Kamala Harris y su herencia india, más allá de los memes

(Haiyun Jiang/The New York Times)
(Haiyun Jiang/The New York Times)

Harris ni presume ni oculta sus raíces indias. Hace una que otra referencia a ellas. También las utiliza estratégicamente.

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Para la mayoría de las personas que vieron la cita que circuló esta semana como meme, solo se trataba de algo gracioso que Kamala Harris dijo en un discurso en 2023: “¿Creen que acaban de caerse de un cocotero?”.

Sin embargo, para muchos indios e indios estadounidenses, la frase, que Harris atribuyó a su madre, tiene un significado más profundo. Tamil Nadu, el estado del sur de India del que es originaria la familia de su madre, es uno de los mayores productores de cocoteros del país. También es el tipo de cosa que diría un padre o una madre en India.

Harris, vicepresidenta y candidata demócrata a la presidencia, ni presume ni oculta su herencia india. De vez en cuando hace alguna referencia. Y también la utiliza estratégicamente.

El año pasado, Harris habló de su profunda conexión personal con India en una comida ofrecida en Washington para Narendra Modi, el primer ministro indio, a quien Estados Unidos ha estado cortejando. Su introducción a los conceptos de igualdad, libertad y democracia vino de su abuelo indio, con quien daba largos paseos durante sus visitas a Chennai, explicó Harris.

“Fueron estas lecciones que aprendí a una edad muy temprana las que inspiraron mi interés por el servicio público”, afirmó.

Harris, que creció en California, es hija de una madre india y un padre jamaiquino, y se identifica como negra y sudasiática.

En India, su repentino ascenso a probable candidata presidencial tras la retirada del presidente Joe Biden de la campaña ha acrecentado un sentimiento general de orgullo por la elevación de la estatura mundial del país. Sin embargo, la cobertura informativa india no se ha centrado mucho en sus raíces. Aunque Harris mantiene vínculos familiares en Tamil Nadu y ha hablado de las visitas que hacía cada dos años a India cuando era niña, no ha realizado ningún viaje oficial a este país como vicepresidenta, y antes de eso no lo había visitado desde 2009.

Su candidatura resuena más en la comunidad india estadounidense, a pesar de que se considera que Harris se identifica más como negra que como india. Muchos estadounidenses de origen indio ven a Harris como otro ejemplo del éxito y la influencia de la diáspora, también en política, con un número creciente de legisladores y candidatos estadounidenses de origen indio en las más altas esferas. (Los cinco miembros de la Cámara que tienen raíces indias a veces utilizan el sobrenombre de “asamblea partidaria de la samosa”).

Cuando Biden eligió a Harris como su compañera de fórmula en 2020, “había algo más que orgullo”, dijo Shoba Viswanathan, quien trabaja en el área de compromiso cívico de Indiaspora, una organización sin fines de lucro. “De cierto modo, ella nos normaliza; es una representación visible de los indios en el servicio público”.

Si gana la Casa Blanca, es poco probable que Harris altere de manera radical los lazos de Estados Unidos con India. Ella no tiene la misma relación personal con Modi que la que se ha visto que el líder indio tiene con su oponente, Donald Trump. No obstante, de acuerdo con expertos en política exterior, es probable que continúe con el amplio esfuerzo del gobierno de Biden por acercarse a India como contrapeso a China.

A nivel nacional, es poco probable que su nominación altere significativamente el voto de los estadounidenses de origen indio, que ya se inclinan en una gran mayoría por los demócratas, explicó Sanjoy Chakravorty, autor de un libro de 2016 sobre el ascenso de los estadounidenses de origen indio.

“Los estadounidenses de origen indio son de los votantes demócratas más consistentes de cualquier grupo étnico”, dijo Chakravorty, profesor de la Universidad de Temple. “¿Estarán orgullosos de Kamala Harris? Por supuesto. ¿Verán a Trump con miedo? Por supuesto. ¿Votarán por el Partido Demócrata? Sin duda”.

Aunque muchos estadounidenses de origen indio apoyan a Modi, un nacionalista hindú conservador, como impulsor del ascenso de India, en el contexto estadounidense son más liberales políticamente. Muchos se preocupan por la violencia armada y la política migratoria, así como por los ataques racistas o religiosos, y tienden a ver al Partido Demócrata como una mejor opción en esos temas, señaló Chakravorty.

La campaña de Harris podría beneficiarse económicamente de los indios estadounidenses, que representan poco más del 1 por ciento de la población del país pero se encuentran entre las comunidades más ricas e influyentes de la diáspora. En 2020, la comunidad aportó millones de dólares al Fondo para la victoria de Biden, motivada por la elección de Harris como vicepresidenta de Biden.

En India, gran parte de la atención sobre la candidatura de Harris se ha centrado en el rumbo que podría tomar la política exterior estadounidense. Según Gautam Mukunda, investigador del Centro para el Liderazgo Público de la Harvard Kennedy School, si es elegida podría contribuir a aliviar las sospechas que desde hace tiempo tiene el país sobre las intenciones de Estados Unidos en la región.

La idea de que “si los estadounidenses están dispuestos a poner a un estadounidense de origen indio en la Casa Blanca, no pueden ser tan malos” podría acercar a los dos países y cambiar una relación que ha girado más en torno a lo transaccional que a los valores compartidos, dijo Mukunda.

Modi, un político consumado con dotes teatrales que está decidido a transformar a India en una superpotencia, no dudó en hacer pública su relación con Trump cuando estaba en la Casa Blanca.

En 2020, Modi preparó una gran bienvenida para la visita presidencial de Trump a India, organizando un multitudinario recibimiento. El año anterior, los dos líderes compartieron el escenario en un evento en Texas llamado “Howdy, Modi!” (“¡Hola, Modi!”). Miles de estadounidenses de origen indio se habían reunido para aplaudir la victoria electoral de Modi ese año.

Harris y Modi no han mostrado una química similar. En 2019, Harris apoyó a Pramila Jayapal, política indio estadounidense y representante demócrata por Washington, cuando instó al gobierno indio a restablecer las líneas telefónicas y las conexiones a internet en el territorio disputado de Cachemira, luego de que Modi revocara abruptamente su estatus especial.

La resolución enfureció al gobierno de Modi. El ministro de asuntos exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, se negó a asistir a una reunión con la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara porque Jayapal estaría presente.

Si gana en noviembre, Harris se enfrentará a una delicada tarea en la relación con Modi, señaló Shubhajit Roy, el editor diplomático del periódico The Indian Express.

Tendrá que equilibrar “el historial de India en materia de derechos humanos, sobre el que la opinión de ella ha sido bastante crítica, y su creciente papel como potencia regional y aspiracional que proporciona un importante contrapeso a la amenaza común de China”, dijo Roy. Hasta ahora, los líderes estadounidenses se han inclinado mucho más por cortejar a Modi, permaneciendo en silencio cuando ha demonizado a los 200 millones de musulmanes de India.

Sin embargo, por ahora Harris está centrada en su campaña presidencial. Sus partidarios, entre los que se encuentran estadounidenses de origen indio, han adoptado un cántico en las redes sociales: “En sánscrito, Kamala significa ‘loto’. En Estados Unidos, significa presidenta”.

También han adoptado la cita del “cocotero”, que Harris utilizó en un acto en mayo de 2023. Para insistir en que las personas no existen en aislamiento, tomó prestada una frase de su madre, Shyamala Gopalan, quien investigaba el cáncer de mama y falleció en 2009 a los 71 años.

“Mi madre solía reñirnos a veces y nos decía: ‘No sé qué les pasa a los jóvenes. ¿Creen que acaban de caerse de un cocotero?’”. Y añadió: “Existes en el contexto de todo en lo que vives y de lo que vino antes de ti”.

Inicialmente utilizada por los republicanos para burlarse de ella y presentarla como algo exótico, la frase ha pasado a convertirse en un grito de guerra para los partidarios de Harris, quien ha reaccionado con buena actitud a los memes de cocos, los emojis de cocos y hasta las piñas coladas.

Para Mukunda, los memes muestran una creciente aceptación de la diversidad por parte de muchos estadounidenses, que va más allá del color de la piel de una persona e incluye referencias culturales y modismos.

Los cocos también han tenido otro significado en la vida de Harris. Cuando era candidata a fiscal general de California, Harris le pidió a una tía que vivía en Chennai que rompiera cocos en un templo hindú para que le dieran suerte. En el hinduismo, los cocos se consideran de buena suerte, y se ofrecen regularmente a los dioses en las ceremonias religiosas.

Suhasini Raj colaboró con reportería.


Anupreeta Das
cubre India y el sudeste asiático para The New York Times. Vive en Nueva Delhi. Más de Anupreeta Das

Suhasini Raj colaboró con reportería.

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