Huracán y Racing crearon una película de suspenso, que nada tuvo que ver con el 0 a 0 que mostró la planilla

Walter Mazzantti y Leonardo Sigali, en una escena de un vibrante Huracán vs. Racing; los dos equipos siguen bien arriba en la Liga Profesional, pero ninguno termina de dar la sensación de ser favorito.
Walter Mazzantti y Leonardo Sigali, en una escena de un vibrante Huracán vs. Racing; los dos equipos siguen bien arriba en la Liga Profesional, pero ninguno termina de dar la sensación de ser favorito. - Créditos: @Fotobaires

Fue 0 a 0. El principal partido de la fecha, el que ponía en juego quién era el líder de la Liga Profesional, terminó sin novedades en el resultado. Pero al encuentro entre Huracán y Racing en Parque de los Patricios le sobraron emociones. Intenso, de a ratos bien jugado, pero con algo de falta de determinación de los dos equipos para llevarse la victoria: así se explica este reparto de puntos que también deja sensación a poco para los dos cuadros, aunque el consuelo de saber que una vez concluido el primer tercio del torneo se sostienen en el tren de los de arriba en la tabla de posiciones.

“Es cine”, se suele decir en las redes sociales para referir que algo es bueno. Para el contexto del fútbol argentino, este Huracán vs. Racing de sábado a la noche en el Palacio Tomás A. Ducó, con la punta del campeonato en juego y una temperatura primaveral, fue cine.

Santiago Quirós, en el aire y de cabeza; la recepción con bengalas por parte de los 30.000 hinchas de Huracán provocó baja visibilidad en el comienzo.
Santiago Quirós, en el aire y de cabeza; la recepción con bengalas por parte de los 30.000 hinchas de Huracán provocó baja visibilidad en el comienzo. - Créditos: @Fotobaires

La referencia a El secreto de sus ojos sale sola. Se trató del mismo escenario y de los mismos equipos protagonistas que, en 2010, ganaron un Premio Oscar a la mejor película extranjera, entregado nada menos que por Quentin Tarantino y Pedro Almodóvar. En ese policial amoroso dirigido por Juan José Campanella y escrito por Eduardo Sacheri, los personajes que encarnan Ricardo Darín y Guillermo Francella atrapan al asesino en la tribuna visitante del Ducó. Por los nombres (Houseman, Brindisi, por el Globo; Gottardi, Scotta y el Ropero Díaz, por la Academia) que cita el relator que emula a José María Muñoz en la película, el partido que se escenifica es un Huracán-Racing que se jugó el domingo 18 de mayo de 1975, por el torneo Metropolitano. Un campeonato en el que el Globo terminó segundo y la Academia concluyó en el fondo de la tabla. Hubo triunfo local por 3 a 2 aquella vez, con goles de René Houseman (dos), Miguel Ángel Brindisi (penal), Hugo Gottardi y Héctor Scotta.

Casi 50 años después de aquel duelo por el Metropolitano, este Huracán-Racing también fue cine. Así como para esa icónica escena Campanella necesitó tres días de filmación, un helicóptero y 300 extras en pos de dar la imagen final de un estadio que parecía lleno gracias a la digitalización y lograr así aquel inolvidable plano secuencia de la persecución de Pablo Sandoval a Isidro Gómez, para este encuentro de la 9ª fecha de la Liga Profesional de Fútbol hubo unos 30.000 hinchas, todos del Globo. A casi cinco décadas de aquel 3 a 2, otra vez hubo un partidazo por el clima en la cancha y fuera de ella. El ambiente ya hacía saber que se trataba de un partido importante.

Nazareno Colombo domina la pelota delante de Francisco Ramírez; Huracán, sobre todo, y Racing siempre fueron al ataque en el palacio Ducó.
Nazareno Colombo domina la pelota delante de Francisco Ramírez; Huracán, sobre todo, y Racing siempre fueron al ataque en el palacio Ducó. - Créditos: @Fotobaires

Y lo planteado en el campo, también. Gustavo Costas decidió dejar su tradicional línea de cinco defensores para pasar a Santiago Sosa a la mitad de la cancha y así intentar darle pelea al buen mediocampo del que dispone Frank Darío Kudelka, sobre todo con el tándem de chilenos que componen Rodrigo Echeverría y William Alarcón. Después del primer cuarto de hora, el partido se encendió. En la mitad inicial exisitieron unas diez situaciones claras de gol. Hubo una muestra a los 22 minutos, cuando el peligro fue de arco a arco. Hernán Galíndez se hizo enorme para sacar de la línea del arco un cabezazo de Adrián “Maravilla” Martínez y, en el contragolpe, Alarcón casi marcó un golazo de mitad de cancha. Aunque las tuvo claras con Johan Carbonero y Baltasar Rodríguez, la Academia se salvó por Gabriel Arias de irse en desventaja al entretiempo. El arquero se lució ante dos cabezazos y también tuvo ayuda del travesaño.

El segundo período fue algo más impreciso, de mucho nervio. Pero jugado con intensidad. En los primeros 15 minutos Racing acumuló tres tarjetas amarillas. Pierna fuerte. Alguna escalada de Carbonero, algún remate de Alarcón daban la sensación de que la victoria podía caer tanto del lado de Huracán como del de Racing. Los cambios, el cansancio y lo que había en juego hicieron que en los últimos 20 minutos el encuentro recobrara la emoción. Otra vez fue de ida y vuelta.

Compacto de Huracán 0 vs. Racing 0

Pudo llevárselo Racing, pero definió mal Baltasar Rodríguez después de una aventura de Roger Martínez. También pudo ser para el Globo en los contraataques finales, pero sus jugadores no estuvieron finos en el último toque en el área. Así, el buen partido dejó, sin embargo, disconformes a ambos: Huracán y Racing no consiguieron sacar el carnet que fueron a buscar: el de favorito para el título de campeón. Siguen firmes arriba, es verdad. Pero así y todo no exhiben las credenciales de equipo confiable, que permiten dar rienda suelta a la ilusión de ser campeón para sus hinchas. Al final, Huracán-Racing fue una película de suspenso.