Lionel Messi reiteró este jueves que por el momento no proyecta su participación en el Mundial 2026 y marcó que su próximo gran objetivo con el seleccionado argentino “es llegar bien a la Copa América de Estados Unidos”, que se jugará el año próximo. Además, trascendió que no se descubrió ninguna lesión en los estudios para determinar el alcance de la dolencia muscular que lo obligó a salir en el primer tiempo del partido en el que Inter Miami goleó a Toronto por la MLS, el miércoles por la noche.

El capitán campeón del mundo en Qatar 2022 explicó que después de la Copa América 2024 evaluará “día a día” sus sensaciones para definir su futuro, que tampoco tiene resuelto para el día después de su retiro del fútbol. A los 36 años, en una entrevista íntima y relajada con el conductor, humorista e influencer Migue Granados, Leo abrió su casa y su corazón en una charla seguida en vivo por hasta 320.000 usuarios en el canal de YouTube “Olga”.

En otros pasajes destacados, el futbolista no descartó tener un cuarto hijo (“vamos a ver si llega la nena...”) y aceptó que “siempre estuvo la idea de poder disfrutar del fútbol argentino, de jugar en Newell’s”, aunque no precisó si concretará ese deseo.

También aceptó que su paso por París Saint-Germain “no fue como esperaba”, lamentó haber sido “el único jugador que no tuvo reconocimiento” en ese club francés y lo relacionó con la victoria ante Francia en la final del Mundial pasado.

Sobre el final, Granados le hizo una broma a su estilo que lo puso incómodo a Leo. “Voy a hacer una pregunta, representando a mi grupo de amigos básicos. Básicos. Básicos... Varones. Se viraliza mucho.... Encima, el short rosa es bravo...”, dice el conductor. Hay risas incómodas, Messi se sonroja, baja la cabeza y le dice: “Cambiá, cambiá (de tema)”. Vuelve el silencio, más risas, otro silencio, y otra pregunta. “¿Te puedo dar un beso en la boca?”, sube la apuesta Migue. Un apretón de manos y un abrazo cerró el encuentro.

Las siguientes son los extractos más salientes de la entrevista de 40 minutos grabada en su casa de Miami:

El presente en Estados Unidos

“Se me nota mucho cuando estoy contento dentro de la cancha. Lo que me pasa afuera lo sabe poca gente. Mi idea de venir acá era empezar a descomprimir un poco después de tantos años de carrera. Me encanta lo que hago, disfruto mucho jugando, pero obviamente ahora es de otra manera, por eso la decisión de venir para acá y no continuar mi carrera en Europa. Si bien mi personalidad es competitiva, no quiero perder a nada, es cierto que el fútbol acá se vive de otra manera, en cierto punto es más relajado”.

Un día en Miami

“Nos levantamos a las 7, llevamos a los nenes a la escuela y me voy al entrenamiento en el club. Las prácticas son tempranas por el calor. Luego llego a casa a la 1, comemos solos con Antonela, dormimos la siesta o vemos alguna película o serie y a las 3 de la tarde arrancamos a buscar a los chicos al cole. Después, los llevamos a entrenar a la escuelita del Inter Miami. Thiago juega con los de 11 años y Mateo con los de 8. A los tres les gusta jugar, crecieron con eso, desde que nacieron vieron fútbol. A la noche, cuando los chicos se acuestan, a las 21, es nuestro momento con Antonela. Comemos temprano y vamos a la cama a ver tele. También ‘boludeo’ mucho con el celular”.

Su rol como padre

“Creo que soy un buen padre, estoy presente, intento inculcar los valores que me enseñaron a mí de chico. Mis viejos fueron buenos padres, yo soy como soy por lo que aprendí de chico en casa y también en el club. Barcelona tiene valores muy marcados. ¿Otro hijo? No sé, me gustaría. No estamos en la búsqueda, pero vamos a ver si llega la nena”.

Las amistades

“Tengo pocos de Argentina, porque me fui de muy chico y la comunicación era más complicada en ese momento. Uno de mis mejores amigos es primo de Antonela. En la selección, de la generación anterior, compartí mucho con Masche (Javier Mascherano), el Pocho (Ezequiel Lavezzi) y el Kun (Sergio Agüero). De la actual me hice amigo con muchos, pero con Fideo (Ángel Di María) y Lea (Leandro Paredes) compartimos club y eso te hace acercarte más. Con Fideo estuvimos toda la vida juntos. Con él y Lea, y sus familias, compartimos mucho en París”.

La etapa en PSG

“Se dio así, no fue como esperaba. Las cosas pasan por algo, no estaba bien, pero me tocó ser campeón del mundo ahí. Tenía que ser así... (Las críticas) Eran entendibles, estaba en el país al que le habíamos ganado la final. Fui el único jugador que no tuvo reconocimiento”.

Mundial 2026

“No lo pienso todavía, está lejos. Sí pienso en la Copa América (2024), es un objetivo llegar bien a la Copa América que se jugará en Estados Unidos. Va a estar lindo, ya pasamos la del Centenario, que fue muy linda, disfrutamos el proceso. Después de la Copa América se verá, depende de cómo me encuentre. El tiempo pasa para todos y hay que ver cómo me voy sintiendo. Iré viendo el día a día”.

¿Jugar en Newell’s?

“Siempre estuvo la idea de poder disfrutar del fútbol argentino, de jugar en Newell’s...”

El día después del retiro

“No lo pensé, tampoco quiero pensarlo porque disfruto de lo que hago. Di un paso importante en el hecho de dejar Europa y venir a Estados Unidos. Ahora quiero pensar en disfrutar de jugar, no en el siguiente paso. Me gusta todo lo relacionado con el fútbol, me gusta estar con chicos, enseñar, también la función de director deportivo”.

Messi, el descanso y los estudios

Trece días después de su último partido, Lionel Messi reapareció en la noche del miércoles en el DRV Pink Stadium en el duelo por la MLS ante Toronto, pero el rosarino fue reemplazado a los 36 minutos del primer tiempo. Su participación fue menor a lo imaginado y previsto.

Dentro del campo, se sacó ambas canilleras y salió caminando, sin síntomas de dificultad, mientras al paso le respondía algo al italiano Lorenzo Insigne, el delantero de Toronto que se preocupó por su estado. Recibió la palmada de aliento del DT Gerardo Martino y del ayudante de campo Jorge Theiler antes de sentarse en el banco de los suplentes, junto a Jordi Alba, que dos minutos había salido por algo más preocupante: sufrió un desgarro.

Antes de finalizar el primer tiempo, con el juego igualado sin goles, Messi se retiró al vestuario. Cuando iba por el túnel, Facundo Farías abrió el marcador y lideró la goleada por 4-0.

Fuera del campo, las caras de preocupación por el 10 eran evidentes. “Ya veremos en los próximos días de qué se trata, pero seguramente para el domingo no va a estar”, aventuró Martino, tras el triunfo de Inter Miami.

Messi cumple este jueves una jornada de descanso, ya programada para el grupo tras el partido ante Toronto, y se sometió a estudios para conocer la gravedad de la lesión muscular por la que debió salir anoche. En principio, según reflejó una fuente cercana al jugador a ESPN, no se detectó ninguna lesión.

El encuentro marcaba su regreso luego del debut con Argentina en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, hace dos semanas en el Monumental. Sin embargo, sintió una molestia en el isquiotibial derecho, donde tiene una cicatriz de un viejo desgarro, del que presuntamente pudo haberse resentido. “Me acalambré”, contestó el argentino cuando se retiraba anoche del campo de juego del DRV PNK Stadium de Fort Lauderdale. Queda el interrogante.

Por aquella misma dolencia, Messi había quedado marginado del partido del seleccionado argentino con Bolivia en La Paz, el martes 12, y tampoco viajó el pasado fin de semana a Atlanta para afrontar el compromiso con “Las Garzas” por la liga estadounidense en el que Inter Miami perdió por 5-2.

Ahora, Martino intentará recuperar a su máxima figura para la final del próximo miércoles ante Houston Dynamo por la US Open Cup, que puede significar el segundo título del capitán en el club luego de su coronación en la Leagues Cup. En cambio, si se confirmaba una ruptura fibrilar, Messi no sólo quedaba descartado para ese encuentro, en el que el Tata lo puso en duda, sino que podía extenderse la incertidumbre para la próxima doble fecha de eliminatorias, cuando Argentina reciba a Paraguay (el jueves 12 de octubre) y visite a Perú (martes 17). En la tarde del jueves comenzaron a advertirse buenas señales.