Una guía sencilla para entender el Supermartes

Votación en Delhi, California, el Supermartes de 2020. El uso moderno del ‘Supermartes’ data de la década de 1980, cuando los estados adelantaron sus primarias en el calendario para intentar aumentar su influencia. (Max Whittaker/The New York Times)
Votación en Delhi, California, el Supermartes de 2020. El uso moderno del ‘Supermartes’ data de la década de 1980, cuando los estados adelantaron sus primarias en el calendario para intentar aumentar su influencia. (Max Whittaker/The New York Times)

Es una de las fechas más importantes en el calendario político de EE. UU.: 15 estados y un territorio votarán el 5 de marzo.

El Supermartes, tradicionalmente una de las fechas más importantes del calendario político estadounidense, se acerca con rapidez. Sin embargo, no te culpamos si sientes que en esta oportunidad parece un poco anticlimático, con el presidente Biden y el expresidente Donald Trump haciendo todo lo posible por adelantarse a las elecciones generales.

A continuación, lo que necesitas saber al respecto.

¿Qué es el Supermartes?

Es el día en el ciclo de las primarias presidenciales en el que más estados votan. El número exacto varía por año, pero es común que un tercio de todos los delegados a las convenciones republicanas o demócratas se asignen el Supermartes.

Este año, representará 874 de los 2429 delegados republicanos, es decir, el 36 por ciento. Para cuando el Supermartes termine, se habrán asignado 1151 de los totales de esta temporada primaria. The New York Times está rastreando el conteo de delegados republicanos aquí.

¿Cuándo es el Supermartes?

Este año, es el martes 5 de marzo.

El Supermartes algunas veces es en febrero, pero por lo general se realiza en marzo. Debido a que es uno de los primeros días de primarias después de aquellos en los estados designados para votación temprana, como Iowa y Nuevo Hampshire, su fecha exacta depende de la programación de esos estados.

¿Qué estados votarán?

Este año, 15 estados votarán en el Supermartes: Alabama, Alaska, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia. Un territorio, Samoa Americana, también votará.

También conoceremos los resultados de la contienda demócrata en Iowa, que se realiza por correo durante varias semanas. (Los republicanos de Iowa celebraron su caucus a mitad de enero).

¿Qué importancia tendrá este año?

Eso depende de cómo le vaya a Nikki Haley en Carolina del Sur el 24 de febrero y en Míchigan el 27 de febrero.

Si Haley gana, o queda muy cerca de ganar, en uno o ambos de esos estados, el Supermartes será crucial para demostrar que puede permanecer en la contienda con Trump a nivel nacional. La mayoría de los estados que votarán en el Supermartes permiten a votantes no afiliados a partidos a participar en las primarias, por lo que hay al menos oportunidades teóricas para que Haley pueda recrear la coalición que le dio más del 40 por ciento en Nuevo Hampshire.

Pero si pierde de forma clara en Carolina del Sur y Míchigan, Trump habrá ganado en los estados de votación temprana. En tal caso, será difícil para Haley argumentar que su candidatura es viable, y Trump podría tener la nominación prácticamente garantizada antes del Supermartes. Técnicamente no tendría los delegados necesarios para asegurar la nominación, pero no quedarían competidores serios, y los votos restantes serían académicos.

En el lado demócrata, nada indica que la carrera sea competitiva. Esto es normal para el partido cuyo principal candidato es un presidente en funciones que busca la reelección.

¿Cuál es la historia del Supermartes?

El término “Supermartes” ha existido desde la década de 1970, pero en sus inicios a veces se usaba para referirse a la última gran colección de primarias, y no a la primera, según el National Constitution Center. Su uso moderno se consolidó en la década de 1980, cuando los estados adelantaron sus primarias en el calendario para tratar de aumentar su influencia.

El cambio fue impulsado por estados del sur que —tras la derrota aplastante en las elecciones generales del liberal Walter Mondale en 1984— quisieron tener voz lo suficientemente temprano en el proceso para empujar al Partido Demócrata hacia un candidato más conservador en 1988.

No funcionó. El senador por Tennessee, Al Gore, se repartió los estados del Supermartes con el reverendo Jesse Jackson, y el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, obtuvo la nominación del partido.

Pero ese resultado terminó siendo una excepción. Desde 1988, con más frecuencia, en ambos partidos, un claro favorito ha salido del Supermartes y se ha convertido en el nominado.

Maggie Astor cubre política para The New York Times, enfocándose en noticias de última hora, legislaciones, campañas y cómo los grupos subrepresentados o marginados se ven afectados por los sistemas políticos.

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