El heredero de la dinastía Agnelli confesó haber sufrido junto a sus hermanos “violencia física y psicológica” de parte de su madre
ROMA. - John Elkann, heredero de la dinastía Agnelli, una de las familias más importantes de Italia, fundadora de la automotriz Fiat y hoy presidente de Stellantis, rompió el silencio. En una entrevista que tuvo mucha repercusión, confesó un dato personal muy doloroso, nunca dicho, sobre la difícil relación con su madre, Margherita, con quien se encuentra desde hace años en una desgastadora batalla judicial, pero que se remonta a mucho antes.
“Vivo la situación con gran dolor, que tiene raíces lejanas: junto a mis hermanos, Lapo y Ginevra, desde chicos hemos sufrido violencia física y psicológica de parte de nuestra madre”, denunció el nieto mayor del legendario Giovanni “Gianni” Agnelli. “Esto creó una relación de protección de parte de los abuelos”, agregó Elkann, que siempre tuvo una relación más que especial con su famoso abuelo, llamado el Avvocato y su abuela, Marella y que pareció desahogarse en una larga entrevista que concedió a Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana en ocasión de los veinte años al frente del grupo, que entonces se llamaba Fiat y Stellantis, el coloso surgido de la fusión de entre FCA (Fiat Chrysler) y PSA (Peugeot Citroen).
Al margen de revelar “violencia física y psicológica”, acusó a su madre Margherita -que se casó en segundas nupcias con Serge de Phalen, con quien tuvo otros cinco hijos-, de “haber sido la única” que, cuando Fiat estuvo en crisis, no ayudó.
Al tocar el doloroso tema de la batalla judicial que los contrapone, junto a sus dos hermanos, Elkann aseguró tener “plena confianza en la magistratura italiana”.
“Es una situación que dura desde hace veinte años, desde cuando, en 2004, en plena crisis de Fiat, toda mi familia, por un sentido de responsabilidad, se compactó alrededor de Fiat, siguiendo adelante la voluntad de mi abuelo”, dijo. “La única que quedó afuera fue mi madre. En lugar de estar contenta por Fiat, por su familia, por la realización de las voluntades de su padre, reaccionó del peor modo”, disparó.
Elkann destacó que a diferencia de otro gran nombre de la industria italiana, la empresa Olivetti, la automotriz Fiat logró ser salvada y relanzada, hasta transformarse, con la fusión entre FCA y PSA, en Stellantis.
“Miremos los hechos, nuestro destino hace 20 años era el de Olivetti, una de las grandes realidades de nuestro país que, tras pasar por diversos dueños, mala gestión e ingeniería financiera que tomaba el lugar de ingeniería del producto, hoy ya no existe”, subrayó. “Otra posibilidad, igualmente infeliz, era la nacionalización, como en el caso de Alitalia. No fue así: hoy el conjunto de nuestras empresas le dan trabajo a más de 74.000 personas en Italia, donde hemos invertido en los últimos cinco años 14.000 millones de euros, creando productos competitivos en los mercados mundiales”, añadió.
Elkann -hijo del primer matrimonio de Margherita con el periodista y escritor Alain Elkann- también trató de dar vuelta la página y distender de su relación no demasiado fácil con el gobierno de Giorgia Meloni, que le recriminó haber sacado de Italia tanto la sede legal como buena parte de la producción de Fiat. “Nuestra relación con el gobierno italiano, así como con los gobiernos de todos los países en los que operamos, es de máximo respeto, siempre en la búsqueda del diálogo”, dijo.
Elkann, llamado Yaki, puso finalmente hincapié en el hecho de que decidió vivir en Turín -donde nació Fiat y considerada el feudo de los Agnelli-, junto a su mujer Lavinia Borromeo y sus tres hijos, Leone Mosé, Oceano Noah y Vita Talita. “Nuestras raíces están aquí, donde reforzamos nuestro compromiso social”.