Juegos Olímpicos: escapó de su país y se convirtió en la primera atleta en conseguir una medalla para el equipo de refugiados

Cindy Ngamba en su pelea con la francesa Davina Michel por cuartos de final de 75 kg en el combate de boxeo femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024. (Foto por MOHD RASFAN / AFP)
Cindy Ngamba en su pelea con la francesa Davina Michel por cuartos de final de 75 kg en el combate de boxeo femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024. (Foto por MOHD RASFAN / AFP) - Créditos: @MOHD RASFAN

Cindy Ngamba escapó de Camerún a los 11 años por miedo a ser detenida por su homosexualidad. El boxeo, comentó, funcionaba como “un escape del caos” de su vida cotidiana. Este domingo, tras una feroz pelea en cuartos de final de la división mediana femenina (75 kg), obtuvo la victoria frente a la francesa Davina Michel y consiguió la primera medalla para el Equipo Olímpico de Refugiados en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Aunque todavía debe enfrentarse el viernes a la panameña Athena Bylon en semifinales en Roland Garros, ya se aseguró, al menos, la medalla de bronce con su última victoria. La camerunesa fue abanderada del equipo de refugiados, el más grande desde su creación en los Juegos de Verano de 2016 en Río de Janeiro, Brasil.

Cindy Ngamba reacciona después de vencer a la francesa Davina Michel en el combate de boxeo femenino de cuartos de final de 75 kg durante los Juegos Olímpicos de París 2024. (Foto por MOHD RASFAN / AFP)
Cindy Ngamba reacciona después de vencer a la francesa Davina Michel en el combate de boxeo femenino de cuartos de final de 75 kg durante los Juegos Olímpicos de París 2024. (Foto por MOHD RASFAN / AFP) - Créditos: @MOHD RASFAN

Ngamba vive en Inglaterra hace 15 años, aunque todavía espera la ciudadanía. “Hace dos años [en 2021] me concedieron el estatus de refugiada. Es ilegal ser gay en mi país, así que si me mandaban devuelta, me podrían haber encarcelado . Casi me enviaron de regreso en 2019 cuando estuve recluida en un campo de detención. Esa fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida”, comentó el año pasado, antes de participar de los Juegos Olímpicos.

La boxeadora de 25 años busca representar a los refugiados a lo largo del mundo. “Hay refugiados que están pasando por tantos problemas y tantos obstáculos, no creen en sí mismos y sienten que es el fin del mundo. Espero que me estén observando y vean que, a pesar de cualquier cosa que haya pasado en la vida, pude superarlo. Sé que en mi próxima pelea podré superar eso”, expresó Ngamba.

No sorprende, entonces, la felicidad con la que gritó y levantó su puño al ganar su primera pelea en los juegos frente a la excampeona mundial de Canadá, Tammara Thibeault, este domingo. “Yo solo soy una de los millones de refugiados en todo el mundo y espero haberles motivado. Estoy tomando cada pelea como viene ”, señaló.

Para Ngamba, el boxeo es una manera de escapar del caos y fue lo que la llevó al escenario internacional. Si bien algunos de los atletas del equipo ya ganaron medallas olímpicas para sus países en Juegos anteriores, Ngamba se veía como la mejor oportunidad del equipo de quedarse con un podio en París.

El Equipo Olímpico de Refugiados fue uno de los primeros en navegar por el río Sena en la ceremonia de apertura. La delegación de 37 atletas tiene representantes de Afganistán, Siria, Irán, Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Camerún, Eritrea, Etiopía, Cuba y Venezuela. El conjunto de deportistas vive, además, en 15 países diferentes -Estados Unidos, Canadá, México, Kenia, Jordania, Israel y nueve países europeos.

Según el Comité Internacional Olímpico, los atletas de la delegación fueron elegidos no solo por su rendimiento deportivo, sino por la búsqueda de una representación equilibrada de deportes, género y países de origen.

Con información de Associated Press y Reuters