Jurgen Klopp vive de manera intensa los partidos, sobre la línea de cal. Camina, salta, grita, da indicaciones. Sin ir más lejos se rompió las manos en el segundo tiempo de hoy aplaudiendo a Joseph Gomez en una acción en la cual el lateral izquierdo enganchó y remató cruzado y apenas desviado, lo que hubiera sido el 2-1 para su equipo. Es un entrenador pasional, que disfruta el fútbol de una forma particular, a tal punto que más de una vez se lo vio sumado a la montaña humana en algún festejo de un gol de su equipo en tiempo de descuento, contra uno de los banderines del córner. Y a veces se ve sorprendido, como sucedió este sábado, ante Arsenal, en el empate 1-1 por la 18° fecha de la Premier League.

Iban 32 minutos del partido entre Liverpool como local ante Arsenal, que estaban empatando 1-1, cuando el delantero visitante Saka quiso marcar de atrás a Konstantinos Tsimikas y mientras lo presionaba, le metió un empujón desde atrás. Esta acción fue sobre la línea de cal y a la altura del banco de suplentes local. El empujón de Saka sobre Tsimikas tuvo mala suerte y terminó con la “infracción” de Tsimikas sobre Klopp, que lo impactó a la altura de la rodilla y lo mando al piso. El DT, sorprendido, terminó cayendo luego encima de su propio jugador. Ambos pudieron lesionarse en esas dos acciones. Pero Klopp se levantó rápido y siguió como si nada.

El que se llevó la peor parte fue Konstantinos Tsimikas que dos minutos después del choque con Klopp debió abandonar el campo de juego, lesionado. Lo reemplazó Joseph Gomez, el mencionado anteriormente.

Esto se dio en un contexto en el cual, un día antes del partido, el fervor que se vivía como local en Anfield había sido puesto bajo la lupa por Klopp, El grupo de aficionados del Liverpool “Spirit of Shankly” declaró que no había “nada que añadir” a las críticas del técnico por la falta de ambiente en Anfield, señalando el precio de los billetes para los jóvenes aficionados que quieren ir al estadio.

Lo mejor del partido

El entrenador de los Reds se había quejado esta semana del ambiente de Anfield contra el West Ham en Copa de la Liga (5-1). Pidiendo un apoyo activo de las gradas durante la recepción de líder Arsenal el sábado en Premier League, Klopp añadió: “Si hay demasiado fútbol en diciembre, si no estáis en forma, dad vuestros billetes a otra persona”. ”Spirit of Shankly” también se mostró preocupado por la pasión en caída de Anfield y dicen haber iniciado conversaciones con el club para remediar esta situación. ”No tenemos nada en contra de que Jurgen Klopp señale los problemas vinculados al ambiente de Anfield o a la ausencia del mismo en ciertos momentos”, declaró el grupo en un comunicado publicado el viernes.

El grupo de aficionados, cuyo nombre es un homenaje a Bill Shankly, legendario entrenador del club en los años 1960 y 1970, insiste en la importancia del ambiente que reina en el feudo de los Reds.”No es coincidencia que los equipos, entrenadores y aficionados rivales hablen del ‘efecto Anfield’”, señala. “Todos sabemos hasta que punto nuestros espectadores pueden intimidar a los equipos importantes”. Estos hinchas mantienen que una de las razones de la situación actual es la política tarifaria del club. Con los “precios de billetes fuera del alcance”, el público del estadio cambia, con butacas reservadas por empresas en detrimento de jóvenes aficionados que no tienen los medios para ir al estadio señala un cable de la agencia AFP.

”También estamos preocupados por la falta de oportunidades para que los jóvenes aficionados puedan ir al estadio, contagiarse del virus y preservar esta cultura del Kop que existe desde hace décadas”, añaden los animadores del Spirit of Shankly, cuyas preocupaciones son compartidas por numerosas asociaciones de aficionados dentro y fuera de la Premier League. Por otra parte, Klopp habló este viernes de la sentencia del jueves del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la Superliga, un proyecto que rechaza “al 100%”.El técnico alemán señaló que sin embargo no ve con malos ojos el toque de atención recibido por la UEFA y la FIFA, que “no pueden hacer lo que quieran”.

Aquella reacción de Pastoriza ante Alvarez

Fue una barrida con tackle deslizante devuelta con un puñetazo que no llegó a destino. Pero lo concreto es que el cruce entre Pablo Alvarez y el Pato Pastoriza, DT de Independiente, en cancha del Rojo de Avellaneda. Fue el 9 de mayo de 2004 durante la visita de Boca al estadio de Independiente por la fecha 13 del Clausura, en donde el Xeneize se impuso por 4-1. Pablo Alvarez se tiró al piso y barrenó unos cuantos metros para tratar de evitar que salga. Ya afuera del campo de juego, no pudo detener su marcha y sin querer se llevó puesto al técnico de Independiente revoleándolo por el aire.

El Pato se enojó y en principio reaccionó mal, pero tras el partido se dio cuenta que había exagerado: “Le pedí disculpas al jugador de Boca por la calentura del momento. Soy un hombre muy calentón, pero después, me di cuenta que no estuve bien...”.

La pésima reacción de Farías

César Farías fue protagonista el 11 de junio de 2023 de una increíble agresión a dos futbolistas de Delfín, mientras se desarrollaba el partido por la Liga Ecuatoriana de Fútbol.

César Farías, de Aucas, fue expulsado del partido ante el Delfín, en el estadio Jocay de Manta. Transcurría el minuto 13 del primer tiempo cuando en una jugada Luis Cangá, de Aucas, chocó con Juan Ruiz, de Delfín. Este último, debido a la velocidad que iba, cayó sobre el entrenador de Aucas, que estaba en la zona técnica. Y según relata la crónica del diario El Comercio, la secuencia siguió así: Ruiz se levantó e intentó ayudar a César Farías, que de manera sorpresiva reaccionó violentamente y le propinó un golpe en la cara al extremo y luego tuvo la intención de golpear al futbolista con su rodilla mientras este caía, pero no tuvo éxito.

La situación no quedó ahí, sino que empeoró. Farías empezó a insultar al futbolista que estaba tendido en el campo, mientras que, sus asistentes y jugadores intentaban calmarlo. Las agresiones no terminaron ahí, ya que Farías se dirigió a donde estaba el árbitro Gabriel Ismael González, pero en el camino propinó otro golpe en la cara a un jugador de Delfín (Brian Oyola).

El juez no dudó ni un segundo y le mostró la tarjeta roja a César Farías, que se mostraba agresivo, según las imágenes de los videos que circularon en las redes sociales, y no quería salir del terreno de juego. Una situación increíble. Pocas veces el fútbol vio una imagen así. Lo de este sábado de Klopp, está claro, pasó por otros carriles.