Israel asegura haber asesinado a Mohammed Deif, el enigmático cerebro del ataque de Hamas del 7 de octubre
JERUSALÉN.- Tras el asesinato del jefe del ala política de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque atribuido a Israel en Teherán, el Ejército israelí confirmó la muerte del responsable del ala militar del grupo terrorista palestino, Mohammed Deif.
Según los voceros, ocurrió el pasado 13 de julio, cuando aviones de combate de las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel, por sus siglas en inglés) atacaron el área de Jan Yunis con el objetivo de ejecutar a Deif, señalado como uno de los autores intelectuales del ataque del pasado 7 de octubre.
Hasta el momento, Hamas no se expresó sobre el anuncio, que se produjo al tiempo que una gran multitud se congrega en Teherán para el cortejo fúnebre del líder Haniyeh.
Deif es una de las figuras más dominantes de Hamas. Fue uno de los fundadores del ala militar de Hamás, las Brigadas Qassam, en los años 90 y dirigió la unidad durante décadas. Bajo su mando, se perpetraron decenas de ataques suicidas. A lo largo de 30 años desarrolló una red de túneles y utilizó su experiencia de combate para la fabricación de bombas. Además, encabezó la lista de los más buscados por Israel, al considerárselo responsable de la muerte de decenas de israelíes. Superviviente de siete intentos de asesinato israelíes, nunca aparecía en público.
El gobierno de Israel lo considera -junto a Yahya Sinwar, el máximo dirigente de Hamas en Gaza- el cerebro del ataque en el sur del país que dejó alrededor de 1200 muertos, más de 200 rehenes y desató la guerra. Tras conocerse la noticia, uno de los funcionarios del gobierno de netan que salió a hablar fue el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, quien afirmó que se trata de un “hito significativo” para lograr los objetivos de la guerra.
“Los resultados reflejan que Hamas es una organización en desintegración”, escribió en su cuenta de la red social X. En la misma se anunció además la muerte de otro comandante de menor rango, Rafa Salama.
Israel atacó a Deif el 13 de julio en una operación contra un complejo a las afueras de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja. Entonces el Ejército no confirmó su deceso pero sí el de otro comandante de Hamas, Rafa Salama. En total más de 90 personas más, incluyendo civiles desplazados instalados en tiendas de campaña cercanas, perdieron la vida en el incidente, explicaron funcionarios gazatíes en aquel momento.
Los rápidos acontecimientos de esta semana han dejado a los mediadores de Estados Unidos, Egipto y Qatar tratando de salvar las conversaciones para un acuerdo de alto el fuego en Gaza. Al mismo tiempo, los diplomáticos internacionales intentaban evitar una escalada hacia una guerra regional total luego del asesinato en Teherán de Ismail Haniyeh, de que Israel matase al principal comandante de Hezbollah en un ataque en Beirut y del anuncio del deceso de Deif.
Hamas no comentó de inmediato el anuncio israelí, pero había dicho que Deif sobrevivió al ataque de julio en Gaza. Un miembro de la oficina política del grupo, Izzat al-Risheq, dijo en un comunicado el jueves que confirmar o negar su muerte es responsabilidad del brazo armado, conocido como las Brigadas Izzedin al-Qassam, que por ahora ha guarda silencio.
La eliminación de Haniyeh y Deif, dos de los principales cargos de Hamas, supone una victoria para el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Pero también lo coloca en una encrucijada.
Le brinda una oportunidad política para poner fin a la guerra, permitiéndole retractarse de su promesa de “victoria total”, mientras muestra a los israelíes que las capacidades militares del grupo insurgente han sufrido un revés debilitador.
Pero también podría llevarle a endurecer su postura en las conversaciones, ya que los funcionarios israelíes insisten en que los golpes asestados a Hamás forzarán un compromiso. El grupo, por su parte, podría atrincherarse en las negociaciones, o abandonarlas por completo.
Israel cree que Deif y Yahya Sinwar, el máximo dirigente de Hamas en Gaza, fueron los cerebros de la letal incursión en el sur del país el 7 de octubre, que dejó alrededor de 1.200 muertos y desató la guerra en Gaza. Se cree que Sinwar sigue escondido en el sitiado enclave.
Israel atacó a Deif el 13 de julio en una operación contra un complejo a las afueras de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja. El ejército anunció entonces la muerte de otro comandante de Hamás, Rafa Salama. Más de 90 personas más, incluyendo civiles desplazados instalados en tiendas de campaña cercanas, perdieron la vida en el incidente, explicaron funcionarios de salud gazatíes en aquel momento.
En su comunicado del jueves, el ejército israelí afirmó que “tras una evaluación de inteligencia, se puede confirmar que Mohammed Deif fue eliminado en el ataque”.
En su campaña de bombardeos y ataques en Gaza, que comenzó hace casi 10 meses, Israel mató a unos 39.480 palestinos e hirió a más de 91.100 más, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Más del 80% de los 2,3 millones de habitantes del enclave se han visto obligados a abandonar sus hogares y la inmensa mayoría se hacinan en atestados campamentos en el extremo suroccidental, con alimentos y agua limitados.
Por el momento, Netanyahu ha indicado que sigue decidido a continuar la guerra hasta la destrucción de Hamas. Sus socios de ultraderecha, de quienes depende para mantener el poder, han amenazado con abandonar el gobierno de coalición si frena el conflicto.
Tras el anuncio sobre Deif, el ministro ultraderechista de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo que “la derrota de Hamas está más cerca que nunca” y apuntó que el ejército continuará “eliminando a otros miles de terroristas hasta que se restablezca nuestra seguridad y traigamos a los rehenes a casa”.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que el ataque que se cobró la vida de Deif fue un “hito significativo” para lograr los objetivos de la guerra. “Los resultados de esta operación reflejan que Hamás es una organización en desintegración”, escribió en la red social X.
Muhammad Deif, the ‘Osama Bin Laden of Gaza,’ was eliminated on 13.07.24. This is a significant milestone in the process of dismantling Hamas as a military and governing authority in Gaza, and in the achievement of the goals of this war.
The operation was conducted precisely and… pic.twitter.com/WCgL5fBkEC— יואב גלנט - Yoav Gallant (@yoavgallant) August 1, 2024
Deif fue uno de los fundadores del ala militar de Hamas, las Brigadas Qassam, en los años 90, y dirigió la unidad durante décadas. Bajo su mando, se perpetraron docenas de ataques suicidas contra israelíes en colectivos y cafeterías, y se acumuló un formidable arsenal de cohetes que podían alcanzar territorio israelí, y a menudo lo hacían.
En Gaza, era una figura misteriosa y clandestina. Nunca apareció en público, casi nunca había sido fotografiado y solo en contadas ocasiones se escuchó su voz en declaraciones. Había sobrevivido a varios intentos de asesinato israelíes.
El asesinato de Haniyeh echó por tierra meses de esfuerzos para lograr un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes. Haniyeh había sido uno de los principales negociadores.
Funcionarios de Qatar y Egipto han mantenido tensos intercambios con sus homólogos de Estados Unidos acerca del ataque, de acuerdo con un funcionario egipcio con conocimiento directo de las conversaciones, que habló bajo condición de anonimato para tratar discusiones internas.
Aunque Washington ha presionado a los mediadores egipcios y qataríes para que obtengan un compromiso de Hamás, los estadounidenses no pueden “presionar a la otra parte, Israel, para que (...) se abstenga de actos de provocación”, añadió el funcionario egipcio, que tachó el asesinato de “imprudente”.
Según el funcionario egipcio, no es probable que se llegue a un acuerdo en un futuro próximo porque Hamás debe nombrar a un sustituto para Haniyeh. Los mediadores estaban esperando la respuesta del grupo a la última versión del acuerdo. Ahora, tras el funeral de Haniyeh, previsto para el viernes, indicó que contarán con sus responsables para estudiar los próximos pasos.
Irán ha prometido vengarse de Israel por el asesinato de Haniyeh en Teherán, y la muerte del comandante de Hezbollah Fouad Shukur en Beirut también podría traer represalias, elevando el temor a una escalada más amplia.
Agencias AP y AFP