recibe un gol; se cabrea con los rivales si lo quieren quitar del eje, como ocurrió en el clásico con Orlando City; ensaya una mueca de alegría y esboza una sonrisa tímida si el de enfrente falla en una definición por penales; derrocha felicidad después de anotar y se regocija al observar que un compañero se destaca en el reto, como ocurrió tras las ejecuciones de Campana, Kamal Miller y Benjamín Cremaschi frente a FC Dallas.
La MLS y la Liga de Arabia Saudita son los escenarios de una disputa a la distancia entre Messi y Cristiano Ronaldo. Mantuvieron el pulso mano a mano cuando defendían a Barcelona y Real Madrid en la Liga de España y lo sostuvieron cuando el portugués se marchó a Juventus, Manchester United y Al Nassr. No hay una corona en juego: solo el dato de máximo goleador del mundo en actividad. Leo presenta 814, y CR7, 840; el rosarino los acumuló en 1032 partidos y el de la isla de Madeira, en 1171.
A la par y en la elite marcaron a fuego las últimas dos décadas del fútbol mundial, ahora –con tiempos más escurridizos– optaron por gastar gambetas y goles en lugares que le ofrecen confort a ellos y a sus familias. Los últimos cartuchos futbolísticos de las dos estrellas explotan en ligas menores, pero siguen despertando el interés del planeta.