La insignia del vino argentino: logran descifrar el genoma completo del malbec, un paso para mejorar la calidad del varietal
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Mediante técnicas avanzadas de bioinformática y secuenciación de ADN, una investigación liderada por expertos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) consiguió descifrar el genoma completo del malbec.
El estudio –del que también participaron especialistas del Vivero Mercier Argentina– forma parte del proyecto Iberogen, un consorcio internacional conformado por instituciones públicas y privadas del país y España. El consorcio se creó para determinar la base genética y molecular de la variación somática que se genera en plantas de vid de las variedades malbec y tempranillo. Los expertos indicaron que se trata de “un conocimiento importante con miras a obtener un vino de calidad en un contexto de un aumento generalizado de las temperaturas a nivel global”.
De hecho, los resultados del estudio son fundamentales para el desarrollo de clones de cepas de uvas que presenten un comportamiento más adaptable al aumento de las temperaturas a nivel global. Además, abren la puerta a nuevas investigaciones que permitan mejorar la calidad del varietal insignia de la vitivinicultura argentina.
En concreto, el equipo científico logró descifrar el conjunto del genoma diploide del malbec, un hito que, según afirman, proporciona una perspectiva más clara sobre la interacción genética entre sus dos variedades parentales, Prunelard y Magdeleine Noire des Charentes. El trabajo fue publicado en la revista Horticulture Research.
El trabajo
La investigación demostró que más de un cuarto del genoma tiene variaciones genéticas significativas. Eso permitió a los expertos realizar una profunda evaluación del transcriptoma –la expresión genética activa– de cuatro “accesiones” clonales de malbec, cada una con rasgos únicos de composición de las bayas de la uva. Una “accesión” es una muestra singularmente identificable de semillas que representa un cultivar, es decir, un grupo de plantas seleccionadas.
“Consideramos que esta investigación nos ha dado una herramienta clave para comprender la biología de nuestra variedad insignia en este contexto de cambio climático. Combinando toda la información genómica que obtuvimos pudimos decodificar que el malbec contiene más de 70.000 genes en su genoma, que codifican para más de 88.000 proteínas. Esto para nosotros es importante, porque ahora tenemos una herramienta que es el genoma de referencia de malbec basado en la totalidad de su información genómica”, indicó Luciano Calderón, uno de los investigadores del Conicet involucrado en el proyecto.
Además de presentar el genoma del malbec, los científicos encontraron un patrón de expresión diferencial de genes que explica por qué determinados clones tienen mayor contenido de antocianos (moléculas que están en la piel de las uvas y que son responsables del color del vino) y polifenoles (compuestos orgánicos que le aportan al vino su color, su astringencia y su textura) en sus bayas.
Los investigadores explicaron que los cultivares de vid se propagan clonalmente para preservar sus atributos varietales. Sin embargo, las variaciones genéticas se acumulan debido a la aparición de mutaciones somáticas. Este proceso está influenciado antrópicamente a través del transporte de plantas, la propagación clonal y la selección. Fue justamente para estudiar la diversidad genética clonal de las vides malbec que los expertos generaron datos de resecuenciación del genoma completo de cuatro “accesiones” con diferentes registros de propagación clonal.
Diego Lijavetzky, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Genética y Genómica de Vid del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, Conicet-Universidad Nacional de Cuyo), comentó: “Este tipo de investigaciones no serían posibles sin la articulación entre organismos del sector científico, industrial y productivo”.
El líder del trabajo científico agregó: “Para mí, el mayor logro de este trabajo es haber pensado un proyecto, haber tenido una idea y haber llegado a concretarla entre grupos multidisciplinarios y multiinstitucionales. Ese es el valor fundamental de esta investigación”.
En la misma línea se expresó Daniel Bergamín, gerente de Producción del Vivero Mercier: “Muchos de los trabajos que nos proponemos no serían posibles de no ser por la articulación público-privada con el sector académico y científico, debido al tiempo y nivel de capacitación que conllevan, o serían muy costosos para afrontarlos solamente desde el ámbito privado”.
El malbec es una variedad muy apreciada para la elaboración de vino tinto. Se originó en el suroeste de Francia y se introdujo en la Argentina durante la década de 1850. En el país se han producido las mayores cantidades de vino malbec durante las últimas dos décadas.