Guerra en Ucrania | La creciente dependencia militar de los drones

En el campo de batalla, se han vuelto indispensables. Los drones son los ojos de un ejército ucraniano que carece de poder aéreo. Registran los movimientos del enemigo y sirven para afinar el fuego de artillería. Ucrania también los ha utilizado para llevar la guerra a territorio ruso, atacando objetivos a cientos de kilómetros de la frontera.

Consciente de su creciente dependencia, Ucrania ha destinado casi mil millones de euros a la compra y fabricación de drones para el Ejército.

Y empresas locales como AirLogix han crecido a la sombra de los combates. El sector vive un auge sin precedentes.

"Aquí somos soldados. Fabricamos UAV para nuestras fuerzas armadas. Cuando empezamos tras la invasión, éramos 6-8 personas, ahora somos más de 40, y contratamos y contratamos y ampliamos", dice el fundador de la empresa, Vitalij Kolesnitjenko.

Empresas similares han florecido en todas partes. Drone Lab nació al principio de la invasión para ayudar al ejército ucraniano con un solo ingeniero. Ahora son 20 y más de 100 voluntarios. Han fabricado más de 1500 drones y formado a cientos de soldados para pilotarlos.