Lewis Hamilton, de la ilusión en la Fórmula 1 para 2023 al ataque racista a jugadores franceses en el Mundial
El hábito de festejar victorias y pulsear por el título, de repente, desapareció de la hoja de ruta de Lewis Hamilton. El británico desanduvo una temporada atípica, alejado de los éxitos. Por primera vez desde que compite en la Fórmula 1, debutó en 2007, no ganó ningún gran premio, siendo el que finalizó el calendario más extenso de la historia del Gran Circo, con 22 carreras; por primera vez, desde 2013, su nombre no asomó entre los pretendientes de la corona.
El cambio reglamentario sacudió a Mercedes, que no descubrió el método para contrarrestar el porpoising en el inicio de la aventura. La nueva era desdibujó al séptuple campeón del mundo, que sufrió los efectos del efecto marsopa sobre el auto y recién en los episodios finales vislumbró junto con la escudería los mecanismos para mejorar el rendimiento, los resultados y esperanzarse con regresar a la batalla en 2023. El récord del octavo título, una marca que todavía puede convertirse en realidad, aunque las Flechas de Plata y Hamilton corren desde atrás a Red Bull Racing y al bicampeón Max Verstappen, los nuevos reyes de la categoría.
En una breve entrevista en la página oficial de Mercedes, Hamilton analizó la temporada, expuso la problemática y se ilusionó con el futuro. “Fue un año muy duro para todos. Para mí, un desafío que no esperaba, pero estoy increíblemente agradecido por eso. Sentí que crecí este año en términos de fortaleza interna, espíritu, más de lo que lo hice en años en los que fuimos los mejores en los mundiales. Si miramos hacia atrás, si miramos la historia, el equipo estuvo antes en la F.1 de lo que estuve yo y Toto [Wolff] y tuvo años realmente complicados. Algunas personas estuvieron 20 años y pasaron por momentos peores. Para nosotros este fue el primero realmente difícil de la última década, pero también el que más nos fortaleció. Tuvimos tanta resistencia para luchar contra los problemas y, en verdad, estoy agradecido de haberlo hecho con todo el equipo. La experiencia terminó siendo buena para todos, porque la gratitud es diferente a cuando se gana muchas veces, como lo hicimos recientemente, a cuando nos sobreponemos a las adversidades, como fue este año”, analizó Hamilton, que observó en el Gran Premio de España el primer atisbo de reacción, aunque los resultados se demoraron en aparecer.
El británico resaltó tres momentos del año que fueron claves en el progreso. La carrera en Barcelona –la sexta del calendario, donde George Russell finalizó tercer y él en el quinto puesto-; el GP de Francia, donde la alineación de Mercedes completó el podio, detrás de Verstappen, y la performance en Austin (Estados Unidos), donde rozó el triunfo, ese que selló Russell, dos fechas después, en Interlagos (Brasil).
“El primer gran paso hacia adelante fue en Montmeló, porque nos dio la sensación de que había más potencial en el auto. Fue una idea falsa si se tiene en cuenta que no repetimos en Mónaco ni en Bakú, que fueron trazados complicados para nosotros, pero el equipo sintió que estábamos encontrando las soluciones”, resaltó quien tiene el récord de 103 victorias en la F.1 –la misma cantidad de poles-, pero que no gana desde Arabia Saudita 2021. “El doble podio en Paul Ricard ratificó el rumbo que habíamos descubierto seis carreras antes y el final del año, a partir de Austin, nos ofrece esperanza para lo que vendrá. Estoy ilusionado para 2023, con otra oportunidad de pelear por el Mundial”, alimentó quien aguarda la evolución del modelo W14, ese que puso en marcha el motor en la fábrica de Brackley, antes del receso navideño.
Piloto, pero también activista en la lucha contra el racismo y la discriminación, no se pronunció sobre la nueva reglamentación que impuso la Federación Internacional del Automóvil, respecto a la prohibición de las protestas políticas, religiosas o personales que exhiban los pilotos sin el consentimiento del organismo rector del deporte motor.
Las declaraciones y los actos que en el pasado reciente tuvieron a Hamilton como impulsor en materia de la defensa de los derechos de los afroamericanos en los Estados Unidos –Sebastian Vettel, que se retiró este año, también fue una bandera en materia de reclamos, en particular en apoyo al movimiento LGBTQ+ -, tienen una continuidad y la Copa del Mundo de Qatar 2022 resultó el espacio para que el británico tomara protagonismo. Los futbolistas franceses Aurélien Tchouaméni y Kolo Muani fallaron los remates en la definición por penales en la final con la Argentina y fueron víctimas de ataques racistas, al extremo que debieron bloquear sus redes sociales, por medidas de seguridad.
Desde pequeño Hamilton sufrió el menosprecio y el ataque por su condición y frente al atropello que padecieron los deportistas de la selección de Francia condenó el avasallamiento. “Disgustado, pero no sorprendido. Tchouaméni y Muani lo dieron todo. Son héroes para muchos y merecen más que respeto”, describió la triste actualidad que deben resistir los jóvenes, de 22 y 24 años, después de fallar en el juego definitorio del Mundial.