La joya arquitectónica escondida en San Telmo que todos deberían conocer

En San Telmo se esconde la casa más angosta de Buenos Aires
En San Telmo se esconde la casa más angosta de Buenos Aires

Durante el siglo XX, a Buenos Aires se la consideró como la “París de América”; su impronta arquitectónica la hermanó con la capital francesa y de allí surgieron las mejores historias señoriales. Desde edificios grandes hasta pequeños, estas obras se escabullen entre las nuevas construcciones, mucho más modernas. No obstante, en el barrio porteño de San Telmo todavía existen algunos vestigios de la época colonial, que se separan de ese estilo galo y que guardan entre sus muros parte del ADN nacional. Entre sus calles se encuentra Casa Mínima, la más angosta de todas, una joya del pasado que engalana a uno de los sitios históricos de la ciudad.

Por diversas cuestiones superlativas, la “reina del plata” se ubica en el mapa por sobre otras localidades; y una de ellas es la casa más estrecha de Capital Federal. Su tamaño es de 2,5 metros cuadrados y se construyó en la segunda década del siglo XIX.

Así es por fuera Casa Mínima en el barrio porteño de San Telmo
Así es por fuera Casa Mínima en el barrio porteño de San Telmo

Su fachada es sencilla, sin mucha cosa. De paredes blancas con una puerta de madera doble y de color verde. Además, posee una ventana con un pequeño balcón estilo francés en el que solo entran unas pocas macetas. Su belleza es única y se adueña de la mirada de cada turista que a diario visita aquel barrio antiguo.

Casa Mínima por dentro
Casa Mínima por dentro

Tal vez los detalles que más la caracterizan y que la suelen distinguir -ya que a simple vista puede tratarse de un segundo ingreso a otra propiedad- son: el farol y la franja de ladrillos vistos que decora el frente. Según describe el Sitio Oficial de Turismo de la ciudad de Buenos Aires, estas casas eran el refugio de los esclavos libertos, a quienes sus expatrones les cedían una porción pequeña de terreno para que construyeran sus viviendas allí.

Casa Mínima por dentro
Casa Mínima por dentro

Esta propiedad es la única que resistió al embate del paso del tiempo y que aún permanece con vida en la calle San Lorenzo. Además de sus 2,5 metros de ancho, posee 13 metros de largo. La leyenda cuenta que este edificio surgió cuando un esclavo que gozaba de su reciente libertad, levantó la vivienda en ese espacio donado por su antiguo dueño. De allí que durante muchos años los vecinos del barrio la bautizaron como: Casa del esclavo liberto.

Así es el barrio de San Telmo

Se dice que San Telmo es la ciudad que custodia parte de la identidad porteña, en particular por algunos de sus edificios que datan de hace más de 200 años. Con sus calles empedradas, casas bajas y patios con aljibes, es como si se hubiera detenido en el tiempo. Su nombre se debe a Pedro González Telmo, Patrono de los Navegantes, quien era un fraile de la orden de los dominicos que vivió en España en el siglo XIII. Como en aquella zona los trabajadores se dedicaban a la actividad portuaria, es que se eligió su nombre como referencia geográfica.

Plaza Dorrego, centro turístico de San Telmo
Plaza Dorrego, centro turístico de San Telmo

En el corazón del barrio se encuentra la Plaza Dorrego, punto turístico que concentra una gran propuesta de puestos callejeros y ofertas gastronómicas al aire libre. La mejor temporada para visitarlo es desde septiembre a mayo.

Otro de los aspectos que destacan en San Telmo es su feria de antigüedades o “mercado de pulgas”, con la posibilidad de encontrar artículos antiquísimos, al igual que obras de arte en perfecto estado. Ya sean nacionales e internacionales.