Ignacio Ruiz se destaca en Francia y se perfila como el hooker del futuro de los Pumas

Coco Ruiz y su pareja, en Francia
Coco Ruiz y su pareja, en Francia

En un par de años pasó de viajar en el tren San Martín tres veces por semana de Hurlingham a Bella Vista para ir a los entrenamientos, a jugar en la liga más poderosa del mundo y vivir a tres cuadras del Mediterráneo. A los 23, Ignacio Ruiz ve cómo sus sueños de juventud se hacen realidad antes que lo esperado. El primera línea de los Pumas es uno de los protagonistas del equipo sensación del Top 14. Con cinco victorias consecutivas, Perpignan pasó de pelear por la permanencia a luchar por un lugar en los playoffs de la liga de Francia. Ratificado como tercer hooker del seleccionado argentino de rugby a partir de la asunción de Michael Cheika, debutó en el equipo nacional en julio de 2022, marcó un try y jugó un partido en el Mundial de 2023. En la primera convocatoria de Felipe Contepomi, para la concentración que realizó el plantel en Londres en marzo, hubo un solo jugador más en su puesto, el capitán, Julián Montoya. Lo mejor está por venir para Coco Ruiz.

Su vida es un ejemplo de cómo con esfuerzo y convencimiento es posible alcanzar las metas que uno se propone. Comenzó a los cuatro años en Curupaytí, club en el que su padre había jugado toda la vida, y por una decisión familiar, a los 14 años se pasó a Regatas con sus hermanos mayores Federico y Santiago, que tenían pasado en los Pumitas y, en caso del segundo, también en franquicias del Super Rugby Americas. Siempre, con el objetivo entre cejas de dedicarse al rugby y actuar en los Pumas.

"Siempre trato de poner el equipo por delante, siendo consciente de los grandes jugadores que tenía encima, pero trabajando fuerte para ser como ellos”, alude Ruiz a los Pumas y sus hookers Julián Montoya y Agustín Creevy. - Créditos: @Andrés Velásquez Marín
"Siempre trato de poner el equipo por delante, siendo consciente de los grandes jugadores que tenía encima, pero trabajando fuerte para ser como ellos”, alude Ruiz a los Pumas y sus hookers Julián Montoya y Agustín Creevy. - Créditos: @Andrés Velásquez Marín

“En toda mi vida el rugby fue muy fuerte. Nunca dije «ahora soy un jugador profesional», porque seguí haciendo lo mismo que hacía siempre”, cuenta Ruiz para LA NACION en un diálogo telefónico. “Fue chocante la primera vez que tuve que irme de casa a vivir afuera. Sentía que me iba, que dejaba absolutamente todo por el sueño de toda mi vida, al que nunca hice explícito pero que tenía dentro. Cuando llegó el día, fue muy chocante”.

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De Curupaytí a Regatas Bella Vista, de Regatas a Jaguares XV y de éste a London Irish con apenas 21 años. Rodeado por argentinos (en los Exiles estaban Agustín Creevy, Juan Martín González, Lucio Cinti y Facundo Gigena), la adaptación al rugby 100% profesional se le hizo más sencilla. Pero al final de la temporada el club entró en bancarrota y Ruiz tuvo que buscar un nuevo destino. De la mano de su representante, Alberto Di Bernardo, recayó en Perpignan, en cuyo plantel lo esperaban otros dos Pumas, Jerónimo De la Fuente y Joaquín Oviedo. con Rimas Álvarez (ex integrante del seleccionado) como manager.

Con la fiereza de los Pumas, pero con la camiseta aurirroja de Perpignan: Ruiz tacklea entre dos adversarios con la potencia de un primera línea potenciado por sus 1,85 metros.
Con la fiereza de los Pumas, pero con la camiseta aurirroja de Perpignan: Ruiz tacklea entre dos adversarios con la potencia de un primera línea potenciado por sus 1,85 metros. - Créditos: @Athena Pictures

“Joaquín y yo somos muy amigos. Somos de la misma camada, hicimos juntos toda la etapa de los Pumitas, compartimos equipo en Jaguares XV y hasta jugamos en contra en el Argentino Juvenil”, relata Coco desde su departamento en el barrio de Canet, a 300 metros de la playa. “La ciudad es espectacular. Está pendiente 100% del rugby. Nos dan un auto ploteado con los colores del equipo y cuando el equipo anda bien, todo es una fiesta; nos saludan, nos felicitan por la calle. Al margen, el lugar es increíble, la playa es muy amplia; el mar, cristalino. Y si no, tenés la montaña a una hora y media”.

Con 1,85 metros de estatura, Ruiz sigue la línea de los grandes hookers de los Pumas de los últimos tiempos, que iniciaron sus carreras en la tercera línea: Mario Ledesma, Agustín Creevy, Julián Montoya... “A los 19 años vinieron a decirme que de tercera línea servía para el line”, recuerda. “Al principio fue duro. Cuando vino la propuesta era el capitán de los Pumitas y del seleccionado M18 de Buenos Aires como tercera línea. Me sentía muy bien en todo sentido. «¿Por qué voy a cambiarme si estoy bien?», decía. «Si querés jugar en los Pumas, tenés que pasarte a jugar de hooker». Al principio no me gustó nada. Aprender a tirar el line era complicado, formar en el scrum era una pesadilla. Me iba a dormir y no sabés cómo me dolía el cuello. Fue un proceso terrible de mucho tiempo hasta que se acomodó todo. Hoy digo que no vuelvo nunca más a jugar de tercera línea”.

El ex jugador de Curupaytí, Regatas Bella Vista y Jaguares XV encara en postura de primera línea, en un entrenamiento de los Pumas en Australia;
El ex jugador de Curupaytí, Regatas Bella Vista y Jaguares XV encara en postura de primera línea, en un entrenamiento de los Pumas en Australia; "hoy digo que no vuelvo nunca más a jugar de tercera línea”, advierte, a gusto con su nueva posición. - Créditos: @Prensa UAR / Matty Georges

El fin de semana pasado, Ruiz volvió a poner su firma en el in-goal. Con cinco conquistas, es el segundo argentino en tries en el Top 14, detrás de Bautista Delguy (ocho). Es cierto que en muchos de esos tries tuvo más mérito el empuje colectivo del maul que la destreza individual, pero también que él anotó otros en los que hizo valer su potencia y su ductilidad, inusuales para un primera línea.

“Ignacio Ruiz, ¿el rey de los mauls?”

Perpignan volvió a la máxima categoría en 2021 y en los dos años siguientes terminó penúltimo, lo que lo obligó a jugar repechajes contra el segundo de la liga ProD2. Las dos veces salió airoso y comenzó esta temporada con la misión de evitar ese partido. El comienzo no fue bueno y el equipo aurirrojo en algún momento hasta estuvo último, pero a medida que transcurrió el certamen fue ganando en consistencia y confianza y, con siete victorias en los últimos nueve encuentros, se ubicó a un punto del sexto puesto, el último de acceso a los playoffs por el título de campeón.

Coco Ruiz apoya para Perpignan contra otro equipo del sur francés, Montpellier; el primera línea es el segundo anotador argentino en la liga de Francia, con cinco conquistas, tres menos que las de Bautista Delguy.
Coco Ruiz apoya para Perpignan contra otro equipo del sur francés, Montpellier; el primera línea es el segundo anotador argentino en la liga de Francia, con cinco conquistas, tres menos que las de Bautista Delguy. - Créditos: @PASCAL GUYOT

“Al principio el objetivo era evitar el descenso y, aunque fuera, entrar al repechaje. Arrancamos mal, pero nos propusimos ir paso a paso, porque habían cambiado el entrenador y teníamos muchos jugadores nuevos”, explica Ruiz. “El equipo no tardó en ensamblarse. Tenemos un potencial impresionante. Los partidos como local son una locura, y ya ganamos algunos como visitante, algo que acá es muy difícil. Cada partido para nosotros es una final. Ahora tenemos la ilusión de jugar los barrages [playoffs], algo impensable cuando arrancamos”.

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Su debut en el seleccionado de julio de 2022, se produjo en un momento muy caliente. Los Pumas definían en Santiago del Estero la serie frente a Escocia, que estaba 1-1. Ruiz reemplazó a Creevy a 20 minutos del final, cuando el partido estaba 28-20 en favor del visitante. No le tembló el pulso y contribuyó a dar vuelta el resultado, que se definió por un try de Emiliano Boffelli convertido en la última jugada: 34-31.

En acción en su estreno mundialista, durante la goleada argentina sobre Chile en Francia 2023; a esta altura registra siete partidos y un try con la camiseta nacional.
En acción en su estreno mundialista, durante la goleada argentina sobre Chile en Francia 2023; a esta altura registra siete partidos y un try con la camiseta nacional. - Créditos: @DAMIEN MEYER

En los últimos diez años, Creevy y Montoya se adueñaron de las camisetas números 2 y 16 de los Pumas. Nunca apareció un tercer hooker que les hiciera sombra, ni tampoco se pulió uno pensando en el futuro. Facundo Bosch y Santiago Socino alternaron la posición, aunque ninguno logró continuidad. “A Montoya y Creevy no paro de observarlos. Son dos grandes personas que me ayudan mucho en todo sentido”, continúa Ignacio. “Es espectacular haber compartido un Mundial con ellos. Nunca estuve frustrado por no jugar. Siempre trato de poner el equipo por delante, siendo consciente de los grandes jugadores que tenía encima, pero trabajando fuerte para ser como ellos”.

En el inicio de la experiencia de Jaguares XV en la liga sudamericana, Ruiz competía con otros dos hookers de la misma edad, muy bien considerados: Martín Vaca, surgido del Jockey de Villa María, que pasó por Narbonne y hoy milita en Old Glory, de la estadounidense Major League Rugby, y Bautista Bernasconi, formado en el CASI, de buen presente en Benetton. “Éramos los tres de la camada 2001. Había una muy buena competencia, nos sacamos los cuernos entre los tres. Podía jugar cualquiera. Nacho [Fernández Lobbe, el entrenador] se mataba de risa, no sabía qué hacer. Hasta quería pasar a alguno a jugar como pilar izquierdo”.

A los 23 años, Ruiz ya tiene la experiencia de una disputa de la Copa del Mundo; en el ciclo de Felipe Contepomi, iniciado en marzo, fue el segundo hooker convocado, además de Julián Montoya, el capitán.
A los 23 años, Ruiz ya tiene la experiencia de una disputa de la Copa del Mundo; en el ciclo de Felipe Contepomi, iniciado en marzo, fue el segundo hooker convocado, además de Julián Montoya, el capitán. - Créditos: @Prensa UAR

A partir de la asunción de Cheika, la apuesta por Ignacio Ruiz se hizo clara. Coco lleva ya siete test matches sobre sus espaldas, incluido el de Francia 2023 ante Chile, y consiguió un try, contra Escocia en noviembre de 2022. “Apunto a que vuelvan a llamarme, a cada convocatoria. Después, si juego o no ya no depende de mí. Mi meta es jugar lo mejor posible en el club, tener la mayor cantidad de minutos. Eso va a ponerme en los Pumas”, sostiene.

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Por lo pronto, estuvo en el primer paso de Contepomi al frente del seleccionado, la concentración efectuada en Londres. “Es un nuevo ciclo pero Felipe sigue la estructura que teníamos con Cheika; no es nada muy diferente. En el camp trabajamos sobre valores del equipo y en establecer pilares para empezar a trabajar fuerte. Me encantaría que todos estuvieran contentos. Tenemos que seguir corrigiendo detalles. Nos pusimos como lema «inspirar juntos el camino a la grandeza». Laburamos mucho esa frase. Hablamos del efecto que provocó en la gente lo que logró la selección [de fútbol] en Qatar 2022 y queremos hacer lo mismo con el rugby. Que todo el mundo se sienta identificado”.

Ignacio Ruiz vestido de celeste y blanco a franjas, una imagen que puede repetirse por años en el futuro;

En la primera convocatoria de Contepomi no figuró Creevy, ni tampoco otro hooker aparte del capitán Montoya y del propio Ruiz. La nueva era nació bajo el signo de la continuidad, pero este tipo de decisiones marca, al mismo tiempo, que comienza otro proceso. Ignacio Ruiz aparece como uno de los valores del futuro.

El try de Coco Ruiz para los Pumas, contra Escocia