Hechicería desactivada: mientras la selección argentina reaprende a jugar sin su 10, Lionel Messi colecta ovaciones del público... rival

Lionel Messi volvió voraz a la titularidad y con la magia de siempre: dos goles a Perú para la victoria de la Argentina en la cuarta fecha de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de 2026.
Lionel Messi volvió voraz a la titularidad y con la magia de siempre: dos goles a Perú para la victoria de la Argentina en la cuarta fecha de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de 2026. - Créditos: @Martin Mejia

No hay embrujo que pueda detenerlo. No hay hechicería que logre quitarle la magia. No hay maleficio que se le resista. Lionel Messi siempre tiene a tiro una pócima que lo eleva y le posibilita deshacer los conjuros con los que se pretende frenar el poder de seducción que expone el capitán de la Argentina. Con dos pases de la varita iluminó el estadio Nacional, de Lima: con dos movimientos repletos de plasticidad de la pierna izquierda se quitó el encanto que lo poseía en partidos de las eliminatorias frente a Perú, rival frente al que nunca había convertido en juegos clasificatorios para los mundiales. A falta de un sello, aplicó dos y encaminó la victoria por 2 a 0 con la que la selección sostiene el paso firme y arrollador rumbo a la Copa del Mundo de 2026: cuatro encuentros, la misma cantidad de triunfos, puntaje ideal y una brecha de cinco puntos sobre Brasil, Uruguay y Venezuela. Con los dos primeros se medirá en la próxima ventana, el 16 y el 21 de noviembre: lo hará con los celestes en el estadio Mario Kempes, de Córdoba, y luego visitará al Scratch en el Maracanã.

Un nuevo escenario se levantó para la Argentina y Messi, después de la conquista del Mundial Qatar 2022. El cuerpo técnico que lidera Lionel Scaloni y el capitán diseñan un plan consensuado para que el astro desande los últimos cotejos de 2023, sin quitarle la mirada a lo que le presenta la hoja de ruta. Por esa razón el rosarino saltó desde el banco de los suplentes frente a Paraguay, en el Monumental, y cuatro días después volvió a ser titular, frente a Perú frente al Pacífico. Leo no estaba desde el inicio en la selección desde el 8 de septiembre, en el comienzo de las eliminatorias, ante Ecuador; aquella noche, con un espléndido tiro libre, marcó el gol de la victoria.

Pasaron 39 días, la visita a Bolivia –donde quedó marginado de la planilla–, el éxito sobre los paraguayos y el arribo a Lima para desempolvar todos los trucos que guarda su exquisito repertorio. Y el regreso fue a lo grande, con su marca registrada: apariciones que desataron la ovación de un público que se rindió ante las pinceladas que trazó Leo y sus goles.

De festejo: Messi celebra la apertura del marcador en Lima con Enzo Fernández y Nicolás González; Luis Advíncula lamenta el 0-1 de Perú.
De festejo: Messi celebra la apertura del marcador en Lima con Enzo Fernández y Nicolás González; Luis Advíncula lamenta el 0-1 de Perú. - Créditos: @ERNESTO BENAVIDES

La Argentina aprendió a agruparse sin depender de Messi. La estructura se diseña alrededor del capitán, pero el equipo mostró que sabe jugar sin él. Claro que cuando Leo es una de las piezas, todo se simplifica y el conjunto tiene un vuelo diferente. En Lima el 10 necesitó apenas tres minutos para hacer notar que el descanso lo había energizado: desde fuera del área y por el centro aplicó un latigazo, y aunque el balón se marchó junto al poste izquierdo del arco de Pedro Gallese, el número 1 entendió que se le presentaría una noche compleja.

La Argentina no busca de modo frenético a Messi para que él diseñe las acciones de riesgo; el presente posibilita que Rodrigo de Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández se alternen para ser los armadores y Leo sea quien le ofrezca el toque distinguido a la jugada con un pase, una habilitación o la definición.

“Este equipo es impresionante y sigue creciendo partido tras partido. Compararlo con Barcelona, el mejor de la historia, es mucho. Pero está muy cerquita: campeón de América, del mundo... Eso tiene muchísimo mérito. Tenemos grandísimos jugadores; juegue quien juegue nos identifica el estilo. Y esperamos seguir por este camino. Como pasó después de la Copa América, cuando el equipo fue mucho más. En juego crecimos, nos liberamos, y después de la Copa del Mundo el equipo juega con mucha confianza, muy suelto. Donde se juegue siempre queremos ser protagonistas, queremos la pelota. Nos sentimos bien y disfrutamos de hacerlo de esta manera”, señaló Messi en el campo de juego, para la transmisión de televisión.

Con un tiro libre, una de sus armas efectivas, probó a Gallese, que respondió con solvencia. Las advertencias se repetían para el guardavalla. Recostado sobre la banda derecha, donde hizo un par de engaños que desairaron a los rivales, Messi transitó la zona central. En los retrocesos, Julián Álvarez se desdoblaba y Leo quedaba como el futbolista más adelantado. Un par de pases desajustados y alguna caminata contrariada dejaron ver que es un futbolista terrenal, pero cuando la curva descendía tocó la partitura que todos esperan de un artista de su jerarquía.

Messi, un acróbata para dominar la pelota, ante Wilder Cartagena; el capitán convirtió por primera vez contra Perú en las eliminatorias y en el país andino.
Messi, un acróbata para dominar la pelota, ante Wilder Cartagena; el capitán convirtió por primera vez contra Perú en las eliminatorias y en el país andino. - Créditos: @Guadalupe Pardo

Un despeje de Nicolás Tagliafico fue capturado por Álvarez, que descargó la pelota en Messi; control y pase a Enzo Fernández, que dibujó con inteligencia el ataque y abrió el balón para Nicolás González. El extremo izquierdo lanzó un centro preciso y en el área ya estaba Messi para cerrar la obra y hundir la pelota arriba. El festejo, con un dedo apuntando a quien lo había asistido con justeza fue un reconocimiento al atacante de Fiorentina, que tomó el espacio del lesionado Ángel Di María en la alineación en los encuentros con Paraguay y Perú.

A los 32 minutos Messi rompió el partido y ya nada fue igual en Lima. Pero tenía más para regalar: nueve minutos después, un segundo gol, después de un pase de Enzo Fernández y un movimiento de distracción de Álvarez para que Leo ajustara el remate rasante, al palo derecho del arco. El gol 106 en la selección, el número 31 en las eliminatorias, competencia de la que es el máximo goleador de todos los tiempos. Hubo uno más, que el árbitro anuló, tras revisar la acción en el monitor del VAR, por posición adelantada.

Su mensaje en Instagram

Cada ingreso en escena generó magnetismo, como ocurre en cada estadio en que juega la selección campeona del mundo, y también en la Major League Soccer, revolucionada por Messi aun en una franquicia que no se clasificará para los playoffs. “Una lástima; estuvimos cerquita. Me perdí los últimos partidos. El mes de julio fue duro; jugábamos cada tres días, viajábamos... Conseguimos un torneo importante. Me entrenaré, jugaré el partido que queda ahora y trataré de llegar de la mejor manera a noviembre. Después vendrán las vacaciones en la Argentina, las fiestas, con tranquilidad, con mi gente, y en enero, volver a entrenarse, la pretemporada”, comentó el rosarino sobre los pasos más cercanos y despejando la hipótesis de que sería cedido a algún club.

En días en que el seleccionador Scaloni se sonrojó cuando le preguntaron sobre si su tocayo sería titular y si aguantaría el ritmo y respondió con una frase contundente: “Está vigente. Dejémoslo tranquilo. Ojalá juegue hasta... ¿Estamos retirándolo? Estamos todos locos”. En días en que se filtró que será galardonado con el Balón de Oro, el octavo de su carrera. En días en que chamanes peruanos pretendieron frenarlo con sus rituales y un par de hinchas invadieron el campo de juego para abrazarlo. Messi mostró que tiene apetito para protagonizar nuevos episodios y llevar sus estadísticas y su fútbol hasta el infinito y más allá.

Un niño invade la cancha del estadio Nacional, de Lima, atraído por el magnetismo de Messi; los simpatizantes peruanos ovacionaron al crack argentino.
Un niño invade la cancha del estadio Nacional, de Lima, atraído por el magnetismo de Messi; los simpatizantes peruanos ovacionaron al crack argentino. - Créditos: @ERNESTO BENAVIDES